“Estar aquí nos permite ver de cerca la realidad de quienes han perdido tanto, y nos recuerda que la salud pública no solo protege a los animales, sino que también cuida a las personas”, compartió Ana Karen Bocanegra, pasante de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, durante su visita a Xicotepec, una de las zonas más afectadas por las intensas lluvias.

El fenómeno natural provocó inundaciones y deslaves en diversas regiones de Puebla, por lo que un equipo de académicos y pasantes de la facultad se trasladó a las comunidades rurales para brindar atención directa a los animales y ofrecer apoyo a quienes más lo necesitan.
Los desastres son eventos impredecibles que requieren atención rápida para minimizar sus efectos. Por ello, la colaboración entre la UNAM y las autoridades de Puebla ha sido clave para desarrollar acciones efectivas de salud, como la prevención de la rabia. Estas medidas coordinadas reducen riesgos tanto en animales como en humanos y, además, refuerzan la capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias.
Aunque el camino estaba severamente afectado por el desbordamiento de un río, la intervención del ejército permitió restablecer el paso. Así, el personal veterinario pudo atender a las pequeñas especies de la comunidad.
“En este caso realizamos actividades de educación, promoción y prevención de enfermedades en pequeñas especies: desparasitaciones y vacunaciones contra la rabia”, explicó Iván Alejandro Jiménez Hernández, profesor de asignatura del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la FMVZ.


El equipo también revisó a los animales para asegurar su buen estado de salud y elaboró un diagnóstico situacional que permitirá conocer las condiciones generales de la población y sus principales necesidades. Con esta información se generarán recomendaciones para futuros escenarios similares.
Diagnóstico y trabajo con la comunidad
La interacción con la comunidad fue invaluable: escuchar a las personas permitió identificar necesidades reales y recabar información que ayudará a mejorar las condiciones de vida de los afectados, señaló Jiménez Hernández.
Este trabajo no se limita solo a los animales, sino que adopta un enfoque integral que considera la salud humana, animal y ambiental.
Así, el equipo identificó los problemas más urgentes y propuso estrategias según su importancia y viabilidad. Gracias a este enfoque colaborativo —en conjunto con las autoridades locales y la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente del Estado de Puebla— se fortalece la capacidad de respuesta ante desastres y se garantiza la mejora sostenida de las condiciones de la población y de sus animales.
Prevenir el contagio de animales a humanos
Gracias al trabajo conjunto con las autoridades locales y la comunidad, se ha logrado disminuir la transmisión de enfermedades hacia los animales de compañía y, en consecuencia, reducir el riesgo para las personas, especialmente en zonas donde el murciélago hematófago (Desmodus rotundus) funciona como reservorio natural de la rabia.
El diagnóstico situacional permite evaluar las condiciones del área y planificar estrategias preventivas y correctivas que ayuden a mitigar los impactos de futuros desastres. Finalmente, se reconoce y agradece la disposición de la comunidad, cuya colaboración ha sido fundamental para proteger la salud de los animales y asegurar el éxito de estas acciones.
Voces desde el campo
Ana Karen Bocanegra, pasante de la FMVZ, destacó la importancia de la participación de la comunidad y de los profesionales, pues estas acciones ayudan a prevenir enfermedades que suelen aumentar después de este tipo de fenómenos.
La recién egresada señaló que vivir esta experiencia es incomparable con lo que se ve en noticias o medios de comunicación.
“Me enseña a valorar lo que tengo y, sobre todo, que podemos ayudar con un granito de arena. Me siento orgullosa y afortunada de poder aplicar lo aprendido en la universidad y contribuir a mejorar la vida de quienes más lo necesitan.”
Ana Karen enfatizó la necesidad de prepararse e informarse para saber cómo actuar ante desastres, y espera que estas campañas se difundan para que más profesionales se sumen y generen un cambio positivo en las comunidades afectadas.
Cómo un fenómeno natural impacta la salud pública
Ana María Medina Ravelo, pasante de Médico Veterinario Zootecnista por la FMVZ, llegó a Xicotepec para observar de cerca las secuelas de las fuertes lluvias que afectaron a la comunidad.
