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Un mundo sin armas nucleares ¿sueño imposible?

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Nota original de: Ciencia UNAM
Autor de la nota: Laura García J., Ciencia-UNAM-DGDC
Fecha de publicación: 25 de septiembre de 2020
https://ciencia.unam.mx/leer/1043/un-mundo-sin-armas-nucleares-sueno-imposible-[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]El 6 de agosto de 1945, el mundo cambió. El reloj marcaba las 8:15 de la mañana cuando el Bombardero B-29 arrojó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima a “Little Boy”, nombre de esa bomba atómica de Uranio-235 creada secretamente por el proyecto Manhattan.

Al instante, más de cien mil personas fallecieron, miles más resultaron con quemaduras en diferentes partes del cuerpo; los que no fueron inmolados al instante, padecieron a mediano y largo plazo las consecuencias de la exposición a la radiación. La ciudad, su población, sus estructuras, su historia, todo fue aniquilado bajo el hongo atómico.

Tres días después, la otra bomba: “Fat Man”, arrasaba con la ciudad japonesa de Nagasaki.

A 75 años de la explosión de las bombas atómicas sobre las ciudades japonesas, el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares (26 de septiembrebusca generar conciencia sobre la amenaza que supone para la humanidad estas armas y la necesidad de su eliminación.

¿Será posible lograr la prohibición de la posesión, desarrollo, producción, adquisición, ensayo, almacenamiento, transferencia, uso o la amenaza de uso de armas nucleares?

  • Los nueve estados con más armas nucleares: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte), poseían en conjunto un estimado de 13 400 armas nucleares al comienzo de 2020.  Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, 2020

Antecedentes

En las armas nucleares se utiliza la energía proveniente tanto de la fisión como de la fusión nuclear. Los núcleos atómicos liberan energía cuando se “rompen” núcleos pesados de isótopos como el Uranio-235, así como al unir núcleos ligeros de deuterio o tritio, comenta el doctor Julio Herrera Velázquez, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.

¿Qué motiva la creación no solo de más armas nucleares, sino de volverlas más letales y con un mayor alcance?

El experto en fusión nuclear comenta que durante la Guerra Fría, la carrera armamentista estuvo condicionada por la presión nacional entre grupos opositores, el deseo de demostrar poder frente a otras naciones, el efecto psicológico que ejercía la tenencia y desarrollo de ellas, así como el temor de la destrucción mutua.

Durante los años 50 y 60, se realizaron una gran cantidad de ensayos nucleares terrestres, atmosféricos, subterráneos y submarinos, generando graves efectos contaminantes por radioactividad en el planeta.

El mayor impacto en la historia fue ocasionado por la bomba Tsar de Rusia en 1961, que causó una explosión de 50 megatones, el equivalente a 50 millones de toneladas de Trinitrotolueno (TNT) que se detectó en sismógrafos de diferentes partes del mundo.

Los efectos de las pruebas nucleares sobre el planeta, junto al mayor estudio de los efectos de la radiación a corto, mediano y largo plazo, sumados a la conciencia cada vez mayor de las implicaciones negativas del uso de la energía nuclear con fines bélicos, el agotamiento de recursos financieros, así como la búsqueda por una limitante en el desarrollo de estas armas llevó a la firma de el Tratado de No Proliferación Nuclear, hace 50 años, y el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.

Efectos de las armas nucleares

Las bombas usadas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki funcionaban mediante el principio de fisión nuclear.

Consiste en el “rompimiento” de un átomo pesado, liberando energía y generando neutrones y átomos con núcleos medios.

La bomba usada en Hiroshima era de Uranio 235 y al romperse, liberó energía, átomos de Ba56 y Kr 36, además de neutrones, los cuales impactaban en otros núcleos de Uranio, generando una reacción en cadena.

Debido a que la energía liberada en la fusión nuclear es mayor que la generada por la fisión nuclear, las bombas H tienen un poder destructivo mayor.

Además de los efectos mortales, se han documentado secuelas en sobrevivientes a corto y largo plazo:

Efectos inmediatos  

-Explosiones.

-Onda térmica.

-Exposición a la radiación instantánea (rayos gamma y neutrones). En dosis relativamente bajas daña la médula ósea. En dosis más altas, produce lesiones en el aparato gastrointestinal y en dosis muy altas en el cerebro.

-Exceso de presión generando la destrucción y desplome de edificios.

-Los impulsos electromagnéticos dañan los dispositivos electrónicos, incluidos los necesarios en los servicios de salud.

-La destrucción y el deterioro de los servicios de salud afectan el tratamiento de las víctimas.

-Daño en los suministros de energía eléctrica y otros servicios esenciales.

Efectos intermedios y a largo plazo 

-Heridas de quemaduras e infecciones gastrointestinales.

-Daño en el sistema inmunitario consecuencia de la sobreexposición a las radiaciones. Las radiaciones ionizantes reducen el número de linfocitos T auxiliares y aumentan los linfocitos T supresores, con lo cual es mayor la vulnerabilidad de las víctimas a las infecciones y cánceres.

-Riesgo en el aumento de las lesiones genéticas en la descendencia de los sobrevivientes.

-Trastornos del comportamiento y psicológicos

  • El 14 de febrero de 1967 se firmó en la Ciudad de México el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, mejor conocido como el Tratado de Tlatelolco. En él se expresa el rechazo de toda una región geográfica a las armas nucleares. A la fecha son 33 Estados de América Latina y el Caribe los que han firmado y ratificado este Tratado. 

¿Hacia la eliminación total de las armas nucleares?

Aunque existen tratados y regulaciones internacionales sobre el uso de la energía atómica con fines bélicos, el doctor Herrera Velázquez opina que la eliminación total de estas armas es un sueño imposible, pero por el que no debemos dejar de luchar.

“Lo importante es concientizar a la gente de que si bien, podemos tener usos pacíficos de la energía nuclear, tener armas nucleares es algo éticamente inaceptable, sobre todo cuando su propósito no es destruir infraestructura, sino destruir poblaciones civiles; ellos nunca deben ser involucrados en los conflictos militares”.

El experto alerta que en tanto sigan existiendo armas nucleares nunca estaremos exentos del peligro de que sean usadas, por lo que es importante concientizar a los pueblos y a los gobiernos de su poder destructivo.

Además es importante insistir en la vigencia y ratificación por los países en torno a los diferentes tratados nucleares, pues explica, existen graves consecuencias y riesgos en que países como Estados Unidos no los ratifiquen y abandonen, pues alienta a que otros países que tienen menor capacidad nuclear tampoco lo hagan.

El más reciente gran revés en la búsqueda de la disminución en el número de armas nucleares estratégicas, es decir, aquellas que se usan solo contra infraestructura y no en batalla, ocurrió en 2019 durante la negociación del Tratado de Medidas para la Reducción y Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas (Nuevo START).

Rusia y Estados Unidos, los países que poseen en conjunto más del 90% de las armas nucleares mundiales, aún se encuentran reacios a negociar el Tratado; lo que ha dado pie a especulaciones sobre las actividades no declaradas de ambas naciones sobre este tema.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]