Si pasa el tiempo en espacios abiertos o tiene mascotas que salen, tiene que mantenerse alerta contra las garrapatas. Son pequeños parásitos hematófagos (que chupan sangre) con una amplia variedad de especies. Muchas de ellas transmiten enfermedades a los animales y las personas.
Las garrapatas han sido reconocidas como una fuente de infección por más de 100 años. Ahora, a la larga lista de enfermedades virales, bacterianas y rickettsiales que estos insectos transmiten, hay que tener en cuenta que también provocan alergia a las carnes rojas, que no es un fenómeno nuevo, pero ahora es más frecuente, en especial la especie conocida como estrella solitaria ya que ha aumentado su población.
La garrapata es originaria de Texas pero, actualmente, ha abandonado dicho territorio y su presencia se está haciendo habitual en otros muchos lugares. A Texas se la conoce como el estado de la estrella solitaria. Por eso, no es de extrañar que a esta garrapata originaria de allí, por lo que la bautizaron como “tick lone star”, aunque su nombre científico es Amblyomma americanum.
Hay que decir, además, que este curioso síndrome también se ha detectado ocasionalmente con las picaduras de alguna otra variedad de garrapata, especialmente la llamada Ixodes holocyclus, que es originaria de Australia.
La alergia se debe a que la carne roja contiene azúcares como la galactosa-alfa-1,3-galactosa o alfa-gal, un azúcar que se forma naturalmente en los cuerpos de muchas especies de mamíferos, incluyendo vacas, ovejas, cerdos y perros, pero no en los humanos que generalmente la toleran muy bien.
El problema es que cuando nos pica esa garrapata, dicha azúcar pasa directamente a la sangre y provoca la respuesta del sistema inmunológico, y crea anticuerpos para combatirla. De esta manera cuando en la siguiente ocasión que la persona come carne, se provoca una reacción alérgica por causa de dichos anticuerpos. Dichas sustancias pueden dar lugar a una alergia potencialmente mortal tras ser picados por este insecto.
Sin embargo, hay algunas buenas noticias. Si una persona contrae esta afección, es probable que no sea permanente. Basta con excluir las carnes rojas del menú durante dos o tres años y todo debería volver a la normalidad.
Fuente: Quo