Bajo la coordinación de Víctor Romero Rochín, investigador del Instituto de Física, el representativo mexicano que participó en la reciente Olimpiada Internacional de Física 2018 (IPhO, por sus siglas en inglés) obtuvo cuatro medallas de bronce y una mención honorífica.
Celebrada en Lisboa, Portugal, la IPhO es una competición de conocimientos en el área de Física, dirigida a estudiantes de bachillerato, quienes deben resolver pruebas individuales, teóricas y experimentales.
Los integrantes de la delegación mexicana fueron Oliver Vicente García Esparza y Óscar Guardado Chacón, de Nuevo León; Daniel Martín Marín Quiroz, del Estado de México, y Rubén Ulises Rodríguez González, de Baja California, quienes lograron el bronce, así como Valeria García Hernández, de Sinaloa, quien recibió mención honorífica.
Los académicos que apoyaron a los alumnos fueron Eleazar Neri y Rodrigo Pelayo Ramos, de la Coordinación de Olimpiadas de la Sociedad Mexicana de Física, a cargo del investigador de la Universidad Nacional.
El universitario señaló que la gran mayoría de los físicos del país son parte de la Sociedad Mexicana de Física, asociación civil sin fines de lucro encargada de organizar las olimpiadas regional y nacional de física, así como de realizar el entrenamiento y selección de quienes irían en la edición internacional, por medio de la Coordinación de Olimpiadas de la Física, a su cargo.
Durante todos estos certámenes tanto los estudiantes como los profesores que los acompañan trabajan de manera intensa; sin embargo, es una experiencia gratificante.
Romero Rochín destacó que el encuentro internacional es la fase final de un proceso que requiere, al menos, un año de entrenamiento en algunos jóvenes, pero de dos o tres años en otros.
Detalló que una fase inicial para elegir a la selección que intervendrá en el concurso internacional son las olimpiadas estatales, donde los 32 estados, incluida Ciudad de México, eligen a sus cuatro mejores participantes y con ello se seleccionan a 130 alumnos.
Posteriormente, en noviembre de cada año, se efectúa la Olimpiada Nacional, cuya sede es un estado del país. La justa dura cuatro días con dos exámenes, uno teórico y otro experimental, cada uno abarca cinco horas; se eligen 30 ganadores, a quienes se otorgan medallas de oro, plata y bronce, así como menciones honoríficas; es decir, se sigue el mismo esquema internacional.
A este grupo se le entrena de manera virtual, “pues la nación es grande y tenemos chicos de toda la República. El compromiso de ellos es hacer lecturas y resolver tareas que les enviamos, y una vez resueltas nos los devuelven para revisión y ver su avances”. Reciben además entrenamiento en laboratorios del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias.
Finalmente, se seleccionan nueve estudiantes, cinco de ellos que participaron recientemente en la IPhO, realizada en Portugal, y el resto se presentará en la edición Iberoamericana a efectuarse en octubre próximo en Puerto Rico.
Impulso
Con el lema de “Las medallas se ganan en México”, Romero Rochín coordina el programa mediante el cual la Sociedad Mexicana de Física prepara a los jóvenes mexicanos para el reto de las olimpiadas de física. “Ese nombre implica que en México es donde los estudiantes se entrenan para las competencias. Con una formación adecuada y sólida, el sueño de figurar en el medallero se verá alcanzado”.
A partir del lanzamiento de dicho programa se ha logrado de manera consistente que los jóvenes mexicanos de bachillerato figuren entre los mejores en el ámbito mundial en el área de física.
Este proyecto busca trascender a la educación media superior mas no modificarla. Si los profesores se involucran en estos proyectos “podríamos extenderlos a las aulas y, de alguna manera, podríamos incidir en la educación media superior, sin ninguna pretensión de reemplazarla”.