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Modric: el triunfo de la humildad

Este año, Luca Modric triunfó con su club y llevó a su selección nacional más allá de los pronósticos: en mayo fue pieza definitiva en la obtención de la 13ª Liga de Campeones para el Real Madrid y fue el líder de la escuadra croata que llegó a la final del Mundial de Rusia.

Con todo y estos logros, el mediocampista apenas figuraba en los rankings de expertos y aficionados, quienes desde hace una década toman partido en la rivalidad entre el “astro” Lionel Messi y su “némesis”, Cristiano Ronaldo. A ambos los opacó Modric en las competiciones más importantes de este año, con su accionar discreto, pero efectivo en la creación de juego.

La revista especializada France Football echó por tierra las predicciones, pronósticos y encuestas que limitaban a sólo dos nombres al merecedor del Balón de Oro como el mejor futbolista del planeta: Luca Modric levantó el trofeo en la gala celebrada esta semana y cerró así una década de dominio del argentino y del luso.

El creativo es un ejemplo del juego en equipo y hace honor al  número 10 que porta en cada juego como las grandes leyendas Pelé y Maradona: recupera balones, ayuda al compañero en dificultades y es preciso para ubicar a los atacantes con mejores posibilidades de frente a la portería.

“Desde niño aprendí a jugar en equipo. Me gusta más asistir a mis compañeros que lucir individualmente”, responde cuando se le cuestiona porque no busca más al arco rival en cada juego. El bien colectivo por encima del lucimiento individual, en contraposición a los excesos escénicos de Cristiano o a las burlas de Messi hacia el rival, mostrando su playera después de anotar gol.

En cambio, Modric es silencioso. Absolutamente táctico. Frío. Un Maestro Jedi en plena cancha, con toda la fuerza para asistir al compañero en una ubicación lejana o con la frialdad para eludir defensores y hallar el hueco preciso para asistir.

Él habla en la cancha, no necesita más.  Fuera de las florituras con el balón y de las grandes competiciones, es un hombre de familia, cuidadoso de su vida personal. Nunca lo verás en escándalos o exhibiendo lujos.

 

El Balón de Oro de Luca Modric es el triunfo de la humildad y de la esencia del juego.

 

¡Viva Modric!