Explora unam global tv
Explora unam global tv
explorar
Explora por categoría
regresar

Alertan del aumento de casos de Parkinson 

En México y en el mundo, aproximadamente uno por ciento de la población de 60 años y más llega a padecer la enfermedad de Parkinson; el principal factor de riesgo para desarrollarla es la edad, por lo que su incidencia se incrementa conforme pasan los años, afirma el académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, Luis Delgado Reyes.

El profesor de neurología expone en entrevista que en la consulta del Hospital Juárez, en la Ciudad de México, los casos aumentan. “De acuerdo con nuestra experiencia, vemos que se va desarrollando más esta enfermedad. Es un reto avanzar en la determinación de sus factores predisponentes; desafortunadamente no se puede prevenir, mientras no conozcamos cuáles son sus causas”.

Parkinson: tercera enfermedad neurológica más frecuente

México y el mundo se enfrentan a un creciente aumento de casos de la enfermedad de Parkinson en adultos mayores. Según el profesor de neurología Luis Delgado Reyes, de la Facultad de Medicina de la UNAM, aproximadamente uno por ciento de la población de 60 años y más llega a padecer esta enfermedad neurodegenerativa, cuyo principal factor de riesgo es la edad.

En una entrevista el especialista señaló que en la consulta del Hospital Juárez, en la Ciudad de México, han visto un aumento en el número de casos. “De acuerdo con nuestra experiencia, vemos que se va desarrollando más esta enfermedad. Es un reto avanzar en la determinación de sus factores predisponentes; desafortunadamente no se puede prevenir, mientras no conozcamos cuáles son sus causas”, afirmó Delgado Reyes.

La enfermedad de Parkinson es una afección crónica y progresiva del sistema nervioso que afecta el movimiento y puede causar temblores, rigidez muscular y dificultades para caminar. Si bien no tiene cura, el tratamiento puede mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Cifras del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía revelan que el Parkinson ocupa el tercer lugar en frecuencia dentro de las enfermedades neurológicas. Se considera que se presenta de 150 a 200 casos por cada 100 mil habitantes por año en diversas partes del mundo. En México, 50 de cada 100 mil habitantes pueden padecerla.

Además de las alteraciones motoras, los pacientes pueden presentar cambios en el sistema nervioso autónomo que regula la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la función urinaria y del tubo digestivo. También pueden experimentar deterioro cognitivo, variaciones en el estado de ánimo, depresión y ansiedad, explica el experto.

Aumenta la prevalencia de Parkinson en hombres

Con motivo del Día Mundial del Parkinson, que se celebra el 11 de abril, el especialista detalla que esta enfermedad se clasifica como degenerativa del sistema nervioso central, lo que significa que se empiezan a perder neuronas por causas aún desconocidas.

La prevalencia es mayor en el sexo masculino que en el femenino, aunque no se sabe si los estrógenos tienen efecto protector para las mujeres. También se han descrito más de 10 genes relacionados con la enfermedad, pero no se ha encontrado que sean determinantes. Además, de 10 a 15 por ciento de los pacientes tienen antecedentes familiares del padecimiento y de 85 a 90 por ciento la desarrolla sin ningún antecedente.

El experto explica que las células cerebrales que se pierden producen un neurotransmisor importante: la dopamina. Esa sustancia que comunica a las neuronas se genera en gran medida en el tallo cerebral. Sin embargo, conforme pasan los años, las personas con esta enfermedad degenerativa tienen un menor número de neuronas que producen la dopamina.

Los centros nerviosos influidos por la dopamina regulan gran parte de los movimientos automáticos de una persona, como el reflejo de la deglución, el parpadeo, el caminar y el balanceo de las extremidades para mantener el equilibrio, entre otros. También se pierde la capacidad de modificar la expresión facial de acuerdo con el estado de ánimo.

De igual forma, se alteran los movimientos estereotipados que requirieron nuestra concentración cuando los aprendimos, pero después de practicarlos se realizan casi de forma automática, como caminar.

¿Cómo reconocer los síntomas tempranos del Parkinson?

