«No soy yo, no me siento cómodo, no estoy en el lugar correcto.”
— Una de las frases más comunes en quienes comienzan a cuestionar su salud mental.
¿Qué es el delirio de grandeza y por qué no debe confundirse con una autoestima alta?
¿Alguna vez has conocido a alguien que se cree con habilidades, prestigio o virtudes superiores a los demás? A veces puede tratarse de una personalidad segura o asertiva. Pero en otros casos, estamos frente a un fenómeno clínico: el delirio de grandeza, una forma específica del trastorno delirante, caracterizado por creencias persistentes e infundadas sobre tener habilidades, prestigio o poderes excepcionales.
En entrevista para UNAM Global, Karina Torres, jefa de la División del Sistema de Universidad Abierta de la Facultad de Psicología de la UNAM, explicó que este tipo de ideas están reconocidas por los principales manuales diagnósticos, como el DSM-5 y la CIE-11.
¿Cómo actúa una persona con delirio de grandeza?
Quien lo padece no sólo cree ser superior, sino que actúa como tal:
- Desacredita a quienes le rodean
- Atribuye a sí mismo cualidades excepcionales sin base real
- Genera ambientes sociales conflictivos
- No logra relaciones sensatas ni respetuosas
“Suelen ser chocantes, poco aceptados en su entorno y eso les genera malestar.” — Karina Torres
¿Y cómo se diferencia de una autoestima alta?
Alta autoestima | Delirio de grandeza |
Se basa en logros reales | Se basa en creencias infundadas |
Mejora la toma de decisiones | Genera conflicto e inadaptación social |
Impulsa la acción efectiva | Produce tensión emocional y relacional |
Una persona con autoestima alta se siente capaz. En cambio, quien vive un delirio de grandeza cree tener habilidades que no necesariamente posee y actúa de forma desproporcionada.
¿Puede coexistir con otros trastornos?
Sí. La comorbilidad es común. Por ejemplo, el delirio de grandeza puede aparecer en casos de:
- Esquizofrenia
- Trastornos depresivos
- Cuadros de ajuste emocional
“Hoy es raro encontrar patologías puras. La mayoría de los cuadros clínicos tienen síntomas que se combinan.”
Incluso, quien toma conciencia de su vulnerabilidad puede desarrollar depresión.
¿Es frecuente este trastorno?
No tanto como podría pensarse. Torres aclara que no todo comportamiento egocéntrico es clínico. Muchas veces, estos rasgos están influenciados por condiciones sociales, no necesariamente por un trastorno mental.

¿Cómo se detecta?
- Cuando genera malestar emocional significativo
- Cuando la persona acude por voluntad propia o por presión de su entorno
- Cuando hay dificultades graves para adaptarse a normas sociales básicas
¿Qué tratamiento existe?
Psicoeducación: reconocer síntomas, identificar detonantes y establecer estrategias de manejo. En algunos casos, puede requerirse atención psiquiátrica. El tratamiento farmacológico varía según el diagnóstico y puede incluir antipsicóticos, ansiolíticos o antidepresivos, siempre bajo valoración médica.
También puede presentarse ansiedad o despersonalización, con síntomas como:
- Sudoración
- Taquicardia
- Sensación de extrañamiento respecto a uno mismo
Recomendaciones finales
“La familia juega un papel fundamental. Debe estar preparada con estrategias claras para actuar ante una crisis.”
Si tú o alguien cercano muestra señales de malestar emocional, acude a servicios de atención psicológica o psiquiátrica. Un diagnóstico oportuno puede hacer toda la diferencia.

Frases destacadas para incluir en el cuerpo de la nota:
- “Suelen ser chocantes, poco aceptados en su entorno y eso les genera malestar.”
- “No soy yo, no me siento cómodo, no estoy en el lugar correcto.”
- “Hoy es raro encontrar patologías puras. La mayoría de los cuadros clínicos tienen síntomas que se combinan.”