El clítoris es poco conocido y mencionado por ginecólogos y obstetras a pesar de ser el centro de su área de trabajo. Su anatomía es desconocida, “ese abandono es por causas sociales, es herencia cultural”, afirmó Hellen O´Connell, uróloga y profesora de la Universidad de Melbourne en Australia.
El clítoris: un misterio anatómico en el corazón de la ginecología
Durante el conversatorio “Clitoridectomía crítica y el auge de la clitorización”, en el marco de El Aleph, Festival de Arte y Ciencia, Helen O’Connell y Caroline De Costa, profesora de obstetricia y ginecología en el Instituto Cairns de la Universidad James Cook de Australia, hablaron sobre el conocimiento en torno al clítoris y al placer femenino.
Hablar sobre el tema ha recorrido un camino entre el tabú, lo clandestino e, incluso, lo anulado. Para contrarrestar este escenario, las doctoras desentrañaron la Clitoridectomía crítica, como se refieren a la falta de mención del clítoris en la literatura y los libros de medicina e impulsan el auge de la clitorización, una nueva premisa para remediar tal omisión y que se refiere a conocer el órgano como lugar de placer. “Un orgasmo ocurre en el cerebro, pero el estímulo del clítoris es la puerta del orgasmo y sus beneficios”.
De la clitoridectomía a la clitorización: reivindicando el clítoris en la medicina
La doctora O´Connell es pionera en el estudio de la urología en su país, contó que mientras era pasante y estudiaba la anatomía del pene le dieron una amplia explicación de las terminaciones nerviosas que tiene el órgano masculino y en el caso de la anatomía femenina cuando tocaron el tema sólo mencionaron que los nervios femeninos son similares, pero más pequeños.
La doctora O´Connell detalló la vascularización del clítoris y constató que su inervación era más potente que lo previamente hallado, incluyó los bulbos cavernosos como parte de la estructura, de forma piramidal y glosó sus relaciones con la uretra y la vagina.
Su trabajo se ha centrado en estudiar este órgano femenino y lo ha descrito: el cuerpo del clítoris tiene forma de bumerán, el glande es la parte pequeña que más sobresale y, por lo tanto, la más conocida por ser la más visible. Tiene dos brazos de cruz clitoral que pasan a través del hueso púbico, “el tejido original que se convierte en el pene de un bebé es el mismo tejido que se convierte en el clítoris y los labios menores del bebe”, explicó.
Mutilación femenina y autonomía corporal: una dura realidad
Por otro lado, mencionaron que la mutilación femenina llevada a cabo en algunas sociedades, alegando “proteger el honor de la mujer”, en realidad lo hacen para proteger el honor de los hombres de esa familia. Se lo hacen a mujeres jóvenes, a niñas, y no les ponen ni siquiera anestesia y es realizado por personas sin conocimientos médicos. “Es una práctica que ha ido en aumento en donde los hombres temen profundamente a la sexualidad femenina y a la autonomía y el control de las mujeres de sus cuerpos”, explicó la doctora De Costa.
Aseguró que dañar un órgano sano con una labioplastia y cirugía cosmética de los labios vaginales es una mutilación, un problema serio, innecesario y criminal.
Finalmente, señalaron que el clítoris ha sido físicamente mutilado por siglos, difamado, omitido e ignorado por los libros de medicina, “es necesario devolverle su lugar merecido en la identidad femenina en la vida y el amor”.