Sin duda habrás experimentado alguna vez una sensación inusual y potente recorriendo tus venas mientras visionabas una escalofriante película de terror, anotabas un gol decisivo o escapabas agitadamente de un perro en plena persecución.
Este inquietante estímulo, que bien podría equipararse a un “superpoder”, es conocido como adrenalina, o en términos más científicos, epinefrina. Este singular compuesto químico es liberado por nuestro organismo, concretamente a través de las glándulas suprarrenales, con la finalidad de agudizar nuestros sentidos y facultades en situaciones de peligro o alto estrés, requiriendo una pronta respuesta y activación corporal.
“Desde un prisma químico, la adrenalina es un derivado de las catecolaminas. Actúa como una hormona y es producida de forma natural en nuestro organismo por las glándulas suprarrenales. Cuando nuestro cerebro percibe un estímulo que requiere la activación de nuestro cuerpo -por ejemplo, el deseo de practicar deporte, defendernos en una situación amenazante o un impacto emocional considerable- la adrenalina es transportada a diferentes partes de nuestro organismo mediante el torrente sanguíneo”, señala el doctor Alejandro Dorazco González, investigador del Instituto de Química de la UNAM.
La adrenalina no solo opera como una hormona, sino también como un neurotransmisor, desempeñando un papel crucial como mediador en la comunicación entre neuronas y el sistema nervioso simpático, íntimamente ligado a la respuesta frente a la acción. Y no sólo se activa de forma involuntaria y temporal en situaciones de peligro, sino también cuando experimentamos niveles de estrés elevados o cuando practicamos ejercicio.
Funciones y efectos de la adrenalina en el organismo
El doctor Miguel García Guerrero, responsable de divulgación en el Museo de Ciencias de la Universidad Autónoma de Zacatecas, nos ofrece una explicación acerca de esta particular herramienta química evolutiva:
“Pensemos en nuestros ancestros recorriendo grandes distancias en busca de alimento, desesperados y débiles por la falta de nutrición. De súbito, avistan una presa que podría servirles de sustento y experimentan una descarga de adrenalina que les otorga la energía necesaria para correr, alcanzar al animal y asestar un golpe con una fuerza muy superior a la que habrían tenido sin esta respuesta al estrés. O bien, si se encontraban frente a un depredador, esta descarga les daba el impulso extra para huir o enfrentarlo con éxito”.
La adrenalina en situaciones de emergencia y en el deporte
Es importante destacar que la adrenalina, si bien es una sustancia producida de manera natural por nuestro organismo, también puede ser sintetizada y usada como medicamento para tratar condiciones críticas como paros cardiacos, reacciones anafilácticas y alergias. En el mundo del deporte, se emplea como analgésico y estimulante.
Una de las peculiaridades más notables de la adrenalina radica en su capacidad para inhibir otras funciones fisiológicas, tales como las digestivas y sexuales, permitiéndonos canalizar toda nuestra energía en mantener un estado de alerta y generar distintas respuestas que faciliten nuestra supervivencia. Dichas respuestas comprenden:
- Aceleración del ritmo cardíaco: el intenso bombeo de sangre proporciona un mayor suministro de oxígeno a los músculos para enfrentar grandes esfuerzos.
- Dilatación de los bronquios: incrementa la cadencia respiratoria, facilitando una mejor recepción y aprovechamiento del oxígeno.
- Metabolización y descomposición del glucógeno: la energía almacenada en los músculos se libera para ser utilizada. Así, estos reaccionan con mayor rapidez, potencia e intensidad.
- Expansión de los vasos sanguíneos: provoca un incremento en la presión sanguínea, aumentando la resistencia ante potenciales ataques o accidentes.
Consecuencias del uso excesivo de adrenalina
El doctor Dorazco González subraya que, si bien la adrenalina funciona como un mecanismo de protección, también puede generar efectos adversos, tales como taquicardias, hipertensión, ansiedad, insomnio y estrés crónico.
Durante la práctica de actividades deportivas, la adrenalina juega un papel fundamental en el incremento del ritmo cardíaco y la velocidad de reacción, lo cual permite, por ejemplo, que el deportista corra más velozmente o golpee con mayor fuerza.
“Esta sustancia se erige como una poderosa aliada en el terreno deportivo, siempre y cuando se disponga de una técnica adecuada para su aprovechamiento. Tomemos el caso de la natación: a diferencia de otros deportes colectivos, en este caso uno se enfrenta a su carril, y el objetivo principal podría ser superar las propias marcas personales. En competencias públicas, con un público lleno de energía, esto puede desencadenar una reacción de adrenalina; en consecuencia, los músculos responden con mayor fuerza, lo que podría mejorar el rendimiento y facilitar la consecución de tus metas”, señaló el doctor García Guerrero.
Ideas destacadas sobre la adrenalina
- La adrenalina, también conocida como epinefrina, actúa como una especie de “superpoder” en el cuerpo humano, ayudándonos a reaccionar rápidamente en situaciones de peligro.
- Según el Dr. Alejandro Dorazco González de la UNAM, la adrenalina es un derivado de catecolaminas producido por las glándulas suprarrenales y llega a distintas partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo cuando nuestro cerebro recibe un estímulo de activación.
- Además de su papel en situaciones de emergencia, la adrenalina también actúa como neurotransmisor, intermediando en la comunicación entre las neuronas y el sistema nervioso simpático, y puede activarse en situaciones de estrés o durante el ejercicio físico.
- La adrenalina ha jugado un papel esencial en la evolución humana, proporcionando a nuestros antepasados la fuerza y el impulso necesarios para enfrentar situaciones de estrés, como la búsqueda de alimento o la huida de depredadores.
- Aunque nuestro cuerpo produce adrenalina naturalmente, también existe en forma sintética y se utiliza en medicina para tratar condiciones como paros cardíacos, ataques anafilácticos y alergias. En el ámbito deportivo, funciona como analgésico y estimulante.
- La adrenalina tiene la capacidad de inhibir ciertas funciones corporales, como la digestión y la actividad sexual, permitiéndonos canalizar toda nuestra energía hacia la supervivencia en situaciones de amenaza.
- Algunas de las respuestas fisiológicas inducidas por la adrenalina incluyen el aumento del ritmo cardíaco, la dilatación de los bronquios, la movilización y descomposición del glucógeno y la dilatación de los vasos sanguíneos.
- A pesar de sus beneficios, la adrenalina puede provocar efectos adversos, como taquicardias, hipertensión, ansiedad, insomnio y estrés crónico, según el Dr. Dorazco González.
- En el ámbito deportivo, la adrenalina puede mejorar el rendimiento al aumentar el ritmo cardíaco y la velocidad de reacción, lo que permite que los atletas corran más rápido o golpeen con más fuerza.
- Según el Dr. Miguel García Guerrero, la adrenalina puede ser una gran aliada en los deportes, siempre y cuando se disponga de una técnica adecuada para su aprovechamiento. En el caso de la natación, puede ayudar a los nadadores a mejorar sus marcas personales, especialmente en competencias públicas donde la energía del público puede estimular su liberación.