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¿Por qué ganó el “no” a una nueva Constitución en Chile?

El 19 de diciembre de 2021, Gabriel Boric ganó las elecciones presidenciales de Chile con 55.87 por ciento de los votos en la segunda vuelta.

Casi nueve meses después, recibió un duro golpe pues la propuesta de una nueva constitución fue rechazada por los electores chilenos que no la aprobaron. Aunque él no la propuso, se considera una acción en su contra.

¿Por qué ganó el no a una nueva Constitución en Chile?                                         “En efecto, el gobierno de Boric tuvo un desgaste muy rápido. Él ganó las elecciones después del gran estallido social del 2019 en el que hubo movilizaciones masivas en las calles de las principales ciudades de Chile, como Santiago, Valparaíso y Concepción. En ellas se demandaba un cambio, porque los servicios públicos se consideraban muy onerosos y  muy deficientes, sobre todo la educación y la salud”, explica Mario Ojeda Revah, del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM.

“Recordemos -agregó- que Chile fue el laboratorio del neoliberalismo, del Estado mínimo, donde se ensayaron las ideas más ultras de Milton Friedman en condiciones casi de laboratorio”.

En 2019 se desató  una represión feroz contra  movilizaciones sociales en las que mucha gente perdió uno o los dos ojos porque los carabineros disparaban a mansalva. De estas manifestaciones surgió como un gran líder; Gabriel Boric , de la misma generación de Camila Vallejo y otros dirigentes estudiantiles que forman parte de este nuevo gobierno.

Debido al repudio internacional, Sebastián Piñera (entonces presidente de Chile) se vio obligado, primero a aplicar unas medidas sociales paliativas para desactivar el conflicto, y luego a negociar la celebración de un referéndum para convocar una nueva elección.

La Convención Constitucional

Con una mayoría de 55 por ciento, en el referéndum del 15 de noviembre del 2019, la sociedad chilena tomó la decisión de convocar a una Convención Constitucional formada por 154 constituyentes que habrían de deliberar, redactar y proponer una nueva Constitución.

“Independientemente de esta Convención Constitucional, el gobierno de Boric sufrió un desgaste no sólo brutal, sino vertiginoso”, dice el investigador del CIALC. “En sus primeros dos meses de gobierno pasó de un poco más de 55 por ciento de aprobación a 30 por ciento”.

Se debe mencionar que Boric llegó en un contexto muy difícil, con un deterioro brutal de la economía chilena e inflación galopante. “Lo primero que le duele a la gente es el bolsillo, y aunque la inflación no es culpa de Boric sino un fenómeno internacional que está afectándonos a todos, la gente culpa al que está a cargo, y en este caso al gobierno en turno”.

El tema de la Convención Constitucional se cuece aparte porque fue una acuerdo de 154 constituyentes en la que estuvieron representados movimientos sociales, representantes de los pueblos originarios y una izquierda maximalista, muy radicalizada que le imprimió un sesgo ideológico muy extremo al documento en una actitud de todo o nada.

“Si bien tiene aportes innegables, por ejemplo el primer artículo establece que Chile es un Estado social de derecho. Esto establece el marco normativo de un Estado de bienestar. Pero hay otros artículos que son muy controvertidos y que no concitan entusiasmo entre el grueso de la población chilena”.

Por ejemplo, la definición de Chile como un Estado plurinacional en el que hay una reivindicación muy justa de los pueblos originarios que representan a 12 por ciento de la población, en particular, los mapuches que han reclamado derechos después de muchos años.

¿Por qué ganó el no a una nueva Constitución en Chile?“Hablar de un Estado plurinacional para muchos abre la puerta a la disolución de la unidad nacional, a la fragmentación de la unidad nacional o a la secesión de territorios de la nación”.

Desde 1997 hay un conflicto muy violento en la Araucanía, por lo que no sorprende que en el sur de Chile haya habido un rechazo al documento desde el principio.

También hay implicaciones legales, porque hay artículos que hablan de un sistema de justicia diferenciado para los pueblos originarios y para el resto de los chilenos.  “En algunos pueblos originarios reconocen entre sus usos y costumbres golpear a la esposa, lo que evidentemente al resto de los chilenos no les parece aceptable”, dice el académico del CIALC.

Proponer eliminar el Senado fue muy mal visto porque se le reemplazaba por una muy vaga asamblea de regiones, una burocracia regional no muy bien definida.

Otorgar poderes al Congreso sobre el presupuesto tampoco fue bien recibido  por sectores muy amplios de la ciudadanía chilena porque se podía prestar a malos manejos.

