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Abejas están muriendo por productos fitosanitarios

Los productos fitosanitarios que utilizan los agrónomos están afectando seriamente a las abejas, esenciales para la polinización. En Campeche, solo en marzo, se vieron afectados 110 apiarios, sumando un total de 3,365 colmenas. Además, otros insectos como arañas, escarabajos y hormigas también resultaron perjudicados.

Las abejas desempeñan un papel crucial, ya que son fundamentales en la cadena alimenticia, afirmó Adriana Correa Benítez, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.

Si desaparecieran, perderíamos una gran proporción de la vegetación del ecosistema, disminuyendo así los niveles de oxígeno, vital para nuestra supervivencia. Esta situación afectaría también a animales herbívoros y, posteriormente, a los carnívoros que dependen de estos.

Sin embargo, solo se registró la mortandad de las abejas Apis mellifera (especie traída de Europa por los españoles y la principal productora de miel). No se contabilizaron las abejas nativas, entre ellas la abeja maya, ni los demás insectos.

Repercusiones económicas

La problemática trasciende al medio ambiente. En Campeche, 2,423 colonias se vieron afectadas; de ellas, 125 sufrieron daños graves y 1,240 están en peligro inminente. Un estudio del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) en Hopelchén, Campeche, reveló que la intoxicación de las abejas por productos fitosanitarios representa una pérdida de 13,200 días laborales y casi 13 millones de pesos.

La académica universitaria añade que si se combina la producción de miel y el servicio ambiental de polinización, el impacto económico de las abejas alcanza los 419 millones de pesos.

En 2021, la producción de miel en Hopelchén fue de 1,931 toneladas, con un valor de 84 millones de pesos. Según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, el valor del servicio ambiental de polinización que ofrecen las abejas asciende a 335 millones de pesos, representando el 17.5% del valor de la producción agrícola anual del municipio.

Advertencias y precauciones

A pesar de que una abeja puede desplazarse hasta 12 km en busca de alimento, normalmente se limitan a un rango de 3 a 5 km. Por ello, es crucial que los apicultores sitúen sus apiarios cerca de zonas floridas.

El uso indiscriminado de productos fitosanitarios puede resultar fatal, como se observa en el caso de Campeche, una situación que lamentablemente se replica en diversas regiones.

Es vital que los agricultores informen a los apicultores sobre fumigaciones para que puedan reubicar a tiempo sus colmenas. Se ha solicitado también a las autoridades el análisis de productos fitosanitarios con el fin de identificar aquellos menos perjudiciales para las abejas.

El proceso de recuperación

La recuperación de las poblaciones de abejas será un proceso lento, en especial para pequeños apicultores que dependen de su producción. “Muchos han perdido su fuente de ingresos y enfrentan dificultades para alimentarse, ya que su sustento proviene de la venta de miel”, mencionó la académica.

Lamentablemente, no existen programas de apoyo para quienes sufren estas pérdidas, dejándolos sin más alternativa que ahorrar para reinvertir en nuevas colmenas. El coste varía según la calidad genética de las abejas, pero en términos generales, reponer una colmena puede rondar los 2,000 pesos.

“Es improbable que puedan cubrir ese gasto rápidamente. Estamos hablando de comunidades pequeñas que subsisten gracias a la producción de miel. Es probable que la reinversión sea un proceso paulatino”, concluyó Correa Benítez.

Ideas destacadas

  1. Los productos fitosanitarios empleados por agrónomos están diezmando a las abejas, resultando en la afectación de 3,365 colmenas solo en Campeche durante marzo, y también dañando a otros insectos como arañas, escarabajos y hormigas.
  2. Las abejas son esenciales para la cadena alimenticia y su desaparición causaría una pérdida significativa en la vegetación del ecosistema, con un consecuente descenso en los niveles de oxígeno, lo que pone en peligro la supervivencia humana y afectaría a otros animales en la cadena alimenticia.
  3. La mortandad reportada se centra en la abeja Apis mellifera, omitiendo el impacto en las abejas nativas y otros insectos.
  4. La intoxicación de las abejas tiene severas consecuencias económicas: solo en Campeche, 2,423 colonias resultaron afectadas, lo que representa una pérdida económica de casi 13 millones de pesos y 13,200 días laborales, según un estudio de ECOSUR.
  5. El valor combinado de la producción de miel y el servicio ambiental de polinización de las abejas es de 419 millones de pesos. Solo en 2021, en Hopelchén, se produjeron 1,931 toneladas de miel, equivalentes a 84 millones de pesos.
  6. Las abejas, pese a su capacidad de desplazarse largas distancias, generalmente se mueven en un rango de 3 a 5 km, lo que hace esencial la ubicación de apiarios cerca de zonas floridas. El uso sin control de productos fitosanitarios puede ser perjudicial, como se ha demostrado en el caso de Campeche.
  7. Es crucial que los agricultores notifiquen a los apicultores sobre las fumigaciones para prevenir daños, y se urge a las autoridades a identificar productos fitosanitarios menos dañinos para las abejas.
  8. La recuperación de las poblaciones de abejas será lenta, especialmente para los pequeños apicultores. La inversión necesaria para repoblar y los costes asociados son significativos, representando un desafío para las comunidades que dependen de la miel como su principal fuente de ingresos.