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Andaderas y saltarines: ¿Son realmente efectivos?

En algún momento de nuestra infancia, la mayoría de nosotros utilizamos andaderas y saltarines, dos artefactos que la tradición hacía creer que desarrollaban las habilidades motrices de los bebés de manera más avanzada. Sin embargo, en los últimos años, diversas investigaciones afirman que son perjudiciales para los menores.

Origen de las andaderas y su supuesta utilidad

Desde su aparición en el siglo XIV, las andaderas han sido un aparato de gran ayuda para los padres, ya que, con ellas, el bebé se puede trasladar más fácil de un lugar a otro, se mantiene ocupado y, de cierta manera, da un respiro a sus progenitores para realizar actividades ajenas al cuidado del menor. A pesar de estos beneficios, diversas investigaciones recientes han señalado que su uso provoca daños físico-neurológicos y que eleva las probabilidades de que el menor sufra un accidente.

Estudios sobre los efectos negativos de las andaderas

Los estudios, sobre todo los elaborados en Estados Unidos y Europa, señalan que los bebés que usan andaderas sufren daños en su desarrollo motriz, ya que no cumplen con el ciclo normal para aprender a caminar (gatear, aprender a sostenerse y después dar sus primeros pasos); además, están en posiciones incómodas que les pueden dañar la columna vertebral y pueden sufrir de pie plano, ya que la mayoría de los menores al desplazarse no pisan con el pie completo, sino con las puntas.

Hablamos al respecto con el Dr. Michell Ruiz Suárez, de la Facultad de Medicina de la UNAM, y él se mostró de acuerdo con lo que sostienen las investigaciones y explicó algunos puntos destacados de las mismas.

“Aprender a caminar es un proceso que necesita del neurodesarrollo, es decir, el bebé tiene que realizar una serie de pasos para lograr este cometido porque, si no, su mente no coordina de manera correcta.

En primera instancia, necesita saber cómo sentarse en una posición erguida y levantar la cabeza; al cumplir con estos dos puntos, requiere dominar mantenerse en pie y posteriormente caminar.

Utilizar este aparato puede inhibir su desarrollo normal porque le quitamos esa parte de entrenamiento físico e intelectual que necesita para aprender a moverse”, señaló.

Riesgos y daños a la columna vertebral y extremidades

Por otro lado, explicó que el daño principal que se le hace a la columna del bebé tiene que ver con que ésta pierde la fuerza que necesita para mantener erguidos los músculos de la pelvis. De igual forma, indicó que los perjuicios también alcanzan las extremidades superiores e inferiores, ya que éstas no se desarrollan de buena forma al no tener la libertad necesaria para moverse.

Accidentes relacionados con las andaderas

Con respecto a los accidentes que pueden provocar las andaderas, diversos artículos han mencionado los riesgos a los que están expuestos los bebés. Con base en ello, la Academia Americana de Pediatría ha sintetizado cuáles son los más frecuentes:

  • Caer por las escaleras: el 74% de los incidentes relacionados con andadores involucraron que un niño se cayó por las escaleras mientras usaba este aparato.
  • Quemarse y/o envenenarse: . El bebé puede acceder a objetos o sustancias peligrosas, como productos químicos de limpieza o fuentes de calor, sin la supervisión adecuada de un adulto.

Desde 2004, Canadá ha prohibido la elaboración y comercialización de los andadores.

Saltarines: ¿son una alternativa segura a las andaderas?

Los saltarines surgieron en el siglo XIX. Al igual que las andaderas, su función principal es distraer al bebé y darles a los padres la libertad de ocuparse en otras actividades sin la necesidad de preocuparse por el menor, ya que este se encuentra en el mismo lugar. A pesar de que pueden considerarse menos riesgosos que las andaderas, tienen los mismos peligros.

Diversas organizaciones enfocadas al cuidado de los niños, como la Fundación para Prevenir Accidentes de Menores en Australia, manifiestan que los principales problemas con los saltarines tienen que ver con que hay nulo desarrollo de los músculos en las piernas, el tronco del cuerpo se desarrolla hacia adelante en vez de erguido, la probabilidad de desarrollar displasia de cadera aumenta y hay riesgo de que el menor pueda sufrir alguna fractura si el producto no está bien sujeto o está sujeto a una puerta (riesgo de sufrir una lesión en la cabeza).

Si bien Ruiz Suárez coincidió en que el uso de saltarines puede tener efectos negativos en los bebés, indicó que estos aparatos pueden ser un buen ejercicio. Sin embargo, en caso de que se deseen utilizar con este fin, pidió a los padres estar al pendiente de los menores para evitar accidentes y usarlos de manera prudente para no provocarles alguno de los daños ya mencionados.

“El saltarín me parece que es más conveniente utilizarlo; la andadera definitivamente no ayuda en el desarrollo de los bebés. En caso de que se use el saltarín, yo recomendaría que sólo se utilice cuando sea necesario. Y es necesario recalcar a los padres que no deben adelantar o saltarse procesos con el fin de que el bebé camine más rápido, porque puede resultar en algo contraproducente”, concluyó.

En conclusión, aunque las andaderas y saltarines han sido utilizados durante siglos para ayudar en el desarrollo de las habilidades motrices de los bebés, investigaciones recientes sugieren que estos dispositivos pueden ser perjudiciales para el desarrollo físico y neurológico de los menores. Es importante que los padres estén informados sobre los riesgos asociados con su uso y consideren alternativas más seguras para apoyar el crecimiento y desarrollo de sus hijos.

Ideas destacadas

  1. Investigaciones recientes cuestionan la efectividad y seguridad de las andaderas y saltarines en el desarrollo de habilidades motrices de los bebés.
  2. El uso de andaderas puede provocar daños físico-neurológicos y aumentar la probabilidad de accidentes en los menores.
  3. Los bebés que usan andaderas pueden sufrir alteraciones en su desarrollo motriz, como problemas en la columna vertebral y pie plano.
  4. Aprender a caminar es un proceso de neurodesarrollo que puede verse afectado por el uso de andaderas y saltarines.
  5. Las andaderas pueden causar debilidad en los músculos de la pelvis y limitar el desarrollo adecuado de las extremidades superiores e inferiores.
  6. Los accidentes relacionados con las andaderas incluyen caídas por escaleras, quemaduras y envenenamientos.
  7. Canadá ha prohibido la fabricación y comercialización de andaderas desde 2004.
  8. Los saltarines también presentan riesgos similares a las andaderas, aunque pueden considerarse como un ejercicio más seguro si se usan de manera prudente.
  9. Organizaciones enfocadas en el cuidado de los niños advierten sobre los problemas asociados con el uso de saltarines, como displasia de cadera y riesgo de fracturas.
  10. Es fundamental que los padres estén informados sobre los riesgos de las andaderas y saltarines y consideren alternativas más seguras para apoyar el desarrollo de sus hijos.