A raíz de la llegada de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos, se aplicó la política de tolerancia cero a la migración. Esta política ha mostrado en las últimas horas escenas dramáticas de niños separados de sus familias, “hay una razón y se está manejando muy mal en Estados Unidos, sobre el proceso de detención para todo aquel que ingresa de manera ilegal a ese país; a los que logran detener, los confinan en un lugar y es riesgoso confinar en un mismo espacio a niños y adultos”, explicó María Cristina Rosas González, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM..
Para la especialista en Relaciones Internacionales, el principio básico es detenerlos, “separar a los niños de los padres es un proceso que no nos gusta, pero hay una racionalidad atrás de esto”.
Sin embargo, las condiciones de las detenciones son inhumanas y le recuerdan las situaciones dramáticas de la Segunda Guerra Mundial, “lo que está haciendo Estados Unidos es muy extremo”.
En ese contexto, Rosas González acotó que hay muchas razones que llevan a las personas a salir de sus países de origen: violencia, búsqueda de mejores oportunidades, entre otras.
“Sí hay que condenar a Trump por el tema de derechos fundamentales de los migrantes, pero también hay que resolver las condiciones que orillan a abandonar el hogar para ir a otro donde se sabe que cuando se llegue van a ser motivo de vejaciones y discriminaciones, pero aún así deciden irse porque son peores las condiciones en su país natal”.
La doctora en Estudios Latinoamericanos señaló que en el próximo mes de diciembre se cumplirán 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual fue suscrita por buena parte de la comunidad internacional.
Abundó que después fue necesario crear una Convención de los Derechos del Niño, “se buscaba visibilizar esos derechos y en 1989 se creó esa convención que fue suscrita por todos los países del mundo, excepto uno, Estados Unidos”.
La justificación del gobierno estadounidense para no firmar fue que cuenta con convenciones más avanzadas, “dicha convención señala que los adultos tienen que garantizar el bienestar de los niños y podemos ver que las acciones del gobierno de Estados Unidos, con Trump a la cabeza, está afectando la unidad familiar y el bienestar psicológico de los infantes. De hecho, organismos como Amnistía Internacional considera que esto es equivalente a la tortura”.
Rosas González resaltó que el tema migratorio se vuelve destacado, sobre todo, en periodos electorales. En ese sentido, Trump quiere mostrarle a su electorado que toma medidas “mediáticamente impactantes” para detener la migración. “Espera hacerlo con muros o más patrullas fronterizas y tecnología en la frontera, pero a la migración no la detiene nadie, la gente va a seguir entrando a Estados Unidos”.
Para mitigar este fenómeno, refirió la académica, hay que pensar en otras políticas no sólo en México, sino como comunidad norteamericana de naciones. Asimismo, afirmó que dichas medidas tendrán un efecto sobre su electorado, sobre todo este año, “una buena parte de la población no está de acuerdo con la forma en que se trata a los niños, pero eso ya lo veremos”, finalizó.