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Las negociaciones del TLCAN tienen prisa política

Hay mucha prisa por acabar con las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte debido a las próximas elecciones en México, señala María Cristina Rosas, doctora en Estudios Latinoamericanos por la UNAM.  Agrega que “quieren terminar la negociación antes del 1 de julio ya que hay preocupación de las dos partes (México y Estados Unidos) a que llegue a la presidencia un candidato anti libre comercio, que se desdiga y desconozca los tratados, pero hay que tomar las cosas con calma”.

Para la profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, las cosas que se hacen rápido no terminan bien, “hay mucha prisa política en la negociación, en comparación con la de 1990 tenemos experiencia en tratados, no estamos partiendo de cero, pero seis meses es poco tiempo”.

Asegura que se debe trabajar en diseñar una política industrial, ya que si bien no sería fatal para México si se retira del TLCAN, la Secretaría de Economía “no ha mostrado un plan B”.

Indica que hay una amplia gama de tratados comerciales que México tiene con el mundo, pero que no se han reforzado esas relaciones. Hay también un nicho en el turismo, “aunque se gasta mucho en ese rubro y la imagen de México es mala debido al narcotráfico”. Asimismo las remesas y la inversión extranjera han tenido un incremento importante debido al interés del mercado interno.

Sin embargo, Donald Trump no se ha cansado de expresar que dicho tratado ha sido más benéfico para México que para el país que dirige. En ese contexto, Cristina Rosas acota que las razones de la desindustrialización de Estados Unidos van más allá de los acuerdos comerciales, ésta se debe a que no produce los profesionistas que debe, “importa cerebros de todo el mundo”. Por otro lado, la personalidad de Trump es “bravucona” y tiene que mostrarse ante el electorado como alguien que cumple lo que promete, “aunque ha cumplido muy poco”.

Precisa que lo más importante es diseñar estrategias para lidiar con él, ya que la relación con México se ha complicado. Si bien, no se ha podido llevar a cabo una reunión entre los dos jefes de Estado (Peña y Trump) debido a compromisos políticos en sus países, Peña se ha mostrado nacionalista, y si se diera un “encontronazo” con Trump, cuya posibilidad es cada vez más difícil, “el costo político sería menor porque Peña ya se va”.

Sin embargo, no hay que olvidar que México es interdependiente de sus relaciones con el mundo para su desarrollo interno y aunque muchas empresas le han hecho ver a Trump que sus ideas no son viables, el presidente estadounidense declara todo lo contrario.

Concluye que hay que estar preparados para el escenario más catastrófico: la “reelección de Trump”.