James Naismith, profesor universitario de educación física, decide crear en 1891 una actividad física que pudiera ser practicada en lugares cerrados para evitar la exposición a las bajas temperaturas de invierno.
La invención se basó en el antiguo juego llamado “duck on a rock” (pato sobre la roca), que consistía en depositar un balón dentro de una canasta (basket, en inglés) de duraznos colocada a una altura determinada.
Fue deporte de exhibición en los Juegos Olímpicos de 1928 y Juegos Olímpicos de 1932 y actualmente es uno de los más prácticados en el mundo.