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¿Por qué el mar serena el alma y mejora la salud?

En su poema Al mar, la poeta cubano-española Gertrudis Gómez de Avellaneda expone que ver esta masa de agua es una experiencia imponente que nos cautiva por su belleza, pero a la vez nos permite calmar nuestras penas o nos da un momento de reflexión que difícilmente podemos conseguir en otro lugar.

¡Oh, Mar! ¡Y cuántas veces en su fatal delirio

tradujo así tu arrullo mi herido corazón!…

¡Y cuántas ¡ay! calmaste mi bárbaro martirio

mirando de tus olas la eterna sucesión!

Así, el poema destaca el poder curativo del mar ante los malos momentos o las heridas del corazón que cargamos.

¿Qué tiene el mar que nos hace sentir tan bien? ¿Tiene poderes curativos tanto en la parte emocional como en la física? ¿Es cierto que la gente que vive cerca de esta masa de agua es más feliz? ¿Por qué escuchar cómo las olas rompen una tras otra nos brinda una sensación de paz y libertad?

En los últimos años, distintos trabajos han abordado los beneficios emocionales y físicos que se adquieren al visitar el mar. El Dr. Cesáreo Estrada Rodríguez, profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM, indicó que desde los tiempos de la Antigua Grecia ya se hablaba de los “poderes curativos” que tenía esta gran masa de agua.

Aunque en la Edad Media se perdió todo ese conocimiento, en épocas recientes se ha retomado de forma general bajo el concepto de “espacios azules”.

“El concepto de espacios azules hace referencia a zonas al aire libre accesibles al público que cuentan con espejos de agua integrados en el paisaje. Usualmente, éstos van acompañados de espacios verdes y ayudan en diversas tareas, desde ambientales hasta darnos un espacio para nuestro propio bienestar”, comentó Estrada Rodríguez.

En México, de acuerdo con el artículo “Los espacios azules urbanos: importancia y vulnerabilidad”, elaborado por los expertos de la UNAM Ina Falfán y Luis Zambrano, de 145 ciudades con más de 100 mil habitantes, 116 cuentan con cauces de ríos, arroyos y canales, mientras que 137 cuentan con al menos un cuerpo de agua lacustre.

Estrada Rodríguez indicó que los espacios azules en general (mar, lagos, lagunas, arroyos y ríos) otorgan los siguientes beneficios:

  • Mejoran la actividad física.
  • Mejoran la salud mental.
  • Fomentan la interacción social.
  • Contribuyen a un medioambiente más saludable.

El mar, en específico, induce un estado de calma y relajación al reducir el estrés y el agotamiento mental; restaura el bienestar emocional y aumenta las emociones positivas; crea una mayor conciencia sobre la importancia del entorno marino y todo lo que hay en él; mejora la calidad del sueño y, aunque aún se sigue investigando, también puede ayudar a bajar los niveles de depresión y ansiedad.

En el mar, la vida es más sabrosa

Amber L. Pearson, profesora de la Universidad del Estado de Michigan, en su estudio “La exposición a espacios azules se asocia con un menor malestar psicológico que en ciudades”, expone que la combinación de elementos visuales, sonoros y experiencias que ofrece el mar contribuye a un estado de felicidad sostenible.

“La proximidad al mar no sólo proporciona un entorno visualmente atractivo, sino que también tiene efectos psicológicos y fisiológicos significativos. La exposición regular al sonido de las olas, la brisa marina y la amplia extensión del horizonte azul se asocian con la reducción del estrés y la ansiedad”, explica Pearson.

Estrada Rodríguez, por su parte, señaló que en los espacios urbanos estamos expuestos a estresores ambientales (el ruido, la contaminación, el exceso de luz). “Esa sobreestimulación no es buena y, si le sumamos otras situaciones personales, vamos acumulando un agotamiento mental, emocional y físico importante que vivimos casi a diario. Nos saturamos y hacemos las cosas de forma automática”.

Y agregó: “Cuando vamos a zonas naturales (bosques, mar, etc.), conectamos con la naturaleza. No hay ruido más que el que genera ésta y toda esa carga que traemos disminuye; tenemos un efecto restaurador que incluso nos permite dormir plácidamente y, por tanto, nos provoca estar contentos”.

Por otro lado, un estudio elaborado por la Universidad de Exeter, en Gran Bretaña, dio a conocer que las personas que viven a menos de un kilómetro de la costa tienen un 22% menos probabilidades de experimentar problemas de salud mental en comparación con quienes viven a más de 50 kilómetros.

Beneficios en la parte física

El mar, debido a su rica composición en sales y minerales, más allá de la salud mental brinda los siguientes beneficios para la salud física:

  1. Alivia las enfermedades respiratorias. Por medio de lavados nasales, el agua de mar puede tratar afecciones como la rinosinusitis crónica, la rinitis alérgica y las infecciones agudas de las vías respiratorias superiores. La brisa marina, por otra parte, se encarga de purificar el aire y ayuda en patologías respiratorias crónicas como la bronquitis, el asma y la alveolitis alérgica extrínseca.
  2. Ayuda a tratar enfermedades reumáticas, como la artritis o la artrosis. El mar reduce el dolor de las articulaciones y relaja los músculos. Este efecto analgésico es aprovechado en la talasoterapia, una terapia que ya era utilizada con frecuencia por los habitantes de la Antigua Grecia.
  3. Disminuye la presión arterial. Las personas que viven en lugares que se encuentran al nivel del mar tienen un mejor control sobre su frecuencia cardíaca.
  4. Alivia las pieles dañadas e irritadas. Incluso se han considerado los baños de mar como un elemento para el tratamiento de la dermatitis crónica.

Volviendo a la salud mental, Estrada Rodríguez destacó que cuando estamos en el mar percibimos el sonido de las olas, su color azul, su olor y la textura de la arena; entonces, “entramos en un estado de paz y tranquilidad porque tenemos los cinco sentidos enfocados en un solo elemento que es agradable”.

Finalmente, el experto de la Facultad de Psicología hizo un llamado para proteger esta parte de la naturaleza que otorga beneficios importantes a nuestra salud mental y física: “La única forma de seguir encontrando un refugio importante en el mar y los espacios azules es crear una cultura de preservación y respeto alrededor de ellos”.

Ideas destacadas:

  • El mar es visto como un lugar de reflexión y sanación en la obra de Gertrudis Gómez de Avellaneda.
  • Los “espacios azules”, como el mar, ofrecen beneficios emocionales y físicos que han sido reconocidos desde la Antigua Grecia.
  • Estudios recientes destacan los efectos positivos del mar en la salud mental y física, incluyendo la reducción del estrés, la ansiedad y enfermedades respiratorias.
  • Estrada Rodríguez y otros expertos subrayan la necesidad de proteger los espacios azules para mantener sus beneficios.