Explora unam global tv
Explora unam global tv
explorar
Explora por categoría
regresar

Las mujeres son más vulnerables, pero también agentes de cambio

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

Nota original: Ciencia UNAM
Autora: Isabel Pérez

Fecha de publicación: 7 de febrero de 2019
https://ciencia.unam.mx/leer/717/especial-dia-de-la-mujer-cambio-climatico-con-enfoque-de-genero

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

La producción de alimentos, el agua y la salud son aspectos que se agudizan en tiempos de cambio climático, y las mujeres, principalmente de zonas rurales, han sido relevantes en estos temas.

El agua, por ejemplo, es un tema en el que las mujeres están directamente involucradas, no sólo por los quehaceres de la casa, sino por el cuidado de la familia y la producción de los alimentos en la huerta del hogar, comenta la doctora Úrsula Oswald Spring, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.

Por otro lado, están las enfermedades transmitidas por vectores (dengue, chikungunya, zika) y organismos vivos que propagan enfermedades infecciosas. Son precisamente las mujeres quienes se encargan de cuidar a los enfermos, lo que aumenta su jornada de trabajo.

Diferencias de impacto

El agua es crucial en términos de género en México, uno de los países más afectados por el cambio climático, debido a que estamos entre dos océanos en los que constantemente aumenta la temperatura.

“Estamos excesivamente expuestos a los fenómenos hidrometeorológicos que ocasionan desastres por huracanes o sequías y como consecuencia esto incide en la seguridad alimentaria”, señala la investigadora.

Las mujeres no sólo están expuestas, sino también son agentes de cambio, ya que tienen la capacidad de asumir liderazgos locales, regionales, nacionales e internacionales.

Lo crucial del cambio climático, agregó, es que los impactos son diferenciales de acuerdo a si se trata de hombres o mujeres; por lo tanto, también las políticas públicas deben tener en cuenta ambos aspectos.

La doctora en antropología social con especialidad en ecología hizo énfasis en que aproximadamente, entre un 68 y un 87 por ciento de las muertes en un desastre son mujeres y niñas.

“No sólo son víctimas por la vulnerabilidad social y la discriminación de género, sino porque la mayoría muere otras vidas; se les ha inculcado cuidar a los demás y es un rol que se auto asume en la vida cotidiana.”

Mujeres frente al cambio

En México, la tala y los incendios forestales ocasionados tanto por sequía como por intereses creados, traen consigo escasez de agua afectando el ciclo hídrico, los bosques, el cultivo, la alimentación y por ende, la salud.

La agricultura climáticamente inteligente puede ahorrar en nuestro país hasta 32 por ciento de los gases de efecto invernadero, pero para eso, se necesita promover desde el Estado en conjunto con la iniciativa privada, la sociedad y especialmente las mujeres, una política de agricultura de traspatio con eficiencia productiva que permitiera producir los alimentos”, sugiere la  investigadora.

Cabe destacar, que aproximadamente el 65 por ciento de los alimentos que se consumen en nuestro país, es producido por mujeres en pequeñas parcelas y huertos. Aún a nivel mundial, la mitad de los alimentos para consumo humano es producida por mujeres, precisó.

Las mujeres son elementos clave en la vida diaria, la integración familiar, los procesos de reproducción, el manejo ambiental y la estabilidad psicológica en situaciones de conflictos, así como durante y después de desastres, y por supuesto, para la mitigación y adaptación al cambio climático.

Las mujeres del campo pueden desempeñar un papel destacado en las acciones de mitigación del cambio climático, pues son quienes preservan un enorme saber sobre el manejo de nuestra riqueza biológica. Sobre todo, en comunidades donde la mayoría de los hombres han migrado a las ciudades.

Si deseas profundizar en este tema, te recomendamos la lectura del libro Cambio climático. Miradas de género, editado en 2015, en el que participa  Úrsula Oswald Spring y otras académicas e investigadoras. Se trata de una aportación que analiza cuatro de los temas más delicados en la actualidad: los bosques, el agua, la salud y la seguridad alimentaria.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]