Con 20 años de edad y casi cuatro de haber incursionado en la disciplina de lucha olímpica estilo libre, Emiliano Prado Guzmán, alumno de tercer semestre en la carrera de Derecho, en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, es un joven atleta universitario que labra sus sueños y su historia a base precisamente de eso: lucha, esfuerzo, disciplina y constancia, a pesar de las adversidades.
Próximo a participar en el Campeonato Panamericano Juvenil de la especialidad, que se llevará a cabo en la ciudad de Fortaleza, en Brasil, del 15 al 19 de agosto próximos, se prepara a conciencia, tanto en el gimnasio de su ex escuela (el plantel 4 Vidal Castañeda y Nájera, de la Escuela Nacional Preparatoria), bajo las órdenes del entrenador que lo invitó un buen día, a probar suerte dentro de esta disciplina, el profesor Alfonso Jessel Pérez, así como también, en las instalaciones del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos y Alto Rendimiento (CNAR), de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).
“El deporte siempre me ha gustado. Antes jugaba futbol, pero al ingresar a la Prepa 4, yo quería practicar un deporte. Un buen día, el profesor Jessel me vio, me invitó y me motivó a entrar en su equipo: el de luchas asociadas. Yo nunca antes había practicado este deporte y realmente inicié de cero en esto. Me llamó la atención el hecho de que entrenaban diario y también, el buen ambiente dentro del equipo. Además, descubrí que con la lucha, adquirías y desarrollabas habilidades de flexibilidad, fuerza, resistencia, capacidad de reacción, mentalidad y estrategia”, recuerda.
A pesar de tener una corta trayectoria dentro de esta disciplina, Emiliano ha destacado y muestra de ello, fue la medalla de bronce en su primera incursión en una Olimpiada Nacional, en 2015, en Nuevo León. Plata en unos Juegos Centroamericanos de la especialidad, ese mismo año, en Mérida, Yucatán. Y las recientes preseas de oro que conquistó este año tanto en el Campeonato Nacional Juvenil, en Querétaro, y el Campeonato Nacional de Federación, en Toluca, por tan solo mencionar parte de su palmarés.
Sin embargo, no todo ha sido miel sobre hojuelas para este joven nacido en la ciudad de México, que actualmente vive solo, en Texcoco, lejos de su familia, que por cuestiones de trabajo, viven en Cancún, Quintana Roo, y quien en agosto del año pasado, durante una competencia dentro del Campeonato Nacional que se disputaba en las instalaciones del Politécnico Nacional, en Zacatenco, al caer mientras realizaba una llave, sufrió triple fractura de radio y doble de cúbito, en su brazo izquierdo. “Me tuvieron que operar y colocaron 2 placas, con 8 y 9 tornillos. Tuve que parar y llevar a cabo una larga rehabilitación. En enero de este año, terminé la recuperación y volví a entrenar y a competir. Al principio, con temor, pero luego entendí que debía dar el cien por ciento y fui recobrando la confianza”, señala.
El amor de Prado Guzmán por la Universidad Nacional Autónoma de México, es inmenso. “La UNAM es mi casa, aquí pasó muchas horas de mi día, ya sea en la escuela o entrenando. Representarla significa bastante, por no decir que todo. Me ha dado tanto desde que ingresé a la Prepa y ahora, en mis estudios universitarios, que competir por ella, representarla y obtener triunfos que pongan en alto su nombre, es la mejor forma de retribuirle en algo, por lo mucho que me ha dado.
“Cuando entras a la UNAM, lo haces con muchas ilusiones, con muchos sueños y ganas de hacer algo. En mi caso, hacer deporte, a la par de los estudios, me ha brindado disciplina, y me otorga las bases para intentar ser exitoso en la vida. Hay tiempo para todo, también hay sacrificios que hacer, pero cuando ves los resultados, te das cuenta de que todo el esfuerzo, valió la pena. Mi sueño, es poder llegar tan alto, como poder representar a mi país en unos Juegos Olímpicos y por ello, día a día, me preparo para alcanzar esa meta…algún día”, finaliza.
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