El trastorno de pánico representa una creciente preocupación en el ámbito de salud mental en México. Angélica Juárez Loya, académica y doctora en Psicología de la Salud de la Universidad Nacional Autónoma de México, ha arrojado luz sobre este problema, señalando que hasta el 3.6% de la población mexicana padece ataques de pánico. Estos datos adquieren mayor relevancia al considerar que el 23% de los mexicanos ha experimentado al menos un episodio de este tipo en su vida. ¿Pero qué implica realmente sufrir un ataque de pánico y cómo se puede enfrentar este desafío?
¿Qué son exactamente los ataques de pánico?
Para comprender la magnitud del problema, primero debemos entender qué es un ataque de pánico. Según la Dra. Juárez Loya, estos episodios se manifiestan con una sensación imprevista de miedo intenso. Además, vienen acompañados de síntomas físicos como sudoración en las manos, agitación y falta de aire. La persona que sufre el ataque a menudo siente una sensación súbita de peligro inminente, incluso una percepción de amenaza a su vida.
La doctora explicó que, para ser diagnosticado como un trastorno de pánico, la persona debe experimentar cuatro o más de los siguientes síntomas: incremento súbito de los latidos del corazón (taquicardia), sudoración, malestar en el pecho, sensación de ahogo o asfixia, desesperación o pérdida de control, náuseas y mareo. Además, la persona debe tener estos síntomas con una frecuencia considerable durante un período de aproximadamente seis meses.
Recomendaciones para manejar ataques de pánico
Si tú o alguien cercano sufre de ataques de pánico, la Dra. Juárez Loya ofrece algunas estrategias de manejo y prevención:
- Control de la respiración: En medio de una crisis, es esencial reducir la cantidad de oxígeno que entra al cuerpo. Practicar una respiración lenta y, si es posible, respirar dentro de una bolsa de papel puede ayudar a nivelar los niveles de oxígeno y dióxido de carbono, minimizando así los síntomas.
- Monitoreo y autocontrol: Mantener un registro detallado de cada episodio puede ser muy útil. La “hoja de autorregistro por ataques de pánico” permite anotar y monitorear la intensidad y frecuencia de los ataques, lo que a su vez ayuda a mejorar el autocontrol.
- Manejo emocional y del tiempo: La doctora sugiere organizar mejor el tiempo para prevenir episodios y expresar las emociones de manera más efectiva. Trabajar en la solución de problemas y fomentar una socialización cuidada también pueden ser estrategias efectivas para manejar este trastorno.
- Consulta profesional: Aunque las estrategias de autoayuda son útiles, es fundamental buscar el diagnóstico y tratamiento de un profesional de la salud mental para un manejo más efectivo de la condición.
Estas pautas no solo son útiles para quienes sufren de ataques de pánico, sino también para aquellos que quieren entender cómo ayudar a alguien en medio de una crisis. Si te encuentras en una situación de este tipo, las recomendaciones de la Dra. Juárez Loya podrían marcar la diferencia entre una experiencia traumática y una manejada con cuidado y entendimiento.