Él era José Alfredo Jiménez, quien falleció un 23 de noviembre de 1973 y dejó un imborrable legado de composiciones, donde plasmó desventuras amorosas, abandonos, pasiones fallidas, traiciones… la mayoría de ellas teniendo como guión sus propias vivencias, relatadas con una asombrosa sencillez.
Autor de canciones emblemáticas para el pueblo mexicano, José Alfredo también fue actor y participó en más de una veintena de películas. El alcohol fue una constante en los temas de José Alfredo, quien falleció de cirrosis. Para ahogar las penas de amor siempre era necesaria una bebida: apoyarse en la embriaguez y así aceptar el destino.
Muchas de sus canciones las compuso teniendo como principales protagonistas a sus compañeras sentimentales y a su esposa Paloma, para quien compuso Paloma querida, la cual estrenó llevándosela como serenata el 17 de diciembre de 1949, según él mismo relató.
Amanecí en tus brazos la escribió para Lucha Villa, El rey la compuso con dedicatoria a Alicia Juárez. Para Columba Domínguez hizo Si nos dejan y para Cristina Fernández –una novia de su juventud– compuso la icónica Ella, que equivocadamente se ha dicho la dedicó a María Félix. Despacito fue a petición de Pedro Infante quien se la cantó a Irma Dorantes.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]