Nota original de: Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África
Autor: de la nota: Lezlye Elizarraraz
http://pueaa.unam.mx/blog/mutilacion-femenina
Cada año millones de niñas y mujeres son sometidas a esta abominación pues se cree que así dan el paso de la infancia a la vida adulta siendo este un prerrequisito matrimonial, dependiendo de la cultura es el significado de la práctica pues en algunas se cree que es una forma de conservar la virgnidad y así aumentar el placer masculino. Aunque no exista ninguna ventaja con esta práctica, si no se someten a ella no se les considerará saludables ni valiosas.
Hoy en día, en muchos países es ahora ilegal la práctica de la mutilación femenina, se ha cambiado la manera de actuar pero en muchos casos no es para bien pues aunque está penada no se ha frenado la “tradición”, solo se ha hecho clandestina y para evitar la sanción que esta práctica conlleva, muchas familias cortan el clítoris de sus hijas al nacer o cuando alcanzan la edad de 3 años, no más, pues se dice que a esa edad no tienen la capacidad de contar lo que les fue hecho ya que lo que no se cuenta, no existe y si no hay quejas, denuncias y no se habla de ello, es como si jamás hubiera sucedido.
Esta no es una cuestión de ricos ni pobres, es un tema cultural y de tradiciones, es una necesidad de preservar la identidad, es el peso de una práctica milenaria que millones arrastran durante toda su vida. La prohibición legal debe ir acompañada de educación a todos los niveles para poder entender que la mujer no es un objeto al que se pueda menospreciar por su sexualidad, ha llegado el momento de entender que las mujeres son valiosas por simple hecho de existir, es hora de hacer una reestructuración de estas culturas pues su identidad no debe basarse en tradiciones que atenten contra la vida de su población, la identidad de una cultura, su propia esencia es su gente, sus costumbres, sus cantos, su vestimenta, su lengua, su forma de vivir día con día.
Ninguna, religión, cultura ni tradición justifica la mutilación genital femenina, es momento de que nuestro género deje de ser nuestra condena. Es imperativo sensibilizar al mundo sobre esto.