El asesinato de John Lennon fue una afrenta para toda una generación comprometida con valores como la paz, la no discriminación o la igualdad. Desde entonces, el mundo oscurantista y mercantil ha ganado terreno, expuso María Elvira Concheiro Bórquez, profesora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.
El 8 de diciembre de 1980 en Nueva York, al regresar de una velada de grabación, el músico inglés fue acribillado a las puertas de su hogar, lo que causó tal desconcierto que la revista Time sintetizó en apenas cuatro palabras el ánimo luctuoso que se expandía por el mundo: Cuando la música murió (When the music died).
“En este aspecto, Lennon se asemeja al Che Guevara, pues los dos fueron ultimados por fuerzas conservadoras que creyeron que al segar sus vidas acallarían sus voces, sin contemplar que en realidad los estaban convirtiendo en símbolos”, expuso la socióloga.
Para Concheiro Bórquez, que este compositor siga vigente es sólo una muestra de lo importante de su legado. “No podemos encasillarlo como un cantante de los años 60 o 70, o un clásico del rock; fue un hombre de su tiempo con mucho que decir tanto a su generación como a las venideras, y de eso están hechos los grandes individuos”.
Un humanista a la guitarra
“¡Poder a la gente, ya!” coreaba Lennon en 1971, cuando ya se había involucrado con movimientos pacifistas, antirracistas, de izquierda y reivindicadores de la clase trabajadora, “lo que lo convierte en un personaje más complejo de lo que nos dijeron y lo exhibe como un humanista comprometido y radical”, indicó Elvira Concheiro.
A fin de cuestionar la biografía oficial del artista, la cual dulcifica ciertos aspectos y soslaya asuntos espinosos, la universitaria —junto con Julio Muñoz y Carlos Flores— compiló el libro John Lennon. Un humanista subversivo (editado por el CEIICH), donde una decena de autores ahondan en temas relevantes para las ciencias sociales.
“Uno de ellos es lo femenino, que irrumpe de la mano de Yoko Ono, a quien usualmente vemos como quien desintegró a los Beatles y llevó a John por otros derroteros, cuando en realidad le abrió las puertas al activismo, a las izquierdas y al involucramiento con temas políticos, como la guerra de Vietnam. Cabría preguntarse, ¿sin ella hubiera seguido el mismo camino”, planteó la académica.
En la misma canción del 71, Lennon añadía el verso: “Les pregunto, camaradas y hermanos, ¿cómo tratan a su mujer en casa? Debe ser ella misma para liberarse”, lo que delata el involucramiento del inglés con idearios no usualmente enarbolados por los artistas de la época.
“Dichas inquietudes no hallaban convergencia con los Beatles, pues aunque el cuarteto el Liverpool fue el emblema cultural de una época que rompía con esquemas y valores previos, no se identificaba con el feminismo. Analizar la figura de Ono en vez de achacarle culpas es desenmarañar la madeja a fin de entender qué pasó”.
El resultado de esta evolución llevó a Lennon a crear un collage a partir de su obra artística y su militancia política, algo palpable en cada una de sus canciones, producto de su preocupación por el mundo y la convicción de que es posible hacer algo. Por ello no es exagerado describirlo como un humanista, acotó la experta.