El Parkinson, precisa Delgado Reyes, comienza con un temblor característico en una mano, fino como de “cuentamonedas” o “pirinola”, que se asocia con la disminución de movimientos automáticos llamada bradicinesia. Generalmente, el enfermo lo describe como una debilidad, pero en realidad se pierde destreza, por ejemplo para amarrarse las agujetas de los zapatos. Eso es lo que más los incapacita.

Al inicio, ese movimiento se presenta cuando está en reposo; después, al sostener objetos como el cepillo de dientes, un peine o una cuchara. “Es importante aclarar que no todo temblor es igual a la enfermedad de Parkinson; pero si una persona presenta esos movimientos anormales, debe acudir inmediatamente con el médico para que haga las pruebas correspondientes”.

Es común que comience a tener una postura de flexión del tronco y que su marcha sea en pequeños pasos, arrastrando los pies y sin balancear los brazos. Algunos se quejan de escurrimiento salival en la noche o babeo. Sus ojos se sienten irritados porque su parpadeo es cada vez más lento, enumera el especialista.

La cara se vuelve indiferente, inexpresiva, y el lenguaje va disminuyendo en su intensidad; es monótono, sin acentuación y a veces cuesta trabajo entenderle. En tanto, la escritura se hace cada vez más pequeña y, conforme avanza la enfermedad, ya no es legible ni su firma.

El diagnóstico es clínico. “Yo les comento a los pacientes que los médicos vemos enfermos, no enfermedades; es decir, que la forma como se comporta el mal es muy distinta en cada uno, de tal forma que tengo pacientes con 15 o 16 años de diagnóstico y aún son autosuficientes en sus actividades, incluso laborales, mientras que otros con cinco años están muy limitados hasta en su autocuidado”. Factores genéticos, moleculares y de estilo de vida podrían influir en la evolución.

Aunque es incurable, la ciencia médica ha avanzado y hay herramientas farmacológicas y no farmacológicas importantes. Las primeras, principalmente levodopa, una sustancia precursora de la dopamina, se emplean cuando los problemas de la marcha y alteración de los movimientos afectan la actividad diaria.

Si aún no hay limitaciones, el tratamiento se refiere al estilo de vida: evitar el sedentarismo, tener actividad física (aeróbica, de elasticidad, Tai-chi, yoga, bicicleta fija), alimentación balanceada y dormir bien, además de evitar el consumo de alcohol y tabaco.

Cada caso es diferente y el enfermo debe adaptarse a sus nuevas condiciones de vida y limitaciones. “Este padecimiento es como envejecer; un adulto mayor quisiera tener la misma agilidad que un joven, pero no debe entristecerse, sino adaptarse a sus nuevas condiciones físicas y mentales, y tratar de vivir feliz y ser lo más útil posible. En este sentido, a los pacientes les diría que no luchen contra la enfermedad, y a los familiares que se concentren en apoyarlos y pensar en ese ser humano que todavía está con nosotros”.

En 1997, la Organización Mundial de la Salud proclamó el 11 de abril como el Día Mundial del Parkinson. Esta fecha coincide con el aniversario del nacimiento de James Parkinson, un neurólogo británico que en 1817 descubrió lo que en aquel tiempo denominó parálisis agitante.

Información destacada
  1. El Parkinson es una enfermedad neurológica degenerativa que afecta principalmente a personas mayores de 60 años, con una incidencia del 1% en esta población.
  2. El principal factor de riesgo es la edad, por lo que su incidencia aumenta con los años.
  3. No se conoce cómo prevenirla y aún se desconocen sus causas exactas.
  4. Aunque no tiene cura, el tratamiento puede mejorar la calidad de vida de los pacientes.
  5. El Parkinson es la tercera enfermedad neurológica más frecuente en el mundo.
  6. Los pacientes pueden presentar cambios en el sistema nervioso autónomo, deterioro cognitivo, cambios de humor, depresión y ansiedad.
  7. La prevalencia es mayor en hombres que en mujeres, y aunque se han descrito más de 10 genes relacionados con la enfermedad, no se sabe si son determinantes.
  8. Los pacientes pueden experimentar temblores, rigidez muscular, dificultades para caminar, cambios en la expresión facial, movimientos automáticos alterados y otros síntomas.
  9. El Parkinson comienza con un temblor característico en una mano, fino como de “cuentamonedas” o “pirinola”, que se asocia con la disminución de movimientos automáticos llamada bradicinesia.