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Saturación de información influye en el comportamiento de las personas

Los mexicanos somos gregarios y poseemos fuertes lazos familiares, por lo que tendemos a compartir todo tipo de información en nuestros grupos sociales sin confirmar las fuentes. Ante los datos sobre la pandemia de Coronavirus (COVID-19) que azota al mundo, los números son complejos. El peligro es real, es decir, el estímulo que nos produce la ansiedad existe.

La ansiedad es una respuesta habitual de los seres vivos ante un riesgo real o imaginario. Sin embargo, cuando estas sensaciones son difíciles de manejar o las proyecciones de nuestros pensamientos diarios no se resuelven y nos sobrepasan, pueden desencadenar trastornos emocionales que provocan sensaciones de malestar, tensión, opresión, nerviosismo, preocupación, entre otros.

De acuerdo con el doctor Rolando Díaz Loving, profesor de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, la amenaza de contagio por coronavirus nos hace actuar muchas veces de forma inadecuada.

La saturación de información a la que nos enfrentamos influye en el comportamiento tanto de las personas ansiolíticas como en aquellas menos nerviosas. Mientras las primeras entran en pánico, las segundas se hacen más temerarias, al punto de pensar que el contagio no existe.

Por ello, sugiere cambiar nuestro chip para tratar de pensar de una manera más lógica. “Nos gusta decir que tenemos datos cabalmente objetivos. Esto incrementa la cantidad de información aversiva que está en nuestro medio”, de ahí la necesidad de aprender a cuestionar la información.

Díaz Loving señala que nuestro cerebro absorbe la información y su fuente, pero a medida que pasa el tiempo recordamos sólo el contenido, por lo que éste se convierte en nuestra información, por tanto, en el momento en que nos apropiamos de ella, nuestra responsabilidad es saber que sea verídica.

Así pues, en situaciones delicadas como la que estamos viviendo a raíz de la pandemia, lo más importante es contar con información clara y objetiva, de tal manera que, si llegamos a sentir ansiedad, nuestra conducta sea la apropiada: mantener cierta distancia social, lavarse las manos y salir de casa sólo si es necesario.

La cuarentena evitará que todo aquel que tiene la posibilidad de quedarse en casa pueda llevar a cabo su cotidianidad, sin embargo, encontrar la fórmula para distraernos de una manera sana y constructiva depende de nuestra creatividad. Es el momento de hacer lo que nunca hemos hecho o hemos postergado, regresar a la humanidad.

El académico universitario menciona que debemos escuchar noticias de fuentes responsables y evitar aquellas que aparecen en redes sociales. Esta acción la recomienda a personas con un grado alto de ansiedad ante todo tipo de estímulos.

Finalmente, Díaz Loving apunta que si se conoce a una persona que muestre una mayor tensión de manera sistemática y constante, o que su conducta sea incongruente con la realidad objetiva de la problemática del contagio por Coronavirus, habrá que conducirla con un profesional que le ayudará a resolver su situación.