El 16 de agosto de 2024, el Auditorio Dr. Eduardo García Máynez de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, en Ciudad Universitaria, fue el escenario de un evento que reunió a jóvenes de diferentes ámbitos para conmemorar el Día Internacional de la Juventud. El evento, que contó con la colaboración de UNICEF y la Dirección General de Atención a la Comunidad de la UNAM, centró su atención en dos temas fundamentales: la salud mental y el cambio climático, con un énfasis particular en la ecoansiedad.
Salud mental y crisis climática: un binomio inseparable
Desde el inicio de la jornada, los organizadores subrayaron la relevancia de abordar la salud mental de las juventudes en el contexto de la crisis climática. La ecoansiedad, un término relativamente nuevo pero cada vez más presente en la conversación global, fue el punto de partida de las discusiones. Este fenómeno describe la angustia profunda y persistente que muchas personas, especialmente jóvenes, sienten ante la perspectiva de un futuro incierto debido a los efectos del cambio climático.
Tzilini Ortega, representante de la comunidad estudiantil de la UNAM, fue una de las primeras en tomar la palabra. Ortega destacó que la crisis climática, con su inherente imprevisibilidad, ha desencadenado un aumento en las respuestas emocionales negativas, como el estrés, la ansiedad y la depresión. “La incertidumbre sobre el futuro de nuestro planeta afecta directamente nuestra salud mental. La ecoansiedad es una respuesta natural a la magnitud de la crisis ambiental, pero también puede ser canalizada hacia la acción colectiva”, señaló.
Mesas de diálogo: de la preocupación a la acción
El evento se estructuró en diversas mesas de diálogo, donde jóvenes profesionales, activistas y expertos en temas ambientales compartieron sus experiencias y conocimientos sobre cómo enfrentar la ecoansiedad y promover la resiliencia emocional. La primera mesa, titulada “Juventudes para Juventudes”, fue moderada por Meylan Ramos y Lizeth Monroy, miembros del Comité Juvenil de U-Report México.
Pablo Ramos Espejel, experto en ecología y medio ambiente, destacó durante esta mesa la importancia de los servicios ecosistémicos en la preservación del bienestar humano. Explicó que estos servicios son esenciales no solo para la biodiversidad, sino también para mitigar la ecoansiedad, pues proveen beneficios directos como la regulación del clima, la purificación del agua y la polinización de cultivos, que son fundamentales para nuestra supervivencia y calidad de vida. “La protección de los ecosistemas no solo es vital para el medio ambiente, sino también para nuestra estabilidad emocional en un mundo cada vez más incierto”, afirmó.
Entre los participantes, Brayan Hernández Pascual, miembro de la Brigada del Manejo del Fuego de Chapingo, compartió su experiencia en la gestión de incendios forestales, destacando cómo el manejo adecuado del fuego puede contribuir a la preservación de los ecosistemas. Hernández enfatizó la importancia de involucrar a la juventud en estas labores, no solo como una forma de proteger el medio ambiente, sino también como una manera de mitigar la ecoansiedad a través de la acción directa.
Por su parte, Meylan Gómez González, embajadora de la Red Juvenil de Agenda 2030, habló sobre su activismo en pro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Gómez González resaltó la necesidad de fortalecer las iniciativas locales, ya que estas no solo generan un impacto inmediato en las comunidades, sino que también fomentan la resiliencia emocional entre los jóvenes. “El activismo local tiene un poder transformador que trasciende fronteras. Cuando nos involucramos en nuestras comunidades, no solo estamos combatiendo la crisis climática, sino también construyendo un sentido de esperanza y propósito”, afirmó.
Salud mental y bienestar: estrategias para el autocuidado
La segunda parte del evento estuvo dedicada a un taller de salud mental, dirigido por especialistas del área de Salud Mental de UNICEF México, Diana Puente y Marina Giangiacomo. Este taller proporcionó a los participantes herramientas prácticas para gestionar la ecoansiedad y otros problemas de salud mental derivados de la crisis climática. Las especialistas destacaron que la salud mental es un aspecto fundamental que no debe ser ignorado en la lucha contra el cambio climático.
Entre las estrategias presentadas, se enfatizó la importancia de establecer límites personales y aprender a decir “no” cuando las exigencias externas resultan abrumadoras. También se promovió la creación de redes de apoyo, donde los jóvenes puedan compartir sus experiencias y recibir el apoyo necesario para enfrentar los desafíos emocionales que surgen en su vida cotidiana.
Además, se ofrecieron consejos sobre cómo incorporar actividades recreativas y de relajación en la rutina diaria como una forma de mantener el bienestar emocional. “Cuidar de nuestra salud mental no es un lujo, es una necesidad. Actividades como el ejercicio, la meditación o simplemente tomarse un tiempo para disfrutar de un hobby, son fundamentales para mantenernos equilibrados en un mundo que a menudo puede parecer caótico”, comentó Diana Puentes.
Respuestas desde la acción juvenil
El evento culminó con una sesión interactiva donde los jóvenes asistentes compartieron sus propias estrategias para manejar la ecoansiedad y otros problemas relacionados con la salud mental. Estas aportaciones reflejaron una amplia variedad de enfoques, desde actividades físicas como andar en bicicleta o caminar por la naturaleza, hasta prácticas de autocuidado más introspectivas, como llevar un diario emocional.
Uno de los asistentes, un estudiante de física, compartió cómo a veces, ante la presión académica, es necesario tomarse un tiempo para desconectar y luego regresar con una mente fresca para abordar los problemas desde una nueva perspectiva. Otra participante habló sobre la importancia de la conexión con la naturaleza, relatando cómo las caminatas matutinas por el monte le brindan una sensación de paz y alivio frente a las preocupaciones cotidianas.
El Día Internacional de la Juventud U-ReportMX fue más que una celebración; fue un espacio de diálogo, reflexión y, sobre todo, acción. Los jóvenes que participaron en este evento demostraron que están no solo conscientes de la gravedad de la crisis climática, sino también comprometidos con encontrar soluciones tanto para el planeta como para su propia salud mental.
La UNAM, al acoger este tipo de iniciativas, refuerza su papel como una institución líder en la promoción de un futuro sostenible, no solo a través de la investigación y la innovación, sino también mediante el apoyo a las nuevas generaciones, quienes enfrentan desafíos sin precedentes.
En un mundo donde el cambio climático amenaza con redefinir nuestras vidas, los jóvenes están emergiendo como los principales agentes de cambio, impulsando no solo acciones ambientales, sino también un enfoque integral que incluye la salud mental como un componente esencial de la sostenibilidad. Este evento, enmarcado en el Día Internacional de la Juventud, no solo deja un mensaje de esperanza, sino que también reafirma la necesidad de seguir construyendo espacios donde las juventudes puedan dialogar, aprender y actuar colectivamente por un mundo mejor.