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¿QUÉ JOYAS DEL CINE RESGUARDAN LAS BÓVEDAS DE LA FILMOTECA UNAM?

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  • Desde 1960, su objetivo ha sido rescatar, restaurar, preservar y difundir el acervo cinematográfico de México
  • Resguarda joyas como Los olvidados, Macario, María Candelaria y las primeras imágenes de la Revolución de 1910

Entre muros de concreto rodeados de piedra volcánica, un recinto de CU resguarda la memoria fílmica de México: la Filmoteca de la UNAM.

A decir de Hugo Villa Smythe, responsable de la Dirección General de Actividades Cinematográficas y la Filmoteca de la UNAM, este espacio surge de la necesidad de crear un archivo para guardar y copiar aquellas películas que alimentaban los cineclubes del campus universitario.

En los años 50 del siglo XX se requerían espacios para exhibir y analizar filmes que trascendieran objetivos comerciales. “El cineclub significa no sólo ver la obra, sino comentarla y tener una sesión al final para que público y presentadores de la cinta hablen en profundidad de ella”, indicó.

Así se empezaron a acumular gran cantidad de títulos en los cineclubes, pero había que estructurarlos, organizarlos y preservarlos. En 1960 se consolidó este proyecto con donaciones del productor Manuel Barbachano Ponce de dos copias de películas: Raíces, dirigida por Benito Alazraki en 1953, y Torero, realizada por Carlos Velo en 1956. A esto se le considera el acto fundacional de la Filmoteca de la UNAM.

“Hoy tenemos casi 60 mil latas de celuloide depositadas aquí, las cuales conforman buena parte de la memoria cinematográfica del país. Se trata de una colección propia que, con el tiempo, se convirtió en un archivo fílmico universitario”, afirmó el director.

Para darnos una idea de la cantidad de archivos en resguardo, Hugo Villa explicó que, mientras la plataforma de streaming Netflix, en su versión nacional, tiene 50 mil títulos, la Filmoteca de la UNAM suma 60 mil que dan cuenta de la historia del cine mundial y, “sobre todo, del mexicano”.

Objetivos de la Filmoteca

Desde hace 65 años, el objetivo de la Filmoteca ha sido rescatar, restaurar, preservar y difundir el acervo fílmico de México. La mayoría de su acervo son depósitos a resguardo y donaciones realizadas por los mismos titulares de las obras, aunque algunos títulos se han conseguido mediante lo que Hugo Villa llama “laguneo”, es decir, a través de la búsqueda y adquisición en mercados ambulantes.

Así, este espacio resguarda desde películas completas e imágenes de la Revolución mexicana, hasta clásicos como Los olvidados, obra de Luis Buñuel considerada Memoria del Mundo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

La primera tarea de la Filmoteca es la preservación. Cada rollo en las bóvedas pasó por el Taller de Rescate y Restauración, donde se lleva a cabo un minucioso trabajo con las latas. Si es la primera vez que ingresan, se elabora una ficha técnica para evaluar sus condiciones físicas y obtener información del filme (como dirección, producción y año).

Si se detecta algún daño como sulfatación o avinagramiento, inicia una tarea de rescate. El primer paso es emprender un trabajo de investigación para establecer si se trata de una obra respaldada o digitalizada. Si no es así, lo primero que se hace es estabilizar el material (retirar las mieles que se forman para luego copiarlo o pasarlo a formato digital).

Aquí comienza la tarea de restauración, que busca regresarle la mejor vida posible a las cintas, mediante diversos procesos técnicos, para luego colocarlas en 15 bóvedas que cuentan con condiciones ideales de calor y humedad para su preservación. “En estos sitios de almacenamiento las películas aseguran su existencia durante los próximos 120 años. Fuera, no sobrevivirían arriba de dos décadas”, dijo Villa Smythe.

Otro de los objetivos es difundir parte del acervo, tarea efectuada a través de las salas del Centro Cultural Universitario, el Cinematógrafo del Chopo y su plataforma Cine en Línea (con más de 100 títulos disponibles).

“Deseamos que esta memoria se difunda y esté todo el tiempo para todos. Así, un estudiante de cine en Filipinas puede conectarse y consultar una película sobre los acervos históricos de la Revolución mexicana (nombrados Memoria de América Latina y el Caribe por la UNESCO). De otra manera, no podría verla jamás”, explicó Hugo Villa.

Debido a las labores realizadas por más de seis décadas en la Filmoteca, se puede tener acceso a las colecciones de los hermanos Lumière, del Fondo Salvador Toscano o a clásicos como Los olvidados y su final alternativo. “Ese cierre del filme no lo había visto nadie, estaba pegado ahí, en el negativo original, y eso está aquí guardado”, Villa Smythe.

Asimismo, existen otras joyas del cine nacional e internacional como los clásicos de Federico Fellini o del cine francés de los años 60 o 70 sólo disponibles en espacios como la Filmoteca. “Es imposible encontrar esas películas en plataformas de streaming en México, no existen. Nosotros tenemos copias en Blu-ray y DVD de muchos de esos títulos”.

Por su parte, Albino Álvarez Gómez, subdirector de Rescate y Restauración de la Filmoteca, agregó que hoy se puede hablar de una reparación real de los filmes porque ya no se trata sólo de una transmigración, ya hay corrección de color y enmendaduras de daños.

Adicionalmente, el universitario refirió que este espacio cuenta con maravillas dignas de estudiarse a fondo, así como muchos títulos por conocer. “Son montañas de material a catalogar y clasificar. Ahí radica el trabajo más arduo, en la identificación de un título y la revisión de su contenido. Por ejemplo, tenemos la colección de Pemex, así como otros materiales donados por la familia del general Lázaro Cárdenas”.

A decir de Álvarez Gómez, debe hacerse un esfuerzo por mantener el cine en su soporte original. Lamentablemente, esta labor se ha dificultado por falta de materia prima, pues ya no se produce material fílmico en el mundo. Por ello, el mejor camino para la preservación será la digitalización, labor que también se realiza en la Filmoteca de la UNAM.

La primera restauración digital de una película por parte de la Filmoteca data de 2014, se trata de Tepeyac de 1916.A la fecha se han digitalizado mil 860 títulos diferentes del acervo universitario. Al día de hoy suman ya 1.5 petabytes (equivalentes a mil 500 terabytes) de información almacenada en cintas LTO de generación 6, teniendo aproximadamente un orden de crecimiento de 200 TB por año, detalló Gustavo Lucio José, jefe del Departamento de Laboratorio Digital de la Filmoteca. El acervo de la Filmoteca es una afirmación de nuestra memoria colectiva, así como una valiosa fuente de conocimientos, ya que reflejan la diversidad cultural, social y lingüística de nuestras comunidades, pero sobre todo el de la UNAM. “Es algo maravilloso porque pocos archivos en el mundo están dentro de una universidad”, finalizó Albino Álvarez.