“Nuestro trabajo es estar cerca de las poblaciones rurales y conocer la realidad a la que se enfrentan tras un desastre natural. No solo se trata de cuidar la salud de los animales, sino de entender cómo estas situaciones impactan en la salud pública”, compartió.
Durante su visita, Ana María y el equipo se enfocaron en la vigilancia activa y en la recopilación de información para realizar un diagnóstico que permita planear acciones más eficientes.
“Al ver la devastación en el camino hacia Xicotepec, comprendemos la importancia de nuestro trabajo: evaluar las necesidades de la comunidad, gestionar los recursos disponibles y generar estrategias que protejan tanto a las personas como a sus animales”, señaló.
Esta labor busca fortalecer la respuesta ante desastres y mejorar la calidad de vida en las zonas afectadas.
Empatía y humanidad en acción
Erick Zúñiga, pasante de la FMVZ, ha vivido de primera mano la realidad de las comunidades rurales afectadas por las fuertes lluvias en Puebla. A través del área de Vinculación, Extensión e Innovación, ha participado en campañas de atención a animales de trabajo y de compañía, experiencias que describe como “enriquecedoras y llenas de aprendizaje cultural”.
Durante su recorrido por las zonas inundadas, Erick destacó los desafíos de enfrentar la vulnerabilidad de las personas y sus animales.
“Venimos de un entorno urbano y, al llegar a estas comunidades, nos damos cuenta de la magnitud de los problemas económicos, de salud y sociales que enfrentan. Brindar ayuda nos enseña empatía y humanidad”, comentó.
Asimismo, resaltó la importancia de la medicina preventiva, no solo para perros y gatos, sino también para animales de trabajo como borregos, cabras, caballos y mulas.
“Mantener su bienestar, su nutrición, su descanso y su salud integral es fundamental, porque un animal saludable contribuye directamente a la vida de estas comunidades.”
Erick reflexionó sobre lo que le ha dejado esta experiencia:
“Uno nunca deja de aprender. Aquí vemos que la medicina veterinaria no solo se aplica en consultorios; puede desarrollarse en campo, junto a las personas que nos brindan su confianza. Esta labor nos permite valorar lo que tenemos y entender que todos los seres vivos merecen una calidad de vida óptima. Mi objetivo es ayudar a los seres vivos, humanos y animales. Este servicio social me hace sentir vivo; solo hay una vida, y hay que vivirla plenamente.”
Testimonios y aprendizaje
Eduardo Molina, pasante de la FMVZ, se preparó mental y físicamente para su visita a la comunidad de La Ceiba, afectada por recientes inundaciones. Con agua, snacks, bloqueador solar y ropa adecuada para el terreno, explicó que este tipo de experiencias le permiten comprender de primera mano la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran tanto los animales como sus dueños.
“El trabajo no es tan distinto al que hacemos en campañas de medicina preventiva, pero aquí el contexto es diferente y eso nos enseña mucho”, señaló.
Durante su estancia, Eduardo destacó la importancia de aprender a comunicarse con personas de distintos lugares y de enfrentar situaciones que requieren sensibilidad y empatía.
“Nos llevamos habilidades para hacer las preguntas adecuadas, ser gentiles y obtener respuestas que nos ayuden a resolver problemas de la comunidad. También entendemos la prevalencia de enfermedades en zonas afectadas, lo que nos prepara para futuras intervenciones en otras comunidades”, explicó.
Al reflexionar sobre su experiencia, recomendó a otros estudiantes que participen en estas campañas:
“Es importante darse cuenta de que hay sectores del país con necesidades distintas a las de la ciudad y que podemos ayudar de maneras directas o indirectas. Lo fundamental es actuar y no quedarse con los brazos cruzados.”
Con estas acciones, la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM reafirma su compromiso con la salud pública, la educación y la solidaridad universitaria. En cada visita, sus integrantes demuestran que la medicina veterinaria no solo cuida a los animales: también protege la vida, la dignidad y la esperanza de las comunidades más vulnerables.
