Explora unam global tv
Explora unam global tv
explorar
Explora por categoría
regresar

Me defino como yo quiero ser

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Nota original de: ¡GOOOYA!
Autor: Sebastián Coronel Osnaya, Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Naucalpan
Fecha de publicación:  No. 5 Abril/Junio 22
https://puedjs.unam.mx/goooya/me-defino-como-yo-quiero-ser/[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
  • Los prejuicios hacia las nuevas masculinidades

Hablar sobre género abarca muchos aspectos, desde los biológicos hasta los sociales. Las intersecciones pueden ser sobre los estereotipos, en los que se han establecido ciertas conductas que cada individuo debe seguir según su sexo y donde reprueban cuestiones que no vayan en acorde a ello, que, lamentablemente, han impedido que todxs y cada uno de nosotrxs pudiéramos expresar libremente nuestra sexualidad de acuerdo a la identidad sexo-genérica que nos defina. Pero, más allá de esto, vale la pena preguntarnos: ¿Por qué nos cuesta tanto decir abiertamente nuestra preferencia sexual?, ¿por qué hay tanto rechazo a aquellos que no seguimos lineamientos hegemónicos y cómo erradicar este tipo de situaciones que nos lastiman?

Estos estereotipos han definido puntos básicos que hoy en día nos afectan directamente, desde la forma de desenvolvernos con la sociedad hasta cómo debemos desarrollar nuestra sexualidad, entre ellos, cómo debemos amar, cómo debemos de relacionarnos sexualmente y con quién, cómo debemos de reaccionar ante ciertas emociones, entre muchos otros.

Lamentablemente, existe mucha discriminación hacia aquellxs que hemos decidido romperlos y adoptar nuevas formas de relacionarnos y desenvolvernos con la sociedad en todos sus horizontes, de manifestar nuestra sexualidad y de amar a los demás, ya que, la mayoría de las personas están influenciadas por una cultura machista que no reconoce esta nueva realidad, en la que se crean nuevas concepciones acerca del sexo y del género.

No fui la excepción, gracias a que soy un hombre que concibe esta nueva realidad desde las nuevas masculinidades, he sido objeto de rechazo y comentarios desagradables por parte de algunos miembros de mi familia, compañeros de escuela y amigos, a razón de que yo adopté comportamientos que según, son “inadecuados” de un hombre, como: ser expresivo en mis emociones, sentimientos y miedos, ser muy sensible, cariñoso, amable y que ama a todxs por igual, resultando, para ellos,  algo muy poco común.

Una anécdota: en mis primeros semestres de bachillerato, tuve a un compañero con el que me llevaba muy bien y que consideré un gran amigo, pero que tiempo después, mostró un rechazo absoluto a mi persona por medio de burlas a espaldas de mí cuando se dio cuenta que, para él, no tenía el “comportamiento ideal” de un hombre. Escaló a tal grado, que algunos de mis compañeros empezaron a rechazarme por esto mismo.

Al principio, pensé que esto se trataba de un simple mal entendido, pero después entendí que esa persona a la que le di mi amistad me rechazó porque yo no seguí los estereotipos acerca del comportamiento establecido para un hombre, donde dictan que debemos ‘ser secos’, ‘cero expresivos’, y ‘mostrarnos indiferentes ante las cosas’, y cuyas consecuencias serían que, si no los seguíamos al píe de la letra, nos tachan de: “gays”, “afeminados”, “mujercitas” y un sinfín de palabras que ni insultos son.

Pero gracias a esta experiencia, no solo me di cuenta del desafortunado nivel de machismo que existe a la fecha dentro de las formas de definir, vivir, disfrutar, expresar y ejercer nuestra sexualidad, nuestro género y sexo, sino también, de cómo amamos y nos relacionamos con los demás, ya que, nuestra sociedad aún no asimila estos importantes cambios y cree que los estereotipos impuestos por la parte hegemónica son los adecuados para definir a un hombre y/o a una mujer, y además, no ha terminado de comprender que los tiempos son diferentes, donde  esa concepción que se tiene acerca de cómo debemos de desarrollarnos sexualmente y definir nuestro género quedó atrás, y que ahora, nos corresponde adaptarnos a esta nueva realidad.

Esto me sirvió para no solo perder el miedo a expresar libremente cómo desarrollo mi identidad sexual y de género, sino también, cuál es mi forma de amar y de relacionarse con el resto de las personas, dejando en claro, que es mi derecho a definirme sexualmente como a mí me guste y con base en mis convicciones, y no pienso darle gusto o preferencia a un cierto tipo de personas por ese simple hecho.

Por otro lado, uno de los puntos que a todxs nos apasiona y que va muy de la mano con el sexo y el género es, sin duda, el amor. En este caso, nos referiremos no solo a la forma en cómo lo conceptualizamos, sino también, cómo lo ponemos en práctica con los demás dentro de nuestras relaciones, ya que, al ser un tema demasiado amplio, cada quien lo ve desde diferentes horizontes, y, por tanto, no tendremos la misma forma de gozarlo y entenderlo.

En este punto, considero que el amor va mucho más allá de la química y las relaciones entre los amigos, las parejas o los novios, puesto que, al ser un concepto muy complejo de definir, también abarca aspectos de respeto hacia los demás por su identidad de género y su forma de desarrollarse sexualmente, a partir de los cuales, se puede crear un ambiente en donde haya confianza.

En lo personal, el amor lo aplico de manera igualitaria, es decir, yo amo a todxs por igual, demostrando un sentimiento de afecto y/o aprecio al otro, respetando sus ideologías, su forma de pensar, sus preferencias sexuales y aceptándolo tal cual, y como es, pero, la intensidad del amor entre amigos y entre parejas no es la misma, ya que, con los amigos, el amor lo demuestro de una forma menos expresiva y emotiva, para evitar todo tipo de malas interpretaciones que den a entender que quiero tener algo más allá de una simple amistad.

Además, también tiene que ver con algo muy importante, y es la sexualidad, a raíz de que gracias a ella cada quien define con quien quiere tener relaciones sentimentales, amorosas y sexuales. Donde mientras unos forman parejas de dos personas de diferente sexo, otros las forman con personas del mismo sexo, y en este caso, se estimula el sentimiento de afecto y las reacciones emotivas con aquellas personas con quienes se desee compartir momentos íntimos y personales.

Así, tengo la convicción de que no solo tenemos el derecho de definirnos sexualmente conforme a nuestra elección convenga, sino también, de ejercer nuestra sexualidad y el amor con quien nosotrxs queramos, puesto que, a partir de una cierta identidad de género, nos vamos identificando con ciertos puntos que nos permitirán tener en claro cómo conceptualizamos estas cuestiones y cómo las ponemos en práctica.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]