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Suicidio, una alerta permanente

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  • La prevención, luz en el camino

  • Expertas universitarias analizan esta conducta y señalan que hay que fomentar estilos de vida saludables y hacer un uso adecuado del tiempo libre; la UNAM cuenta con programas de atención en distintas instancias

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Nota original de: Gaceta UNAM
Autor: Fabiola Méndez
https://www.gaceta.unam.mx/suicidio-una-alerta-permanente/
Fecha de publicación de la nota original: 13 de septiembre 2021

Es más frecuente en hombres que en mujeres.

En las últimas décadas ha habido una escalada de muertes por suicidio en niñas, niños y adolescentes; la cifra se incrementó de 4.63 a 5.18 por ciento entre 2019 y 2020.

La situación anterior, la cual es altamente preocupante, concuerda con el hecho de que las tasas de intentos suicidas se han elevado sustancialmente en el último año y medio, indicó Lucía Ledesma Torres, académica de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina.

Es más frecuente en hombres que en mujeres

La especialista detalló que se ha documentado que después de una crisis económica o situaciones como la sanitaria actual, aumentan las muertes por suicidio.

Asimismo, precisó –en el contexto del Día Mundial de Prevención del Suicidio, celebrado el 10 de septiembre con el objetivo de concienciar en el ámbito mundial acerca de que puede prevenirse– que la tasa global de fallecimientos por esa causa es de 10.6 por cada 100 mil habitantes (10 mil 600 muertes), siendo más frecuente en hombres con 13.5 que en las mujeres, con 7.7.

En el caso de América Latina, la también jefa Nacional de Salud Mental del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, puntualizó que la tasa de suicidios es de 14.1 (14 mil) por cada 100 mil habitantes.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en México en 2019, antes de la pandemia, se contabilizaron 6 mil 710 muertes por lesiones autoinfligidas, lo que representa una tasa de suicidio de 5.4 por cada 100 mil habitantes, con una proporción de ocho hombres y dos mujeres.

Estar atentos, sin ser pesimistas

Ante eso, Carolina Santillán Torres Torija, supervisora académica del Programa Crisis, Emergencias y Atención al Suicidio de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, reiteró que no hay que ser pesimistas, ya que la mayoría de las personas saldrán adelante; sin embargo, hay que estar alerta con aquellas que pudieran presentar factores de riesgo como la pérdida de empleo o de uno o varios integrantes de la familia, así como un alto nivel de endeudamiento.

Esos factores, dijo, podrían hacer que este 2021, el contexto pandémico y el cierre del año, en algunos países puede haber una prevalencia de sintomatología depresiva.

Las poblaciones que más preocupan son los estudiantes de secundaria y preparatoria, debido a que están viviendo cambios emocionales y hormonales, teniendo su debut sexual o se inician en el consumo de las sustancias, por vivir situaciones de abuso, acoso, y en algunos casos el rezago o abandono académico.

Torres Torija recalcó: se debe estar vigilante de dichos sectores de la población porque es cuando más se requieren el apoyo social y es cuando menos lo tienen. Asimismo, mencionó que hay que cambiar la idea de que un intento de suicidio es individual; más bien hay que pensar que la salud mental es la consecuencia asociada de lo que sucede alrededor de la persona, “es un termómetro de la desigualdad, el desempleo, la pobreza, la rigidez, la exploración de su orientación sexual”.

Exhortó a estar pendientes y entablar una conversación, tener un directorio a lado para referirlos a un servicio de salud mental especializado, porque el suicidio es el peor de los desenlaces de todas las enfermedades mentales.

La experta detalló que el desconocimiento hace que no se les dé el tratamiento adecuado. Se les considera de forma diferente únicamente por presentar una cuestión de salud mental, “no tenemos que dejar pasar cualquier señal de una persona que está pidiendo ayuda de la mejor manera que puede”.

Dijo que la mayoría de las personas que han muerto por suicidio dieron indicios, pero las personas a su alrededor los dejaron pasar

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