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Despegue exitoso de Artemisa busca desarrollar la tecnología para en un futuro habitar Marte

Pareciera de ciencia ficción pero es real, la misión Artemisa de la NASA despegó con éxito este miércoles desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral en Florida, con la misión de preparar el camino de exploración lunar, y en un futuro muy lejano llegar a Marte.

“Para llegar al planeta rojo primero tenemos que practicar y la idea es hacerlo en la Luna”, dijo Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM.

De hecho, la misión busca en una segunda misión colocar un módulo espacial llamado Gateway entre la Tierra y su satélite natural. Este módulo se ubicará en un punto llamado Lagrange, que es donde la atracción gravitacional de la Tierra y la Luna son iguales.

Así, puede estacionarse sin utilizar gasolina, porque se mantiene únicamente por la gravedad. “Estaría dando vueltas alrededor de un punto invisible”, explicó Julieta Fierro.

La idea es que el Gateway funcione aproximadamente 50 años, en donde vivirán los astronautas para realizar diversos experimentos.

La humanidad podrá ir y venir de la Tierra a la estación y a la Luna. Sobre el suelo lunar aprenderán nueva tecnología, usarán impresiones 3D para construir edificaciones, podrán sembrar y cuidar invernaderos, y crearán un “montón” de instrumentos.

El objetivo es instalarse cerca de los cráteres ubicados en el polo sur de la Luna, en donde hay agua congelada, que servirá para irrigar las plantas, generar oxígeno e incluso para utilizarse en los alimentos.

Además, el hidrogeno del que está compuesto el agua se puede transformar en paneles solares y en combustible para las sondas que vayan y vengan al Gateway.

También buscan generar un campo magnético que proteja a los astronautas cuando viajen en su sonda, pero está tecnología servirá en un futuro lejano para cuando lleguen a Marte.

De hecho, toda la tecnología que vayan creando en la Misión Artemisa, se aplicará posteriormente en el planeta Rojo.

Artemisa 1

Después de 50 años, la humanidad regresará a la Luna, en una misión encabezada por Estados Unidos a través de la NASA, junto con otros países como Canadá, Japón y la Unión Europea.

La primera vez que visitamos este satélite natural solo dimos una “rascadita”, de hecho se sabe muy poco y hay mil preguntas que quisiéramos entender, explicó Fierro Gossman.

En la mitología griega Artemisa es la diosa griega de la cacería y de las mujeres, y cómo esta misión es exclusiva del género femenino de ahí su nombre.

Para esta misión se construyó una cohete muy poderoso y en la parte superior lleva una sonda llamada Orión, que es en donde viajarán las astronautas. Su nombre es originario de la mitología griega, también era un cazador y curiosamente novio de Artemisa. Por ello, la nombraron de esta forma.

El trayecto no ha sido fácil, fue el quinto intento por lanzarlo, después de sufrir algunos desperfectos en los lanzadores (se salía el combustible) y posteriormente los retrasó el mal tiempo.

Sin embargo, en esta última ocasión se logró con gran éxito y hoy  la sonda Orión transporta a cuatro maniquíes que representan a las mujeres, para probar cómo interactuara el cuerpo humano femenino con los rayos cósmicos.

El Sol, es una estrella incandescente en evaporación y todo el tiempo lanza rayos cósmicos de alta velocidad. Sin embargo, la tierra está protegida por el campo magnético que desvía estos rayos al espacio exterior.

Pero cualquier nave espacial que salga de nuestro planeta, no tiene esta coraza y los rayos cósmicos pueden dañar de forma importante los tejidos de las mujeres, por ejemplo el útero, las mamas, o incluso los riñones, etc.

De hecho, los maniquíes tienen sensores en las regiones más débiles y así lograrán identificar qué sucede con estos rayos cósmicos en estas zonas.

El despegue

El lanzador que se utilizó para salir al espacio es muy poderoso, tiene el tamaño de dos estatuas del Ángel de la Independencia una sobre otra.

Su construcción fue complicada, y se llevó por secciones en barco o ferrocarril al lugar del lanzamiento para ponerse en órbita.

En esta ocasión, la sonda Orión lleva varios pequeños satélites, cada uno del tamaño de una caja de zapatos. Éstos son muy importantes para probar y utilizar su tecnología.

La idea es ponerlos en el espacio para analizar diferentes objetos. El primero se pondrá en torno a la Luna para analizar las regiones donde se posará Gateway.

Estos micro-satélites se utilizaron en la misión de DART que colisionó un pequeño satélite. Con el micro-satélite llamado Lucy lograron fotografiar el impacto e identificar que sí cambió de trayectoria.

Beneficios

Los beneficios son muchísimos, los países que participan (Estados Unidos, Canadá, Japón y la Unión Europea) podrán desarrollar desde la ciencia básica una tecnología de innovación que servirá para toda la humanidad.

Por ejemplo, podrán estudiar el cuidado de las mujeres y su comportamiento en el espacio. Esto ayudará a entender mejor los problemas propios del género femenino.

“La comunidad científica está muy emocionada, vamos a explorar nuestro vecino en el espacio para aprender su origen, concluyó Julieta Fierro Gossman.