Muchas personas temen hablar sobre el suicidio, pero los Guardianes saben que conversar del tema es importante y su intervención puede generar un cambio desde el acompañamiento. Paulina Barquera es recién egresada de la carrera de psicología en la FES Iztacala, tiene 22 años y es guardiana. “Es estar al pendiente de la salud mental de personas que están a nuestro alrededor”, “es estar al tanto de personas que puedan tener ideación suicida”.
El programa Guardianes para la prevención del suicidio nace en la FES Iztacala en 2017 y desde entonces ha capacitado personas para la prevención del suicidio, es también un programa que se ha replicado en todos los CCHs, otras universidades. Hoy cuenta con evidencia científica sobre su efectividad.
Para Paulina, la alfabetización de la salud mental significa: “Ir rompiendo con el estigma que existe ante hablar de ciertos temas, en este caso, la parte de la ideación suicida. Alfabetizar significa el verbalizar” y también significa una estrategia de vida.
“La ideación suicida son ideas de querer dejar de estar con vida” continúa Paulina y enumera una serie de verbalizaciones: “Preferiría estar dormido”, “Preferiría desaparecer de todas estas circunstancias”, “Ojalá no estuviera con vida” y aunque existe el mito que una persona puede hablar de suicidarse para llamar la atención o que hablar de suicidio podría hacer que una persona lo haga, esto no es verdad. Esas verbalizaciones “podrían ser un indicador”, señala Juan Martín Ramírez, estudiante del doctorado en Psicología y Salud y que desde hace tres años es guardián.
Desde 2014 la Organización Mundial de la Salud describía en el documento Prevención del suicidio: un imperativo Global que un Guardián es una persona “que está en condiciones de identificar si alguien puede estar contemplando el suicidio”.
Pero, ¿quién podría ser un Guardián? En el documento se establecen guardianes potenciales y que su perfil se encontraba en grupos con una incidencia alta en suicidio, sin embargo, un guardián para la prevención del suicidio puede ser cualquiera: una amistad, un obrero, alguien que no tiene formación académica, una mamá o la persona que se sienta junto a ti en el salón.
Para los Guardianes, la alfabetización en la salud mental ha hecho un cambio social, en su vida y en la de los demás. El tema toma dimensión al saber, que según el INEGI, las muertes por suicidio han aumentado. En 2010, sucedieron 5,012 suicidios y para 2023, 8,837.
Carolina Santillán, que junto a otros colaboradores, creó el modelo preventivo de la FES Iztacala, estima que al menos 15,000 personas han tenido la experiencia de capacitarse para ser guardianes, esto representa una gran noticia para combatir los estigmas y estereotipos sobre la salud mental y contribuir a la inclusión de las neurodiversidades. El entrenamiento incluye juegos de rol y videos de entrevistas con personas expertas para formarse en caso de ser necesaria una intervención.

La investigadora psicóloga Carolina Santillán, supervisora académica de la estrategia Crisis y Emergencias y Atención al Suicidio (CREAS) de la FES Iztacala, expresa que a nivel mundial, la población entre 15 y 24 años de edad es la que tiene más riesgo de presentar conductas asociadas al suicidio y que “el 80% tienen que ver con depresión, pero también un 20 % con impulsividad y esto incluye las autolesiones no suicidas”.
Atender este problema, por la franja etaria en la que sucede con mayor frecuencia, es importante para la comunidad estudiantil y en 2017 nace una propuesta del entrenamiento en Guardianes de Emergencias Psicológicas (GEP) en la FES Iztacala con unas primeras charlas sobre el tema.
Santillán explica que en los contextos educativos, lo ideal sería alfabetizar en la salud mental y entrenar como guardianes a toda la comunidad: personas funcionarias y administrativas, además del profesorado, sin embargo, “los jóvenes no piden ayuda por sí mismos, es decir, es más fácil que un compañero o compañera por los posts que pone en las redes, por los comentarios que hace informalmente entre las clases, detecte a alguien que está en riesgo […]. Lo que ha demostrado la evidencia, es que lo mejor es capacitar a los jóvenes”, esa es la importancia de un programa donde la capacitación a los pares es fundamental.
El entrenamiento para ser Guardián incluye un componente informativo cuya importancia es la alfabetización en temas de salud mental, uno motivacional y uno más de habilidad conductual.
Sobre la alfabetización en temas de salud mental, Carolina explica que aunque la población no sea especialista en salud, debe estar informada y así como se habla más sobre enfermedades como la diabetes o la hipertensión, es necesario que se hable sobre la salud mental aunque no sea sencillo abordar el tema.
“Como estrategias universales de promoción y prevención de la salud, dar información a las personas sobre qué es la depresión, qué son los trastornos de la ansiedad o qué son los trastornos de la conducta alimentaria, es muy importante porque es el primer paso para poder prevenirlos y sobre todo, detectarlos y canalizarlos a tiempo”, resalta la investigadora de la UNAM.

