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UNAM REALIZA DIAGNÓSTICO GENÉTICO DE ENFERMEDADES RARAS

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La UDER, de la División de Investigación de la Facultad de Medicina, ofrece sus servicios a quien sospeche o quiera confirmar que sufre una dolencia de esta naturaleza

De acuerdo con un criterio internacional, las enfermedades raras son aquellas que afectan sólo a una persona por cada 2 mil habitantes. A estos padecimientos también se les conoce como de baja prevalencia, poco comunes o huérfanas (este último adjetivo lo llevan porque históricamente han sido desatendidas por la investigación médica y la industria farmacéutica).

Si bien son muy poco frecuentes, en conjunto aquejan a millones de personas en todo el mundo (se calcula que podría haber hasta 10 mil de estos padecimientos); en México 8 millones de individuos sufren alguno.

“El 80 % de ellas tiene un origen genético y el restante 20 % aparece a consecuencia de infecciones poco usuales, problemas de autoinmunidad, tumores e incluso intoxicaciones”, afirmó Juan Carlos Zenteno Ruiz, responsable de la Unidad de Diagnóstico de Enfermedades Raras (UDER) de la División de Investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM.

A partir de 2023, el Estado mexicano reconoce cerca de 5 mil 500 enfermedades raras que están en el catálogo de la Organización Mundial de la Salud; destacan la fibrosis quística, la hemofilia, el hipotiroidismo congénito, la espina bífida, la fenilcetonuria, la histiocitosis, la galactosemia, la homocistinuria, la hiperplasia suprarrenal congénita, el síndrome de Turner, la enfermedad de Fabry, etcétera.

“Sin embargo, no disponemos de un registro específico de cada enfermedad rara, porque resulta muy complicado. Con todo, no tenemos por qué pensar que en nuestro país no haya casos de todas. El problema radica en identificarlas y diagnosticarlas”, añadió Zenteno Ruiz.

Atención universitaria

A tres años de haber sido inaugurada, la UDER ofrece sus servicios a todas las personas que sospechen o quieran confirmar que sufren un padecimiento de esta naturaleza.

“A lo largo de este tiempo, más de 800 pacientes han sido atendidos; de éstos, cerca de 600 han requerido un estudio genético y más del 60 % han recibido un diagnóstico definitivo. En cuanto a los 200 restantes, al revisar su historial no pensamos que pudieran tener una enfermedad rara de origen genético; rara, tal vez sí, pero de otro tipo”, indicó.

Cabe señalar que uno de los criterios para clasificar un padecimiento como raro, pero no de origen genético, es la prueba genética en sí misma. “Si el 80 % de las enfermedades tiene un origen genético y se le hace una prueba genética a una persona y el resultado es negativo, entonces se puede descartar lo que ocurre con mayor frecuencia y buscar otra etiología”, especificó el investigador.

De origen genético

Casi todas las enfermedades raras de origen genético son monogénicas, es decir, aparecen como resultado de la mutación de un solo gen.

Al respecto, Zenteno Ruiz comentó: “Los humanos tenemos 23 mil genes que podríamos comparar con 23 mil libros. Así, la mutación de uno solo sería como el cambio de una letra en uno de esos 23 mil libros. Nuestro objetivo es saber en cuál de ellos se alteró una sola letra. Antes, buscar este cambio era una empresa prácticamente imposible. Ahora, gracias a la tecnología moderna, podemos analizar esos 23 mil genes e identificar la mutación de uno solo de manera rápida, precisa y bastante económica, lo cual evita al paciente muchísimos años de peregrinaje diagnóstico”.

Pacientes pediátricos

Por lo general, más del 50 % de las enfermedades raras aparecen en la infancia y hasta el 30 % de las muertes de menores de un año y el 10 % de las de niños de entre uno y cinco años se deben a ellas.

La mayoría de los pacientes que llegan a la UDER son menores de 15 años (algunos vienen con epilepsia que no responde a ningún medicamento, autismo o retraso en el desarrollo intelectual y físico).

“Esto nos brinda la oportunidad de diagnosticar, en etapas tempranas de su existencia, la enfermedad rara que padecen e impedir que más adelante se presenten sus complicaciones. Al establecer cuál es, uno puede saber su pronóstico y evitar, con un buen manejo médico, que se complique. Así, mientras más temprano diagnostiquemos a estos pacientes, mejor será el impacto positivo en su calidad de vida”, agregó el universitario.

Graves

En el gran conjunto de las enfermedades raras hay un espectro de padecimientos graves que se manifiestan en el nacimiento y que, si no se toman medidas oportunas, pueden ocasionar la muerte del paciente en horas o días durante los primeros meses de vida; unas de ellas son las metabólicas hereditarias, en las que surgen defectos genéticos que alteran el funcionamiento de las enzimas, esenciales para el metabolismo de los organismos vivos.

“Lo bueno es que esas medidas pueden ser mucho mejor dirigidas con un diagnóstico apropiado en las primeras etapas de la vida… Otras enfermedades raras afectan a los adultos, lo cual debemos considerar, porque si ya sabemos que el 80 % son de origen genético y un adulto contrae una de ellas y lo ignora y tiene descendencia, entonces puede transmitirse de generación en generación. Esto ha llegado a ocurrir con la Corea de Huntington, algunos casos de párkinson y el cáncer de tipo hereditario”, refirió Zenteno Ruiz.

Secuenciación del exoma

El estudio genético que se hace normalmente en la UDER es una secuenciación del exoma, la parte codificante del ácido desoxirribonucleico (ADN). Una vez que se toma la muestra de sangre o de saliva del paciente, y se realiza la secuenciación del exoma, el diagnóstico tarda en emitirse entre cuatro y seis semanas.

“A veces puede tardar un poco más, porque debemos confirmar la alteración genética en otros miembros de la familia o hacer estudios adicionales para estar en condiciones de decirle al paciente, con toda certeza, cuál es la causa de su enfermedad y cómo se llama ésta”, sostuvo.

Tratamientos

En la mente de infinidad de médicos, y también en el público en general, está incrustada la idea de que una enfermedad genética solamente puede ser tratada con terapia génica. “Eso es verdad para algunas enfermedades genéticas, pero la gran mayoría de las raras pueden ser tratadas con un manejo médico óptimo que incluya el uso de fármacos apropiados y la descontinuación de otros. A la UDER han llegado pacientes con un diagnóstico clínico y, una vez que se les hace una prueba genética, éste queda anulado, porque aquélla nos dice cuál es el diagnóstico real, y con él ya podemos saber cuáles medicamentos les convienen, cuáles no les servirán y qué estudios son innecesarios para ellos. Incluso, algunos pacientes se han salvado de someterse a una cirugía… En todos los casos hay un impacto positivo en el manejo médico de nuestros pacientes”, finalizó Zenteno Ruiz.