TAXCAL, CHUJ: LA TORTILLA Y SU PODER SAGRADO
Resumen
El maíz es fundamental en la vida de México, arraigado en aspectos alimenticios, culturales y rituales. Entre los pueblos originarios, este grano no sólo es un alimento cotidiano, sino un símbolo central en rituales y ciclos agrícolas, destacándose en el sistema de producción de la milpa. Este trabajo explora la sacralidad atribuida a la tortilla, derivada del maíz, entre los pueblos originarios de la Sierra Nororiental del Estado de Puebla. La tortilla no sólo nutre, sino que también encarna significados profundos en la vida social y ritual de estas comunidades. A lo largo y ancho de México, este alimento es protagonista en múltiples aspectos de la vida diaria, y este estudio rescata la memoria y la oralidad asociadas a la tortilla desde la perspectiva de sus productores. Te invitamos a explorar cómo este alimento trasciende su función culinaria para convertirse en un portador de identidad y tradición entre los pueblos originarios mexicanos.
Barbechando la tierra
El maíz es un alimento ancestral y simbólicamente vital, fundamental tanto en la vida cotidiana de los mexicanos como en la de sus antepasados (Esteva y Marielle, 2003). Para los mexicanos, especialmente en el estado de Puebla, el maíz no sólo es un elemento culinario fundamental, sino también un símbolo arraigado en nuestras vidas cotidianas y en la herencia de nuestros antepasados. Esta planta, originaria del continente americano, no sólo es el cereal más producido en el mundo hoy en día, sino que también ha desempeñado un papel crucial en las cosmovisiones de las culturas originarias, proporcionándoles coherencia en sus existencias (Boege, 2009). A pesar de ser un tema ampliamente estudiado, el origen de la domesticación del maíz sigue siendo objeto de debate, con diversas hipótesis que señalan a diferentes regiones y culturas como protagonistas. Lo que es innegable es que el maíz, con su estructura adaptada a la intervención humana, ha perdido la capacidad de reproducirse por sí mismo. Esta dependencia biológica refleja una simbiosis única con los seres humanos, aunque para las culturas que veneran al maíz, esta relación va más allá de lo biológico hacia una codependencia casi ritualística, donde el maíz se percibe como un ente que requiere ser cuidado y respetado como otro ser humano (Deance Bravo y Troncoso, 2012, p. 59). Desde una perspectiva agropecuaria, el maíz ha sido ampliamente estudiado en diversos contextos. Investigaciones detalladas han evaluado desde la calidad de las harinas nixtamalizadas (Billeb de Sinibaldi y Bressani, 2001) hasta las propiedades físicas y termodinámicas de estas harinas (Ramírez-Miranda et al., 2014). Además, se han abordado aspectos químicos, fisicoquímicos y reológicos (la deformación y el fluir de la materia tanto en estado sólido como líquido) del maíz (Pérez et al., 2002), así como estudios sobre su rendimiento económico y social en la producción y comercialización (Maximiliano-Martínez et al., 2011; García-Montesinos et al., 2020). La amplia gama de investigaciones refleja la importancia integral del maíz, Zea mays, no sólo como alimento esencial en México y el continente, sino también como un objeto de estudio multidisciplinario que abarca aspectos físicos, productivos, económicos y sociales. Esta riqueza de conocimiento ha generado un corpus académico significativo y accesible a través de plataformas digitales y redes sociales, facilitando el acceso a tratados y estudios detallados sobre la gramínea.
Escogiendo la semilla
Nuestro estudio adoptó un enfoque cualitativo basado en la etnografía, que nos permitió explorar las vivencias y significados atribuidos al maíz por las comunidades locales. Utilizando entrevistas semiestructuradas, pudimos capturar datos cualitativos profundos derivados de experiencias cotidianas relacionadas con la cultura del maíz (Lopezosa et al., 2022). Este enfoque nos permitió adentrarnos en las prácticas y lógicas relacionadas con el maíz desde la perspectiva de sus propios practicantes.
Desde una posición fenomenológica, nuestro análisis se centró en comprender los fenómenos socioculturales asociados al maíz a través de la observación participante y entrevistas en profundidad. Reconocemos que nuestras interpretaciones están intrínsecamente ligadas al contexto cultural e histórico dinámico de las comunidades estudiadas, enmarcado en un mundo globalizado que afecta las tradiciones locales y los intercambios culturales (Guber, 2012).
