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Defensoría UNAM: 40 años protegiendo los derechos de la comunidad universitaria

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Se atienden situaciones que se dan en el contexto escolar, así como casos de violencia por razones de género: Guadalupe Barrena Nájera

Desde su creación en 1985, la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género de la UNAM ha desempeñado un papel esencial en la supervisión del ejercicio responsable de la autoridad dentro de esta casa de estudios, con el fin de salvaguardar los derechos de estudiantes y del personal académico. Durante cuatro décadas su misión se ha centrado en dar información, recibir y atender las quejas relacionadas con situaciones de carácter injusto o arbitrario.

Esta entidad es la primera de su tipo en el mundo de habla hispana, la cual también condujo, en la década de los años 90, a la creación de las comisiones de los Derechos Humanos en México, que son las herramientas que coadyuvan en la defensa de los derechos de las personas, aseguró Guadalupe Barrena Nájera, titular de la Defensoría.

Origen

Ésta tuvo su origen en el rectorado de Jorge Carpizo, quien, junto con el especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Héctor Fix-Zamudio, promovió la incorporación del modelo del derecho público sueco denominado ombudsman (defensor de los derechos humanos) dentro de la UNAM.

“Tal iniciativa sentó las bases para crear la Defensoría, con el objetivo de brindar a los estudiantes y al personal académico un espacio para atender sus problemas. En el caso del alumnado, este apoyo fue la primera herramienta con la que contaron para gestionar las dificultades que se presentaron durante su vida académica”, explicó la titular.

Al paso de los años, varias universidades de México han seguido esta iniciativa, con la finalidad de tener un lugar en el que se aplique la legislación universitaria entre el estudiantado y las autoridades educativas. En el caso de la UNAM, la comunidad atendida consta, primero, de estudiantes de bachillerato, licenciatura y posgrado; el segundo grupo comprende personal académico: profesores, investigadores, asistentes de profesores y técnicos académicos, incluyendo a todos aquellos que se encuentran fuera de México.

Para Barrena Nájera, las defensorías representan la conciencia de las universidades. Como afirmaba Jorge Carpizo: “Estamos aquí para promover el ejercicio responsable de las autoridades”. Esto implica vigilar que éstas actúen conforme a las reglas que las rigen.

Contra las agresiones

En sus inicios, aclaró la titular, el organismo se llamó Defensoría de los Derechos Universitarios de la UNAM, y estaba enfocada en la atención de situaciones relacionadas a la conducción de la vida académica, respecto a trámites escolares, evaluaciones, inscripciones, titulaciones, acoso escolar, entre otras cuestiones de esa índole.

No obstante, el Consejo Universitario aprobó, en 2020, un nuevo estatuto para esta entidad y le cambió el nombre a Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género. A partir de esta reforma se le otorgaron nuevas facultades, que anteriormente correspondían a la Unidad para la Atención y Seguimiento de Denuncias (UNAD) de la UNAM, instancia encargada de recibir quejas relacionadas con la violencia de género.

“Desde aquel entonces, atendemos ambas áreas, tanto situaciones que se dan en el contexto escolar, como aquellos casos de violencia por razones de género. En el último tema, las o los afectados, que son el 95 % mujeres, se interesan por interponer una queja ante la autoridad para que ésta decida si es conveniente que se sancione a quien cometió el agravio, con el fin de evitar que la situación escale a un nivel más grave”, indicó.

El servicio para la atención especializada de este tipo de casos incluye el asesoramiento de trabajo social; el servicio de contención o una terapia breve, que se puede realizar en las oficinas, por parte del área de psicología. Esta herramienta de peritajes en materia de psicología no existía, pero su implementación ha resultado eficaz.

Durante estos 40 años en función se han atendido a 53 mil personas, tanto de casos de la vida escolar, como de violencia por razones de género.

En 2022 se publicó una tercera versión del Protocolo de Atención Integral de Casos de Violencia por Razones de Género en la UNAM, en el que, por primera vez, participó la Defensoría; la primera edición fue en 2016 y la segunda en 2019.

Proceso

En la Defensoría, enfatizó Barrena Nájera, inicialmente se escuchan y analizan las problemáticas; posteriormente, se canalizan con los expertos, ya sea de los campos de la psicología, el trabajo social o la defensoría legal, quienes se encargan de orientar, asesorar y brindar algunas alternativas de solución a los conflictos. Si la afectada o el afectado decide que su caso sea atendido, se realiza su expediente. Sin embargo, si decide no hacerlo, de igual manera se le escucha y se le brindan recomendaciones.

Destacó que las visitas pueden ser anónimas, para que quienes van por alguna asesoría acudan con más confianza y con la seguridad de que todos sus datos y la información proporcionada serán tratados de forma reservada.

Pese a que en la Defensoría se brindan recomendaciones, añadió, éstas no tienen atribuciones en materia disciplinaria o laboral. Aún así, todos los casos se tratan y se da parte a las autoridades para que queden bajo su supervisión. Éstas constan de directores de las facultades o institutos de investigación, del Tribunal Universitario o la Comisión de Honor, quienes son los responsables de actuar para brindar soluciones de acuerdo con cada caso.

“La Defensoría les solicita a las autoridades información sobre cómo actuarán al respecto, y le damos seguimiento a cada caso. Nuestra entidad vigila que ejerzan sus facultades en el marco de la legislación de la UNAM”, puntualizó.

Subrayó que una labor de la Defensoría es la solicitud de medidas precautorias, para evitar que los conflictos escalen. Dichas medidas, han permitido la intervención rápida de las autoridades.

En el caso de las cuestiones relacionadas con la vida académica, se asesora a las personas sobre qué dice la legislación en torno a la situación que están enfrentando, quién puede resolver el problema que plantean y cuál es el trámite a realizar.

Barrena Nájera recalcó que en la Universidad hay una gran disposición de la autoridad a escuchar y dialogar, a encontrar puntos de contacto entre las distintas posiciones y, sobre todo, a tener presentes los límites de la legislación, lo cual resulta positivo para la atención de todos los casos. En estos 40 años, la Defensoría ha incrementado el uso de herramientas para atender de manera remota a las personas, como llamadas telefónicas al teléfono 55-4161-6048, el correo electrónico defensoria.unam.mx, un chatbot y formularios para que la comunidad pueda plantear sus situaciones y se les pueda orientar y vincular. El único requisito es estar activos en la UNAM.

Los servicios se brindan en las oficinas centrales de Ciudad Universitaria, con un horario de 8 a 20:30 horas; así como en las Facultades de Estudios Superiores (FES) Acatlán, Iztacala, Zaragoza, Aragón y Cuautitlán; la Escuela Nacional de Trabajo Social; las Facultades de Ingeniería, Contaduría y Administración, Arquitectura, Filosofía y Letras, Artes y Diseño, Enfermería y Obstetricia y la Escuela Nacional de Estudios Superiores Morelia. “Nos comprometemos a brindar un espacio seguro, en el que las personas puedan confiar en que su información será tratada con confidencialidad y que recibirán el apoyo y la atención que necesiten. Estos espacios están disponibles para toda la comunidad universitaria”.