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Trabajo interdisciplinario para conservar el patrimonio cultural

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Nota original de: Gaceta UNAM
Autora de la nota: Sandra Delgado
Fecha de publicación: 28 de enero de 2021
https://www.gaceta.unam.mx/trabajo-interdisciplinario-para-conservar-el-patrimonio-cultural/

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  • La investigación de materiales, fundamental
  • Es necesaria la participación de restauradores, arquitectos, ingenieros e historiadores del arte, entre otros profesionales: Nora Pérez, de Estéticas


C
onocer a fondo un inmueble valorado como patrimonio cultural ayuda a tomar decisiones correctas sobre el uso de materiales para su adecuada restauración, lo cual incluye planificación de las obras y participación de personal calificado, afirmó Nora Ariadna Pérez Castellanos, Cátedra Conacyt e investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE).

La universitaria planteó un estudio comparativo de los materiales que se han reportado en restauraciones para monumentos en edificios patrimoniales, en las cuales la complejidad de realizarlas –a diferencia de un inmueble habitacional moderno– es que los primeros tienen valores sociales e históricos que deben preservarse.

La también doctora en Ciencias e Ingeniería de Materiales aclaró: “es indispensable tomar en cuenta las características físicas y químicas de una edificación, porque si está construida originalmente con adobe (arquitectura de tierra), piedra y cal, por ejemplo, y al intervenirla se introduce cemento, se alterarán sus valores materiales y se causará un cambio físico en su estructura.

“Los morteros de cal tardan en secarse y en obtener su máxima resistencia, pero puede ser compatible con el original. No obstante, si el especialista necesita resistencia para ejercer todo el esfuerzo del edificio y que pueda cargar muros para que la gente ingrese al recinto, la cal no le dará esas propiedades y, por tanto, deberá encontrar otro producto para asegurar que los materiales nuevos trabajen de manera adecuada y respondan a los requerimientos actuales”, advirtió.

Aseguró que es una tarea complicada, interesante y de paciencia, porque toma mucho tiempo conocer y evaluar los daños. Cada caso es particular, por ejemplo los conventos son estructuras amplias que deben analizarse por partes; para saber qué tipo de material utilizar hay que hacer labor de investigación histórica: qué estaba previamente y qué puede funcionar, además del presupuesto asignado a cada caso.

“Debido a las experiencias previas con huracanes, sismos o guerras en otros países, los expertos han llegado a la conclusión de que muchos de los problemas que había después de las restauraciones no eran debido a la selección de materiales, sino al corto tiempo con las que se hacían; ya que para asegurar un inmueble con una alta calidad de rehabilitación se requiere de tiempo para supervisar, planificar obras y, sobre todo, evaluación y opinión de varias miradas de personal capacitado.”

La académica indicó que para cumplir con los criterios de intervención que establecen las cartas internacionales en la materia se requiere conformar equipos multidisciplinarios en los que intervengan restauradores, arquitectos, ingenieros, historiadores del arte, científicos de materiales, entre otros.

Lo anterior para que, en conjunto, puedan resolver de la mejor manera cada caso y devolverle al sitio la vida y el vínculo que tenía con la sociedad.

De acuerdo con Pérez Castellanos los arquitectos, junto con los restauradores, realizan un levantamiento de deterioros a todos los niveles y a partir de esto hacen una planificación de cómo debe repararse.

Aquí es donde se discute la estabilidad estructural del edificio y los materiales de origen que respondan a los tiempos del trabajo de reconstrucción y que respeten los valores patrimoniales de la edificación.

Los conventos son estructuras amplias que deben analizarse por partes; para saber qué tipo de material utilizar hay que hacer labor de investigación histórica; qué estaba previamente y qué puede funcionar. Fotos: cortesía Eumelia Hernández.

Valores históricos

“Es esencial saber cómo van a funcionar los materiales, qué resistencias tendrán, en cuánto tiempo las alcanzarán para que pueda estabilizarse el edificio y que no se pierdan los valores históricos; dependiendo del daño, el debate puede ir desde los materiales hasta técnicas de intervención o la incorporación de nuevos elementos arquitectónicos, así como trabajos con la comunidad con el fin de ver cuál es la mejor manera de volverle la vida al inmueble.”

Después de pasar la parte estructural, aseveró, se requiere una labor en aspectos más finos, como la parte de restauración de aplanados, de pintura mural, retablos y escultura. Y continuó: Las discusiones teóricas que se hacen en torno a esto incluyen a diversas disciplinas, pues se trata de ver la mejor manera posible de cuidarlo todo para que continúe manteniendo su historia, que incluirá probablemente algún tipo de desastre.

Al concluir, Nora Ariadna Pérez subrayó que “la mejor forma de conservar el patrimonio cultural es conocerlo a fondo, porque es de todos, y que sea parte de nuestra vida cotidiana e identidad; su importancia radica en la preservación cultural de una sociedad o nación”.

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