Los mencionados anteriormente, son algunos ejemplos de los 3 artículos de la constitución rechazada por los chilenos.

Las encuestas anunciaban el rechazo

Según las encuestas –un día antes del plebiscito–, se decía que 47 por ciento iba a votar por el rechazo y que 37 por ciento iba a votar por el apruebo, mientras que 15 por ciento se mantenía indeciso.

“Pero de acuerdo con las cifras finales, fue una paliza: 62 por ciento contra 38 por ciento. Los indecisos se sumaron al rechazo e incluso uno por ciento huyó del apruebo y se sumó al rechazo”.

“Me gustaría destacar la actitud del presidente Boric, que para mí se reveló como un demócrata, porque salir y dar la cara, aceptar que el pueblo había hablado y que respeta la voluntad popular no es fácil. Y llamar a la unidad nacional. Es un joven de 36 años hablando como un estadista”, dice el investigador.

Nueva Constitución

Ahora se va a convocar una nueva Convención Constitucional, pero esta vez elegida por los partidos políticos y no por los independientes o por los movimientos sociales.

Esta nueva convención va a tener seis meses para elaborar un nuevo documento en el que participarán expertos constitucionalistas y va a tener que ser sometido nuevamente a su aceptación.

“Insisto en que la Constitución de cualquier país tiene que ser un marco normativo de convivencia en el que se reconozcan todos, no se puede sesgar porque si se sesga va a haber rechazo, como en este caso”.

338 artículos farragosos y mal redactados

“La Constitución que se rechazó es un texto farragoso, muy sinuoso, mal redactado, con muchas repeticiones y contradicciones, de difícil lectura, que además está formado por la friolera de 338 artículos”, dice Mario Ojeda. “Pero tenía cosas extraordinarias que el nuevo documento tiene que recoger, como el reconocimiento de la igualdad plena entre varón y mujer y a las minorías sexuales, algo a lo que nadie se opondría, salvo un ultraderechista o un intolerante”.

Curiosamente tras haber sido derrotados en las urnas, los miembros de la derecha guardaron silencio. Ni Piñera, que se amordazó, ni José Antonio Kast, el candidato perdedor, se pronunciaron.

“Obviamente, ciertos sectores de la derecha sí machacaron con la posibilidad de expropiación, de que ahí viene el comunismo, de que nos van a quitar la casa, ese tipo de cosas. Esos discursos sí calan. Recordemos cuánta gente cree que con la vacuna contra la Covid nos están insertando chips, o que la Tierra es plana”.

“Pero no creo que haya causado que el 62 por ciento la rechazara porque los sondeos coincidían en que el sur iba a votar en contra por el conflicto mapuche. En el norte había mucho rechazo por la inmigración de peruanos, bolivianos y venezolanos”.

“Recordemos que Boric perdió la primera vuelta, y que si en la segunda ganó fue porque había mucho miedo a Kast, quien es un personaje extremista, un ultra ultraderechista”.

¿Por qué ganó el no a una nueva Constitución en Chile?Por otra parte, la abstención fue muy alta. Mucha gente no se tomó la molestia de salir a votar en esta última convocatoria, a pesar de que era obligatorio. “Bueno,  aún así, de poco más de 15 millones de chilenos que fueron convocados a las urnas, sólo 13 millones asistieron. Es decir, dos millones se abstuvieron pese a que no acudir a esta convocatoria implicaba pagar multa”.

La Constitución de una Convención

“Quiero insistir en que la Constitución que se rechazó no fue propuesta por el presidente Boric sino por una Convención Constitucional de 154 miembros. Cierto, él avaló algunos aspectos, como el establecimiento de un Estado social de derecho, la igualdad entre varones y mujeres y concederles derechos a los mapuches”, explica el investigador.

Ahora, lo que mandata la ley es que tiene que elegirse una nueva Convención, pero esta vez por los partidos políticos. Va a sesionar seis meses como máximo y a elaborar un documento con el apoyo de técnicos y de expertos constitucionalistas.

“Lo que preveo es que como en toda Constitución va a ser necesaria una negociación. Establecer un Estado de bienestar que provea sanidad universal y educación pública universal es la piedra angular en la que todos podemos estar de acuerdo. Van a tener que hilar muy fino los nuevos constituyentes”.

“Creo que este rechazo significa un revés para el gobierno de Boric, pero no una derrota definitiva. Me parece una personalidad con grandes aptitudes políticas, es un líder nato, un estadista. Pertenece a una izquierda más moderna a la que no estamos acostumbrados”, finalizó el académico del CIALC.¿Por qué ganó el no a una nueva Constitución en Chile?