El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tiene un historial de declaraciones falsas y llamados de odio que ha hecho a través de sus redes, motivo por el cual, ya no podrá usar la plataforma hasta terminar su mandato, señaló Irene Soria Guzmán, académica, diseñadora gráfica y activista de software y cultura libre.
En entrevista para Primer Movimiento de Radio UNAM indicó que más allá de decir si es censura o no, un punto importante a destacar es poner sobre la mesa el debate de cuánto poder tienen estas plataformas digitales que son privadas. “El tema implica un análisis político, social e incluye cuestiones técnicas en cuanto al uso de redes sociales”.
No hay que olvidar que tanto Facebook como Twitter son empresas privadas y que todos los usuarios hemos firmado un contrato con ellos al sacar una cuenta, “algunas reglas no las vemos, hay que decirlo, los términos y condiciones están hechos para no leerse y ellos son una casa privada, con sus reglas particulares”.
Agregó que no hay que ser ingenuos al analizar las razones de las redes sociales al tomar esta medida. Es cierto que algunas personas han defendido a los espacios sociodigitales como un espacio público, pero también a Twitter le interesa mantener su credibilidad ante los usuarios y responder a los activistas que le han pedido que intervenga. “Como sociedad debemos de preguntarnos cómo estas decisiones se están tomando de manera unilateral por parte de una empresa privada y qué tanto sirve esto. Es una discusión que ahora está en el aire”.