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Desde la comunidad del CEPE. Testimonios de estudiantes y docentes.

¿Cómo es la experiencia de quienes vienen de otros países a estudiar español en la UNAM? ¿Y la de quienes enseñan el idioma? En las páginas siguientes asistimos a los testimonios de algunos estudiantes de español del Centro de Enseñanza para Extranjeros (y también de los docentes) que contagian su entusiasmo, no sólo ante la posibilidad de aprender nuestro idioma en sus aulas,  sino viviéndolo, disfrutando el país, compartiendo la sorpresa por nuestra cultura y nuestras costumbres. 

Elizaveta Lerer; originaria de Rusia, estudia español en el CEPE.

Estoy estudiando en el CEPE durante unas tres semanas. El método de enseñanza aplicado en la escuela me parece no solo intenso, sino realmente concienzudo. Todo el proceso funciona como un juego intelectual y divertido. Además, la comunicación con los profesores y los estudiantes aquí es realmente un placer que te hace olvidar que estás hablando en otro idioma.

El español que hablan en México me parece transparente y expresivo. Aprenderlo es una experiencia muy interesante, en especial después de haber estudiado español de España durante mi niñez. Hay que decir que desde entonces casi no tuve práctica. Ahora tengo la sensación de que en el CEPE mis conocimientos durmientes se despiertan día a día y, por supuesto, aparecen los nuevos. 

Jeff Fiechter; estudiante estadounidense de español en el CEPE.

Como estadounidense, me parece que pasar tiempo en México es como pasar tiempo en la casa de los vecinos. No es tu propia casa y hay algunas costumbres y comidas diferentes, pero todo tiene una familiaridad. Por siglos nuestros dos países han intercambiado cultura, gente, negocios y territorios (aunque lo último fue más una transacción unilateral). 

Somos vecinos y por esta historia compartida hay algo natural al estudiar el español mexicano. Qué extraño es salir de tu propio país para aprender la forma del español más común, la de tus propios paisanos, pero así es. 

Así, si quieres viajar por el mundo hispanohablante o nomás platicar con tus vecinos en Chicago, el español mexicano va a servirte.

Aleksandr Stoliarchuk; originario de Rusia, estudia español en el CEPE.

Lo más relevante de estudiar español en el CEPE ha sido la intensidad e inevitabilidad de las clases. Me gusta el español mexicano porque es lógico, potente, agradable al oído y no tiene vosotros. Llevo seis meses aprendiendo español en México; cinco en Duolingo y uno en el CEPE. La experiencia ha sido increíble. 

Steven Hayes; originario de Canadá, estudia español en el CEPE.

¡Hola! En general he disfrutado muchísimo mis cuatro semanas aprendiendo español en México. Según yo, es genial que todos los profesores sean muy entusiastas y estén ansiosos por ayudar. Estoy muy feliz de que aprendemos las varias formas de subjuntivo y que hayamos tenido oportunidades para conversar. Esperaba que el español mexicano fuera difícil de entender, pero de verdad ha sido muy simple. El acento es bastante neutral y además hay mucha jerga mexicana muy padre que puedes usar. Estoy muy emocionado de seguir mis estudios en el CEPE.

Burke Arntsen; originario de Canadá, estudia español en el CEPE.

Yo me he sentido muy suertudo de tener la oportunidad de aprender español aquí. La experiencia me ha parecido muy diversa y profesional porque los profesores son inteligentes y las clases de cultura dan oportunidades para aumentar tus conocimientos sobre México. Lo más relevante de estudiar aquí ha sido el tiempo de clase porque creo que es imposible aprender español con menos de veinte horas por semana. El español mexicano es fácil de aprender, tiene variantes diversas porque el país es diverso. Yo he estudiado español en México durante casi tres meses y me ha encantado. 

Julio Flores; mexicano, es profesor en el CEPE.

Al ser profesor de español como lengua extranjera me doy cuenta de que tengo la oportunidad de incidir directamente en las personas, de ayudarles a cumplir sus objetivos —académicos, profesionales o de vida— y eso es una cosa que le da sentido a mi vida. Por otro lado, ser profesor me ha permitido conocer gente extraordinaria, formas de pensar y culturas ajenas a la mía, que poco a poco puedo integrar. La relevancia de ser profesor de español tiene que ver precisamente con las características antes mencionadas. El español se posiciona ahora como un recurso académico, como un recurso para los negocios, para la economía. Por otro lado, no deja de ser un gran intangible cultural que nos permite entendernos mejor y hacer nuevas relaciones; por lo tanto, es muy importante este trabajo. 

Cecilia Santamaría; mexicana, es maestra en el CEPE.

Trabajar en el CEPE es muy satisfactorio en el sentido de que, día con día, vas viendo cómo evolucionan tus alumnos con su español, pero también puedes conocer cuáles son sus personalidades e intereses. Con esto, el aprendizaje entre todos se vuelve muy rico. Yo también aprendo de otras culturas —y, al mismo tiempo, de la mía—, porque ellos me comparten sus experiencias y la visión de un México diferente al mío. Creo que el que se dé esta dinámica se debe a la intensidad de los cursos y también a la libertad de cátedra que tenemos.

En cuanto a la relevancia de enseñar español, definitivamente he visto que, además de aprender nuestro idioma, la combinación de español y cultura mexicana ayuda a que los alumnos cambien su visión de México —algunas veces estereotipada— y de los mexicanos. Con estos cursos se conoce más a profundidad nuestra cultura en un sentido real y por eso que se enamoran de nuestro país.