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La UNAM renueva las salas de exhibición del Antiguo Colegio de San Ildefonso

 

La Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Dirección General de Obras y Conservación, lleva a cabo la remodelación de las salas de exposición del Antiguo Colegio de San Ildefonso, que abarca un espacio de mil 575 metros cuadrados, y la renovación de elementos de conservación que permitirán mejorar las condiciones de las obras que se exhiben en este recinto, así como la experiencia museal de los visitantes.

Por primera vez desde hace 15 años, se lleva a cabo la remodelación de las salas que comprende rubros como la refuncionalización arquitectónica, trabajos de carpintería y cantería en ventanas y puertas de acceso; desbaste y rectificado de pisos, un nuevo sistema eléctrico y de seguridad que incluye cámaras de detección de presencias y de humos.

Además se llevan a cabo trabajos destinados al mejoramiento de los baños y el cableado para la seguridad de las piezas y de los usuarios.

Se trata de un sistema moderno con tecnología de alto nivel para este tipo de recintos, que permitirá recibir magnas exposiciones como Vaticano: de San Pedro a Francisco. Dos mil años de arte e historia, organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la República, la UNAM y el Gobierno de la Ciudad de México.

En conferencia María Cristina García Cepeda, Secretaria de Cultura del Gobierno de la República; Eduardo Sánchez, vocero del Gobierno de la República; Jorge Volpi, Coordinador de Difusión Cultural de la UNAM y Bertha Cea Echenique, Directora del Antiguo Colegio de San Ildefonso, dieron a conocer los detalles de la exposición que se inaugura el próximo 20 de junio.

La exposición incluye 180 piezas provenientes de las Colecciones Vaticanas y nacionales de artistas como Guido Reni, Guercino, Rafael Sanzio, Gian Lorenzo Bernini, Tiziano Vecellio y Marcello Venusti, entre otros.

A través de cinco núcleos temáticos, los asistentes conocerán de manera cronológica la historia del Vaticano. Desde los tiempos romanos y el Circo de Nerón, a la construcción de uno de los santuarios más emblemáticos del mundo: la Basílica Vaticana.

La muestra incluye obras que se exhibirán por primera vez al público y muestran la riqueza y diversidad de las colecciones de arte y las antigüedades de los Museos Vaticanos, la Fábrica de San Pedro, el Museo del Tesoro de San Juan de Letrán, la Biblioteca Apostólica Vaticana y la Sacristía Pontificia de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.

La propuesta museográfica comprende la creación de espacios que ubiquen a los visitantes de acuerdo a los núcleos temáticos de la muestra, por ello se tomaron  algunos detalles la arquitectura vaticana: sus interiores y exteriores, sus estilos y colores, contextualizando a las obras de arte que se exhiben, concibiendo sincronía entre la historia, el arte y la museografía.

Al final de cada núcleo temático se presenta el desarrollo y la evolución constructiva del Vaticano y de la Basílica de San Pedro, por medio de modelos y animaciones.

Como parte fundamental de la propuesta museológica de la exposición se contempló la inclusión de todos los públicos, con la implementación de videos en lenguaje de señas, cédulas en braille y reproducciones hápticas o táctiles de algunas obras de arte para que el público con debilidad visual, pueda tocarlas y conocer su forma y significados.

Dos mil años de arte e historia se exhibirá en nueve salas (1,650 metros cuadrados) del Antiguo Colegio de San Ildefonso,

La curaduría de la exposición estuvo a cargo de expertos italianos como Bárbara Jatta, Alessandra Rodolfo, Adele Breda, Sandro Barbagallo y Pietro Zander. Los responsables por parte de México son miembros de la Comisión Museológica y Museográfica: Miguel Ángel Fernández y José Enrique Ortiz Lanz, bajo la coordinación de Bertha Cea Echenique y como asesor general, Antonio Berumen.