Cada 21 de agosto, el mundo se une para conmemorar el Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución A/RES/72/165. Este día recuerda a quienes han sufrido las devastadoras consecuencias de actos terroristas, honrando su memoria y apoyando a los sobrevivientes en su lucha por justicia y reconocimiento.
El terrorismo es una realidad que, a pesar de los esfuerzos globales, sigue causando estragos en diversas partes del mundo. Las víctimas y los sobrevivientes no solo enfrentan las secuelas inmediatas de estos actos de violencia, sino que a menudo deben superar retos significativos en su búsqueda de justicia. Acceder a la información, recibir apoyo médico, financiero y psicosocial a largo plazo, y asegurar que sus voces sean escuchadas son algunas de las batallas que enfrentan. La falta de mecanismos coordinados y sensibles a las necesidades de género y edad agrava estas dificultades.
Desde la adopción de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo en 2006, se ha enfatizado la necesidad de combatir la deshumanización de las víctimas del terrorismo. Esta deshumanización contribuye a la propagación del extremismo, creando un círculo vicioso de violencia. Para romper este ciclo, es esencial fortalecer los esfuerzos en prevención de conflictos, mediación y consolidación de la paz, respetando siempre la dignidad humana y el estado de derecho.
Es crucial que los Estados miembros de la ONU asuman la responsabilidad de apoyar a las víctimas del terrorismo y defender sus derechos. La ONU, a través de su Estrategia Global contra el Terrorismo, proporciona asistencia técnica, desarrolla capacidades y apoya a las asociaciones de víctimas, promoviendo un enfoque integral que incluye apoyo físico, psicológico, social y financiero a largo plazo.
En este Día Internacional, recordemos a las víctimas del terrorismo y unámonos en solidaridad para garantizar que sus voces sean escuchadas, sus derechos sean respetados y su lucha por la justicia sea reconocida.