En resumen, este estudio no sólo proporciona una visión detallada de las complejas relaciones entre las comunidades locales y el maíz, sino que también ilustra cómo la investigación etnográfica puede profundizar nuestra comprensión de los fenómenos culturales en contextos específicos. Los relatos y perspectivas locales son esenciales para capturar las complejidades y matices de las prácticas relacionadas con el maíz, ofreciendo una mirada holística y contextualizada de estas sociedades (Atkinson y Heritage, 1984; Hammersley y Atkinson, 2006).
Durante nuestra investigación, exploramos profundamente la cultura y los rituales asociados con el maíz en las comunidades estudiadas, destacando específicamente la importancia de la tortilla. Este alimento no sólo es fundamental en la dieta cotidiana, sino que también juega un papel central en prácticas culturales significativas, incluido su uso en rituales que exploran su sacralidad y poder como oráculo.
La sacralidad de la tortilla y su poder como oráculo
Un oráculo es una señal adivinatoria proporcionada por una divinidad, un intermediario entre la divinidad y las personas o por un objeto sagrado. La historia de los pueblos de la antigüedad está plagada de ejemplos de este fenómeno y los pueblos actuales han heredado y resignificado sus propios oráculos. Para el caso de los totonacos —y no dudo que para otros pueblos mesoamericanos también—, la tortilla ha encarnado la sacralidad proveniente del maíz y ha fungido como un oráculo cotidiano en los hogares desde tiempos inmemoriales.
Durante el trabajo de campo, compartimos alimentos con diversos habitantes de la Sierra Nororiental y, en una ocasión, uno de los niños con los que comíamos comenzó a morder la tortilla por el borde, pero sin remojarla en su plato, como si hubiera transgredido una gran regla. La mamá, nuestra anfitriona, le regañó de inmediato diciéndole que si mordía la tortilla y no comía su comida, no iba a crecer. Así surgió la inquietud de investigar si existían más ejemplos como el descrito, donde la forma de tratar o consumir el maíz, en este caso la tortilla, tuviera algún efecto real o simbólico en el desarrollo de la vida de las personas.
Para nuestra sorpresa, encontramos una gran diversidad de procesos adivinatorios y maleficios derivados del uso y tratamiento de la tortilla, así como de algunos objetos relacionados con ella. Diversos signos manifestados desde la elaboración hasta el consumo de la tortilla daban lugar a una serie de interpretaciones, principalmente a cargo de las mujeres, especialmente las dedicadas a la cocina, ya que, después de todo, fue una mujer la que dio a luz a un niño sacrificado en uno de los mitos de origen del maíz entre el pueblo totonaco (Deance Bravo y Troncoso, 2012).
Según los datos encontrados, podemos distinguir tres tipos de relatos proporcionados por la tortilla como oráculo cotidiano dentro de las culturas de la Sierra Nororiental del Estado de Puebla. Estos pueden ser explicativos, punitivos y adivinatorios.
1. Relatos explicativos. Estos ayudan a comprender una realidad inmediata en la familia, ya sea en el plano tangible o intangible. Por ejemplo:
- Cuando una mujer está haciendo tortillas y se rompe una, es porque el marido o alguien en la familia ya tiene hambre.
- Si al echar las tortillas al comal, no se cocinan pronto o uniformemente, es porque la cocinera está enojada, preocupada o tiene algún malestar.
- Una variante de esta premisa menciona que si el comal no se calienta, es porque hay conflictos familiares o la cocinera está triste.
- Cuando la olla comienza a hacer ruidos extraños o truena el Día de Todos los Santos, es porque los muertos ya están comiendo; se enojaron porque sus parientes no se apuraron y como tienen mucha hambre, decidieron comer directamente de la olla.
- Si los tamales no se cuecen adecuadamente para la fiesta, es porque alguien envidioso no comparte la alegría del momento. Este fenómeno se conoce como tamales pintos, donde se cocinan solo parcialmente y no sirven. Por lo tanto, al terminar de colocar los tamales, se les debe poner sauco (una planta caliente) o atar las orejas de las ollas para que no escuchen chismes ni reciban envidias de otras personas.
2. Relatos Punitivos. Estos relatos representan un castigo para aquellos que no respetan la sacralidad del maíz y la tortilla, su subproducto. Por ejemplo:
- Cuando una persona compra un comal nuevo, debe colocar orejas de masa en él para que escuche y entienda la necesidad de calentarse adecuadamente en futuras ocasiones para que la masa se cocine correctamente; de lo contrario, las tortillas no saldrán bien.
- Si un niño huele una tortilla en la mesa, le saldrán granos en la nariz.
