En el Día Internacional de la Niña, una pequeña siria desea paz para Alepo.
Entre 1942 y 1944, una niña judía de 13 años relató en tres cuadernos sus experiencias más significativas, oculta de los nazis durante la ocupación de Amsterdam, en la Segunda Guerra Mundial. Los textos sobrevivieron al conflicto internacional reunidos en el libro El Diario de Ana Frank.
Hoy, en pleno siglo XXI, Twitter sirve de bitácora a Bana Alabed, una pequeña siria de 7 años residente de Alepo, epicentro de los combates entre el ejército de Bashar al Assad y los insurgentes que se oponen a su régimen. Desde el 24 de septiembre, @AlabedBana da cuenta de sus días, atrapada en medio del conflicto más sangriento de las últimas décadas, en las que los menores son las víctimas más indefensas.
Entre el 23 y 29 de septiembre, de acuerdo con el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas, 96 niños fueron asesinados en el sitio y 223 resultaron heridos. Sin insumos ni instalaciones, sólo quedan 30 médicos, obligados a abandonar a los pequeños con pocas posibilidades para sobrevivir.
“Nada puede justificar este total desprecio por la vida humana. El sufrimiento y la conmoción en los niños es, sin duda, lo peor que hemos visto”, expresó uno de los doctores que aún atienden en la zona.
Speaking for the children of Aleppo, I demand peace for us. – Bana #Aleppo
— Bana Alabed (@AlabedBana) 9 de octubre de 2016
« Speaking for the children of Aleppo, I demand peace for us. – Bana #Aleppo»
Los mensajes de Alabed son contundentes. Hace dos días preguntó: “Si no estamos armados, ¿por qué nos matan?”
“Dejen de matarnos” pide en un video de hace una semana.
Please stop the war, we are tired. – Bana #Aleppo
— Bana Alabed (@AlabedBana) 6 de octubre de 2016
“Me encanta la paz más que cualquier cosa” escribió en la víspera del Día Internacional de la Niña, a dos semanas del llamado de la UNICEF para salvar a los pequeños sirios de esta pesadilla.
Aún no encuentra una respuesta contundente de la comunidad internacional.