Hay un pasaje poco conocido de la vida del Comandante Che Guevara, que hizo temblar al gran símbolo de la revolución, y dejó ver a un personaje más humano, desconcertado, pero al mismo tiempo maravillado de lo que sus ojos veían mientras viajaba y combatía en las selvas africanas.
Dicho fragmento autobiográfico hoy se hace más evidente gracias a la exposición El Che: Una odisea africana, que se exhibe en el Antiguo Colegio de San Ildefonso y documenta, a través facsímiles, fotografías inéditas, videos y piezas de arte, las experiencias descritas por este gran revolucionario en su libro Pasajes de la Guerra Revolucionaria: Congo.
A través de esta exposición el público puede acercarse a esta historia que él mismo calificó como un “fracaso”, por sus infructuosos resultados revolucionarios, y que comienza con los primeros acercamientos del comandante con líderes africanos, pasa por su salida clandestina de Cuba a África en 1965, y concluye con su huida de ese continente, tras pasar siete meses combatiendo en el Congo, al lado de rebeldes a los que ofreció su apoyo con el fin de expandir la revolución.
De igual forma se incluyen algunos viajes posteriores del Che, que realizó en la clandestinidad, por Tanzania, donde terminó de escribir su libro, y Praga, para después emprender su retorno a Cuba, lugar donde se prepararía para su última guerra revolucionaria en Bolivia, donde sería capturado y asesinado en 1967.
El Che: Una odisea africana está diseñada de forma tal que el texto del Che guie el recorrido de los visitantes para resaltar sus habilidades literarias, una de las características más destacadas del revolucionario, señaló el curador de la exposición Ignacio Vázquez Paravano.
Entre los documentos que destacan se encuentran los facsímiles del texto original escrito por el revolucionario, fotografías de la carta de despedida a Castro; copias de los archivos de la CIA, en los que se especulaba sobre su desaparición y destino; una galería de fotos en las que se pueden ver la transformación del Che para viajar de forma clandestina; así como fotografías de su estancia con la guerrilla congoleña.
A lo largo de la exposición hay instalaciones artísticas, como El Che lector, en que se pueden ver libros enterrados en un montón de tierra, acompañados de un facsímil de la lista de libros que pudo leer durante sus siete meses de campaña y que tuvo que enterrar ante la inminente fuga. Entre los autores que leyó se encuentran Marx, Engels, Lenin, Goethe, Joyce, Neruda, León Felipe, Cesar Vallejo, Onetti, entre otros.
Otra instalación es “La piedra”, que consta de la proyección de imágenes inéditas del Che con su madre, acompañadas del audio del libro homónimo que escribió al enterarse de su muerte mientras estaba en África.
A manera de epílogo, se suma otra instalación que muestra diversos textos escritos por el líder de la revolución, como la despedida a sus padres en que muestra su gusto por el Quijote y la imagen que tenía de sí mismo al comparársele “Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi andanza al brazo”.
El recorrido termina con la instalación audiovisual El corazón de las riquezas, que hace referencia a la famosa novela del escritor polaco Joseph Conrad, y reflexiona sobre la riqueza del Congo de donde se consiguió el uranio utilizado en la bomba nuclear que devastara Hiroshima, una tierra que aún en nuestros días sigue siendo explotada por las grandes potencias del mundo sin importar las consecuencias.
Esta muestra es organizada por la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en Cine y Literatura en el marco de los 50 años de la muerte del Che.
La exposición El Che: Una odisea africana, que se exhibe en Antiguo Colegio de San Ildefonso, estará abierta al público hasta el 21 de enero de 2018. Para más información y consultar las actividades complementarias a la muestra, visitar: www.sanildefonso.org.mx