La Universidad Nacional Autónoma de México fue de las primeras instituciones educativas en apoyar a los damnificados por el sismo del pasado 19 de septiembre. Prueba de ello, fue la instalación ese mismo día de un centro de acopio, así como la conformación de brigadas de ayuda, las cuales registraron una participación de 1,500 universitarios aproximadamente, entre alumnos y profesores de las carreras de arquitectura, medicina e ingeniería.
Durante ocho días, el Estadio Olímpico Universitario fue testigo de la solidaridad de la comunidad universitaria y de la sociedad en general. Se recibieron más de 892 toneladas de insumos destinados a la población afectada en zonas de la Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Morelos, Oaxaca, Chiapas y Guerrero.
En ese contexto, destacamos la amplia participación y organización de los universitarios en aras del bien común de nuestra sociedad. Servir al país en eventos de magnitud catastrófica es una tarea ineludible que revela el espíritu solidario y comprometido de nuestra Máxima Casa de Estudios. Por lo anterior, ¡gracias compañeros! Por demostrarle a nuestra nación que la empatía ante el dolor ajeno y los deseos irrefrenables de ayudar a los caídos en desgracia, perviven en nuestros jóvenes universitarios.