La capacitación para los guardianes tiene una duración de tres horas, ha sido probada a nivel nacional y también financiada, dentro de un proyecto más amplio, por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt).
El proyecto de investigación Conachyt: Intervenciones Educativas para la Prevención del Comportamiento Suicida en Adolescentes en México, con el número de proyecto 11,704 y del cual es responsable técnica la Doctora Rosario Valdez Santiago, del Instituto Nacional de Salud Pública, tuvo una duración de 3 años y ha concluido con éxito.
El presupuesto de dicho proyecto apoyó con financiamiento a cinco instituciones en las que se encuentran: FES Iztacala, el Instituto Nacional de Psiquiatría, el Instituto Nacional de Salud Pública, la Universidad Autónoma de Campeche y la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
La parte medular del taller es el entrenamiento en la habilidad conductual, que capacita a los guardianes en saber qué hacer cuando tienen una persona con la que han iniciado una conversación y muestra ideación suicida.
Sobre ello, Carolina Santillán, la guardiana mayor de la UNAM, explica: “La terapia cognitivo conductual le pone mucha atención a que cuando una persona empieza a estar muy triste muy deprimida o muy emocionada, con mucha impulsividad, su cerebro empieza a echar un tipo muy particular de pensamientos que tienen que ver con algo que se llama desesperanza. Cognitivamente la desesperanza tiene que ver con dos grandes pensamientos: ‘no hay nada que pueda hacer’ y ‘no hay nadie que me pueda ayudar’”.
La escucha que propone el modelo es desde el respeto a la autonomía de la persona y la aceptación incondicional. El trabajo de los guardianes se hace desde la empatía, el acompañamiento y el consuelo. Es una estrategia de vida porque su objetivo es promover que la persona genere un cambio en sus acciones y que vea por su salud mental. Para ello, los guardianes compartirán un directorio para que las personas puedan acercarse a pedir ayuda y ellos, estarán al pendiente para dar seguimiento en el tema.
La importancia del seguimiento es clave y está documentado. “Hay personas que a veces tienen este pensamiento de: ‘a nadie le importo’, pero volver a recibir un correo o un mensaje […] desactiva la idea de que a nadie le importo, que el mundo estaría mejor si yo no estoy”, describe Carolina Santillán en una de las capacitaciones para ser guardián y sobre lo que significa contar con una red de apoyo.

Según la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021 del INEGI, el 25.8 % de la población de 18 y más años reportada, señaló sentirse deprimida la semana anterior y no contar con redes de apoyo. El documento también señala que contar con redes de apoyo puede evitar los problemas de salud mental.
Ante ello, Carolina Santillán señala que: “Guardianes cumple esta primer función de detectar tempranamente, motivar y canalizar. El siguiente gran reto es a dónde vamos a mandar a las personas que detectamos […]. En la universidad estamos desarrollando algunos programas que tienen que ver con atención en línea o algún tipo de psicoterapia autogestiva donde las personas pueden recibir al menos ayuda o entrenamiento a través de videos para que puedan entender qué les está pasando e implementen técnicas basadas en la evidencia que no necesariamente requieren a un psicoterapeuta uno a uno”.
El programa Guardianes se han implementado completo o algunos segmentos en universidades privadas como la Iberoamericana y La Salle; públicas estatales como la Universidad Autónoma de Aguascalientes y la Universidad Pedagógica de Durango.
Para Carolina, como investigadora, es importante conocer la evidencia científica que indica la efectividad del programa Guardianes, por lo que está realizando estudios para conocer los cambios significativos que muestran las personas que han tomado el entrenamiento. El resultado, indica la investigadora de la UNAM, es que: “Tienen menos estigma, tienen menos miedo hablar de estos temas y hacen seguimientos que elevan el número de casos que se acercan a pedir ayuda en los centros de atención psicológica de sus facultades o de sus entidades educativas”.
Actualmente el programa, emprendió su curso con la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Salud (SS), para docentes, actores educativos, profesionales de la salud mental y familia, además de público en general, cualquiera puede ser un Guardián y tiene prioridad en los sectores educativos como secundaria, preparatoria y universidad debido a que los jóvenes son la población de alto riesgo.
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