Si en algún lugar del universo existiera otra civilización con tecnología más avanzada, ¿cómo sería y qué alcances tendría? ¿Podríamos identificarlos desde la Tierra? La búsqueda de vida extraterrestre ha fascinado a científicos y amantes de la ciencia ficción por igual.
La primera idea científica sobre cómo detectar vida extraterrestre surgió en la década de los 60, cuando el físico y matemático Freeman Dyson publicó el artículo “Search for Artificial Stellar Sources of Infrared Radiation” en la revista Science, explicó Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM.
En su artículo, Dyson propuso la existencia de civilizaciones tan avanzadas que serían capaces de construir gigantescas estructuras alrededor de su estrella para capturar toda su energía. A esta hipotética construcción se le llamó “Esfera de Dyson”.

El concepto sugiere que una civilización avanzada podría aprovechar la energía total de su estrella para alimentar su tecnología, una solución futurista de recolección energética que podría ser detectada desde la Tierra.
El primero en imaginar algo parecido fue el escritor y filósofo Olaf Stapledon, en su novela de ciencia ficción Hacedor de estrellas. Aunque no detalló cómo se construiría la estructura, discutió sus propiedades térmicas.
Desde el siglo pasado, los astrónomos han buscado señales de vida inteligente en el universo, aunque en ese entonces era difícil siquiera detectar planetas fuera de nuestro sistema solar.
Sin embargo, con la llegada de grandes telescopios, actualmente se han descubierto más de 5 mil exoplanetas, algunos con características que podrían permitir el desarrollo de la vida.
Incluso se ha logrado medir la composición de sus atmósferas, buscando indicios de materia orgánica, lo cual podría señalar la presencia de civilizaciones.
A medida que los descubrimientos astronómicos avanzan, la idea de Dyson ha cobrado fuerza nuevamente, añadió la académica universitaria.
Con paneles solares
“Imagínense que en medio del océano Pacífico se construyera un panel solar del tamaño de Australia; tendríamos energía limpia para abastecer a todo el planeta”, enfatizó Fierro Gossman.
Si colocáramos en órbita paneles solares gigantes para captar la energía del Sol y transferirla a la Tierra, se cubriría toda nuestra demanda energética.
Pero si la demanda de la población mundial fuera mayor, se necesitaría más energía. Por eso, se podría construir una estructura alrededor del Sol, a la misma distancia de la Tierra, que tuviera agua y todas las condiciones para la vida.
Esta “Esfera de Dyson”, hecha con paneles solares, permitiría no solo nutrir de energía a la Tierra, sino también a la propia estructura, la cual emitiría radiación infrarroja que sería fácilmente visible desde otros lugares en el universo. Otras civilizaciones pudieran haber construido algo similar, lo que facilitaría su detección. Hasta el momento, no se ha encontrado evidencia de una Esfera de Dyson.
Los desafíos de construir una esfera de Dyson
En la actualidad, algunos científicos han considerado la posibilidad de crear una versión a pequeña escala de esta esfera. Sin embargo, para lograrlo, se requeriría toda la materia del planeta Mercurio.
Y para una versión más grande, sería necesario utilizar Mercurio, Venus y Marte. A pesar de esto, una estructura tan masiva la haría inestable debido a las fuerzas gravitacionales del Sol y la Tierra, y la llevaría a su destrucción. “Así que no es tan buena idea”, enfatizó la especialista.
Por eso, los científicos han planteado que sería mejor construir pequeños satélites del tamaño de Mercurio y que giren alrededor del Sol. Este planeta es tan pequeño como América del Norte. Si se colocara sobre el continente, cubriría la misma extensión en longitud.
Búsqueda actual de civilizaciones avanzadas
Actualmente, los astrónomos han buscado este tipo de estructuras a través del telescopio James Webb. ¿Cómo las detectarían? Por ejemplo, una estrella emite radiación de color amarillo, pero si también tiene radiación infrarroja muy cercana, podría indicar la presencia de una Esfera de Dyson.
Sin embargo, hasta la fecha no se han encontrado en ninguna parte del universo. De hecho, si existieran, podrían ser inestables, añadió la académica universitaria.
Contactar con civilizaciones avanzadas sería un acontecimiento extraordinario. “Podrían enseñarnos nuevas tecnologías, maneras de pensar y soluciones para nuestros desafíos”; pero contactarlos es muy difícil, porque si existieran se encontrarían muy lejos. Llegar a la estrella más cercana, que es Próxima Centauri y que tiene un planeta rocoso ubicado en la zona habitable, requeriría recorrer 4.24 años luz de distancia.
Próxima Centauri tiene las condiciones favorables para tener agua líquida y potencialmente vida; sin embargo, la nave espacial más rápida que ha sido construida hasta ahora es la Voyager 1, que viaja a una velocidad de alrededor de 61 mil km/h. A esa velocidad, le tomaría aproximadamente 73 mil años para llegar a Próxima Centauri.

Las distancias son un problema, añadió la académica universitaria. Por eso, actualmente solo podríamos descubrir las emisiones de radiación; contactarlos sería muy difícil.
Por ejemplo, si la humanidad enviara una transmisión a uno de estos mundos donde se pensara que podría haber vida extraterrestre, tardaría 20 mil años en llegar, y si nos respondieran, serían 20 mil años de vuelta.
Tipos de civilizaciones
En 1964, el astrofísico soviético Nikolái Kardashev propuso un método, que lleva su nombre, para clasificar las civilizaciones de acuerdo a su capacidad para aprovechar y utilizar la energía.
La escala sugiere tres tipos de civilizaciones:
- Civilización Tipo I: Capaz de utilizar toda la energía disponible en su planeta de origen.
- Civilización Tipo II: Capaz de aprovechar toda la energía de su estrella.
- Civilización Tipo III: Capaz de dominar la energía a escala galáctica.
En la escala de Kardashev, una civilización capaz de construir una Esfera de Dyson estaría a un nivel de desarrollo muy avanzado, que sería de tipo II. Este tipo de civilización sería tan avanzada que, comparados con los humanos, pareceríamos primitivos.
Ideas destacadas:
- La “Esfera de Dyson” es un concepto que sugiere la construcción de una estructura alrededor de una estrella para capturar toda su energía.
- Olaf Stapledon fue el primero en imaginar una estructura similar en su novela Hacedor de estrellas.
- Los avances en astronomía han permitido detectar exoplanetas, algunos de ellos con condiciones favorables para la vida.
- Construir una Esfera de Dyson sería extremadamente complejo y requeriría grandes cantidades de materia.
- El telescopio James Webb es clave en la búsqueda de estructuras como la Esfera de Dyson.
- La clasificación de civilizaciones de Kardashev plantea tres tipos según su capacidad energética.
- Contactar civilizaciones avanzadas es difícil debido a las enormes distancias en el universo.