Aunque muchos creen que los dragones son criaturas míticas extintas hace siglos, Magda Donato nos cuenta una historia diferente: hasta hace no mucho, el último dragón caminaba entre nosotros. Para evitar que su memoria se pierda en el olvido, la escritora y dramaturga plasmó sus andanzas en un relato que comienza como muchas historias infantiles:
Había una vez una princesa que pasaba sus días asomándose por la almena de su castillo, esperando la llegada de un caballero que la rescatara. Pero, para evitar que alguien se acercara, contaba con un dragón de tres cabezas llamado Rigoberto.
Pasaron los años y, cansada de esperar, la princesa decidió poner fin a su “relación laboral” con Rigoberto. Le dio sus tres meses de indemnización (imaginamos), explicándole que se iría a buscar marido, aunque no fuera un héroe ni un príncipe. A partir de ese momento, comenzaron las aventuras de Rigoberto, quien, sin saber cómo ganarse la vida, vagó hasta conocer a Rosalina, una mujer que cambiaría su destino.
Este cuento, publicado por primera vez en la revista Hoy en abril de 1943, es un fiel reflejo del ingenio y la capacidad creativa de Magda Donato, una figura clave en la literatura infantil de su época. El Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM rescató este relato para incluirlo en Voces recobradas. Narrativa mexicana fuera del canon (1925-1950), una antología que reúne autores desconocidos, textos olvidados y sorprendentes historias breves que conforman un fascinante volumen de 60 cuentos.
Magda Donato, pionera de la literatura infantil y mucho más
Magda Donato, cuyo verdadero nombre era Carmen Eva Nelken Mansberger, nació en Madrid en 1898. Desde muy joven mostró un profundo interés por la escritura, dedicándose especialmente a las historias y obras de teatro para niños. Sin embargo, su vida dio un giro tras la Guerra Civil Española, que la obligó a exiliarse en México, donde se consolidó como escritora, periodista, actriz y traductora.
Su destacada trayectoria en México la llevó a ser reconocida tanto en las artes escénicas como en la literatura. En 1960, la Agrupación de Críticos de Teatro le otorgó el premio a la mejor actriz por su interpretación en Las sillas, del dramaturgo francés Eugene Ionesco. Magda Donato falleció en la Ciudad de México en noviembre de 1966, y su legado vive a través del Premio Magda Donato, que anualmente reconoce la mejor obra literaria del año. Entre sus ganadores se cuentan figuras como María Luisa “La China” Mendoza, Margo Glantz, José Emilio Pacheco, Jaime García Terrés y Augusto Monterroso.
Si te intrigan las desventuras del dragón Rigoberto, no dejes de leer este fascinante cuento. Puedes encontrarlo completo en la página del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, un tesoro literario que espera ser descubierto por nuevas generaciones.