- Un niño o niña no debe comer tortilla acostado, ya que podría dejar de crecer; siempre debe estar sentado.
- Si los niños se enojan y avientan o juegan con la tortilla, se les dice que no lo hagan porque, cuando crezcan, el maíz no producirá. Según la creencia, el maíz tiene corazón y piensa, y si se maltrata, no será productivo.
- Durante la comida, uno debe abrir las piernas y colocar el plato en el suelo entre ellas. Sin embargo, no se deben abrir mucho las piernas, ya que podrían ensancharse demasiado en la adultez, dificultando el trabajo.
- No se debe comer masa porque podría afectar la visión nocturna, similar a las totolas (guajolote) que no ven bien en la oscuridad.
- Evitar comer nixcometl (agua con cal), puesto que incluso después de lavarse bien, puede hacer que apeste la boca.
- Es importante no comer la piel tostada de la tortilla que queda en el comal, ya que podría causar que los dedos se pelaran por debajo de las uñas.
- No se deben decir groserías, porque podrían amargar la masa.
- “No se debe burlar de la comida (kauilchiua totakualtsin)”. Quienes lo hagan, según la creencia, pueden encontrarse con una serpiente como castigo por despreciar el maíz.
- Es crucial mostrar respeto por la masa de maíz. Según un relato recogido por Beaucage, una mujer evitaba tener gallinas para mantener su casa limpia, pero no recogía los pedacitos de masa que caían del metate, pisándolos. Como consecuencia, aparecieron dos nauyacas (víboras venenosas) en el metate, y a pesar de los intentos de su marido por matarlas, las serpientes se fueron solas de la casa tras apagarse las lámparas (Beaucage et al., s/f, p. 36).
- Los campesinos deben aprovechar todo el grano de maíz para evitar la disminución de la producción. Según el Taller de Tradición Oral, un hombre dejó tiradas las mazorcas pequeñas o infestadas durante la cosecha. Cuando otro hombre se acercó, escuchó que las mazorcas lloraban. Al recogerlas y preparar tortillas, invitó al primero a probarlas, quien admitió que estaban deliciosas. Entonces, el hombre explicó que eran las mazorcas despreciadas y que no debería tratarse así al maíz. Al año siguiente, la cosecha del hombre que despreció el maíz fue escasa.
3. Relatos adivinatorios. Estas premisas predicen eventos futuros basados en acciones que la tortilla, o un objeto relacionado con ella, muestra a los comensales o cocineras. Por ejemplo:
- No es bueno comer siete tortillas porque ese número está asociado con los muertos y se llama a la muerte.
- Si un niño toma una tortilla, la muerde varias veces, la coloca en su plato y la come, repitiendo este proceso hasta terminar, no crecerá o no lo hará adecuadamente.
- Si al moler la masa para las tortillas se rompe el metlapil (metate), alguien morirá.
- Si al colocar el comal para cocinar las tortillas cruje o hace mucho ruido el fuego, es señal de que habrá visita y la dirección hacia donde apunta la llama indica el lugar de llegada.
- A veces, al quitarle las hojas a los tamales, no se desprenden fácilmente, lo cual indica que esa noche no podrás desvestir a tu pareja.
- Si mientras se come, una tortilla cae de la mesa al suelo, la esposa te dejará o te engañará con alguien más.
Cosechando el maíz
Como los ejemplos anteriores, existen muchos otros relacionados con la tortilla, la masa y el nixtamal. Lo interesante es que, a pesar de ser el alimento más cotidiano y el elemento culinario más utilizado, mantiene un valor simbólico extraordinario; sin importar el estado o proceso del maíz, siempre será sagrado.
Entre los nahuas de la Sierra Nororiental de Puebla, la tortilla se llama taxcal. Entre los totonacos de la misma región, se dice chuj, lo que refleja cómo en el título de nuestro trabajo buscamos representar dos lenguas y culturas diferentes pero unidas por la tortilla.
Durante nuestra investigación, nos maravillamos con la diversidad de consejas, refranes y enseñanzas sobre la tortilla que impactan diversas dimensiones de la vida humana, así como algunos instrumentos utilizados en su elaboración y, por supuesto, el maíz y el proceso de producirlo.
Así, un proyecto que inicialmente exploraba el orden sagrado del maíz, se transformó en largas comidas y sobremesas con los habitantes nahuas y totonacos de la Sierra Nororiental, donde aprendimos sobre la importancia y contribuciones de este humilde alimento que nos acompaña a diario en nuestros hogares y alimenta a nuestras familias. ¿Y a ti qué te han contado sobre la tortilla?