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Machismo: afecta tanto a mujeres como a hombres

 

 

El machismo consiste en una serie de creencias, valores y conductas que dicen que los hombres son superiores a las mujeres y por eso las subordinan. Sin embargo, esto no sólo afecta a las mujeres, también afecta a los varones.

De acuerdo con Claudio Tzompantzi Miguel, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, el machismo es algo que los hombres aprenden desde pequeños sin cuestionarse, “es algo que hemos naturalizado”.

Dentro de esta creencia, un varón debe probar cómo es un “verdadero hombre”. Así, los hombres rechazan tres conceptos: “no soy mujer, no soy homosexual y no soy un niño”.

Para empezar, no pueden hacer todo aquello que se relaciona con las mujeres: evidenciar sus emociones, realizar los quehaceres de la casa y ser débiles tanto física como emocionalmente.

No pueden mostrar sus emociones ante las mujeres ni ante ellos mismos porque los proyecta como débiles. Tampoco pueden mostrar emociones hacia otros hombres porque eso los relaciona con la homosexualidad. Y tampoco pueden relacionarse con su niño interior. ¿Por qué? Un pequeño es dependiente y un hombre no debe ser así. Se vuelve un proceso de deshumanización.

También se ven afectados en su sexualidad. Es muy importante el tamaño del pene (entre más grande lo tengan, mayor es su hombría, y si se erecta fácilmente y eyaculan bastante, serán grandes machos). Es muy importante el número de parejas sexuales que tengan, porque a mayor cantidad, mejor.

Es así como el género masculino se pone en riesgo, tanto en su salud emocional como física, en sus relaciones con otras mujeres y hombres, e incluso con su propia infancia.

En su cabeza tienen la idea de cómo ser un hombre, pero sus emociones les dicen otras cosas. Su mente se ve afectada porque reciben un doble mensaje: “no tengo que llorar, pero quiero llorar”.

Por vivir bajo los mandatos de una maculinidad tradicional los jóvenes pierden la vida en peleas callejeras, en accidentes automovilísticos o por el consumo de drogas.

Y, sin duda muy importante, el machismo se convierte en hechos lamentables de violencia contra las mujeres e incluso hacia otros hombres, explicó el académico universitario.

¿Por qué aceptan el machismo si los afecta?

Los hombres no desean cambiar el machismo porque les da privilegios; tienen la oportunidad de acceder a cosas que las mujeres no pueden.

Desde lo más sencillo, como caminar libremente por las calles a ciertas horas de la noche (aunque todos pueden ser víctimas de algún tipo de violencia), hasta subirse al transporte público sin sufrir acoso sexual. No tienen que pensar cada día en cómo se van a vestir para no padecer acoso.

Si una mujer cocina, es su obligación; pero si un hombre prepara la comida, lo ponemos en un pedestal, y decimos: “qué buen papá”. Una mujer es cocinera, pero un hombre es chef.

En los empleos les pagan más a los varones que a las mujeres por realizar el mismo trabajo. Debido a esos privilegios, los hombres no cuestionan el machismo, porque les brinda un lugar al que no están dispuestos a renunciar.

Cómo viven el machismo las mujeres

Actualmente, la tecnología permite averiguar el sexo del bebé desde que está en el vientre de la madre. Desde ese momento la sociedad le otorga una serie de atributos dependiendo de si tiene vulva o pene. Por ejemplo, los niños visten de azul y las niñas de rosa, dijo Carla Carpio, quien realiza una estancia posdoctoral en el Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM (CIEG).

El machismo llegó a América junto con los colonizadores, quienes trajeron de Europa una serie de creencias mediadas en gran medida por la Iglesia católica y por las creencias cristianas.

En ese momento en Europa había una cacería de brujas, en la que se juzgaba a las mujeres por su comportamiento. Desarrollaban saberes en la medicina sobre el cuerpo, que en ese momento se juzgaba como algo mágico.

En México el machismo prevalece porque está muy arraigado en la cultura.  Aunque cada vez menos gente se asume como católica, no dejan de tener ese tipo de comportamientos.

El machismo se traduce en una serie de roles y comportamientos de género, donde las mujeres son subordinadas por los hombres. Por ejemplo, las chicas están destinadas a ser mamás y su responsabilidad es cuidar a la familia. Si no lo hacen, son mal vistas por la sociedad.

Las mujeres viven todos los días violencia en las calles; sus cuerpos son vulnerados y los piropos se convierten en acoso. ¿Por qué hay un sector de la sociedad que tiene el derecho de irrumpir en el espacio de otra persona? La mayor forma de violencia que sufren son los feminicidios, dijo la universitaria.

¿Qué hacer para cambiar?

Actualmente las nuevas generaciones (chicas de entre 13 y 14 años) se han integrado a las movilizaciones feministas. De acuerdo con Carla Carpio, lo primero es alzar la voz, no quedarse calladas, reunirse, colectivizar, crear círculos de confianza donde puedan compartir y denunciar, aunque esto último no sea tan fácil.

“Lo más importante es que están reflexionando, y no se han quedado calladas sobre las situaciones con las que la mayoría nos sentimos incómodas”, explicó la universitaria.

En cuanto al género masculino, Claudio Tzompantzi Miguel enfatizó que es necesario que los hombres empiecen a cuestionarse el machismo que les han enseñado. Deben crear espacios para hablar con sus niñas y niños para cambiar ideas, creencias, valores y aptitudes ante la vida.

“Debemos aprender nuevamente a vincularnos con nuestro cuerpo y sentimientos. Además, aprender a relacionarnos de otra manera con otros hombres y con mujeres, con animales y plantas, y otorgarle un valor a nuestra humanidad y vida. Es un proceso largo, pero creo que se puede hacer”, concluyó el académico universitario.