Explora unam global tv
Explora unam global tv
explorar
Explora por categoría
regresar

La complejidad para analizar nuestros problemas

El tránsito vehicular, la movilidad en el metro de la Ciudad de México, las redes sociales, el desarrollo de la robótica, la contaminación ambiental, los misterios del código genético o nuestra interacción con las bacterias, son algunos de los temas que requieren un análisis desde la complejidad.

Y todos estuvieron presentes en la 2da Semana de la Complejidad, organizada la semana pasada por el C3-Centro de Ciencias de la Complejidad en Ciudad Universitaria, con el objetivo de reunir a estudiantes e investigadores para intercambiar conocimiento, ideas y proponer soluciones a problemas que no podrían entenderse sin una mirada multidisciplinaria y compleja.

El evento fue inaugurado por el físico y coordinador del C3, Alejandro Frank Hoeflich, el responsable del programa académico Arte, ciencia y complejidad, Manolo Cocho, y el artista plástico Antonio Ortiz Herrera “El Gritón”, quienes agradecieron la asistencia de los presentes.

“El grupo que ha contribuido al diseño del C3 está integrado por científicos que intentan comunicarse entre sí y con otros. El objetivo que perseguimos es el de analizar y contribuir con soluciones para los problemas básicos y fundamentales que tienen que ver con el Universo, el cerebro humano o la vida, hasta problemas prácticos como la contaminación o el calentamiento global”, afirmó Frank.

El investigador del Instituto de Física, Rafael Barrio, fue el encargado de impartir la primera charla del evento, dedicada al movimiento y comportamiento del Trichoplax adhaerens, mejor conocido como placozoa, un animal marino con características de organismos multicelulares y unicelulares, cuyo cuerpo se compone de alrededor de 400 células, un cuerpo ameboide de 0.5 milímetros, y, además, carece de órganos y la mayoría de los tejidos.

“Se trata de una sociedad viviente cuyo propósito es mantenerse juntos, para eso deben moverse e interactuar democráticamente. Es increíble cómo existen organismos tan pequeños que se comportan como una sociedad parecida a la nuestra”, dijo el investigador.

El placozoa tiene12 mil genes, 48 por ciento menos que el ser humano, el cual tiene entre 20 mil y 25 mil genes. “Lo interesante es que este animal carece de cualquier organizador central para coordinar sus movimientos, sin embargo, todas sus partes se coordinan para buscar alimento. Mi investigación consiste en analizar esos movimientos”, explicó Barrio.

Posteriormente, Barrio mostró los avances de un modelo mecánico que está en desarrollo, el cual es capaz de reproducir y predecir la chemotaxis, un fenómeno donde el placozoa dirige todos sus movimientos hacia donde se encuentra su alimento.

El investigador contó que estos estudios los realizó el año pasado en el National Institute of Health en Estados Unidos, en colaboración con los investigadores Tzipe Govezensky, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, Carolyn L. Smith y Thomas S. Reese, ambos del National Institute of Mental Health.

Al finalizar su conferencia, el coordinador del C3 agradeció al investigador por su participación e invitó a los presentes a seguir con las actividades de la 2da Semana de la Complejidad.

Las posteriores conferencias fueron impartidas por diversos investigadores de diferentes países, por ejemplo Hiroki Sayama de Binghamton University-State University of New York, Susana Gisela Lamas, de la Universidad Nacional de la Plata, en Argentina, José Dávila Velderrain, del Massachusetts Institute of Technology, entre otras instituciones de la UNAM.