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Fuentes renovables de energía, más económicas que las fósiles

Nota original: Gaceta UNAM
Autora de la nota: Patricia López 
Fecha de publicación: 19 de noviembre de 2020
https://www.gaceta.unam.mx/fuentes-renovables-de-energia-mas-economicas-que-las-fosiles/

  • La transición es inevitable; están listas para usarse: Antonio del Río Portilla, director del IER
Cualquier empresa o cooperativa que tenga desechos agroindustriales puede utilizar los desechos orgánicos para crear biocombustibles.

Las energías renovables son competitivas y están listas para usarse. Ya pueden generarse en casi cada lugar del planeta y en México donde las necesitemos, afirmó Antonio del Río Portilla, director del Instituto de Energías Renovables (IER).

“Ya la energía de fuentes renovables (solar fotovoltaica y fototérmica, eólica y biocombustibles) nos posibilitan a producirla en el sitio donde se demande y por las personas que la requieran.”

Para el científico, el cambio de fósiles a renovables depende de que empecemos a usar las segundas, “es algo que está en camino y la transición es inevitable”.

Las fuentes renovables hoy en día son más baratas que las de combustibles fósiles, sobre todo en la generación eléctrica. “Es una cuestión de tiempo, todavía pensamos que estamos en el siglo pasado cuando las energías de combustibles fósiles sí eran más baratas que las renovables, pero hoy en día no es así”, señaló.

La decisión política que se requiere es el fomento a las renovables. Hoy en día, empresarios y particulares están invirtiendo en esta alternativa limpia, pese a que el gobierno federal apoya las refinerías que usan petróleo.

“Muchos académicos del IER ya tenemos paneles fotovoltáicos en las casas, y desde hace más de 20 años algunos contamos con calentadores solares. No nada más hacemos investigación en estos temas, estamos convencidos, y nuestro bolsillo está siendo favorecido porque las renovables son más baratas y además no emiten gases de efecto invernadero”, comentó el universitario.

De renovables a sustentables

Antonio del Río precisó que las energías renovables son aquellas que se utilizan a una tasa menor que la que se consume, mientras que las sustentables consideran otros aspectos ambientales, como un ecosistema propicio para ellas, no únicamente que duren, sino que igualmente sean adecuadas para ese entorno y para la sociedad.

“Puede ser que la energía renovable no sea sustentable en un determinado sitio, no son sinónimos. La energía sustentable involucra como pilares la parte ambiental, económica y social. Depende de otros factores y no sólo el tecnológico.”

Para Del Río, las renovables son el futuro, y la generación del petróleo pronto pasará. Reconoció que este último tiene mucha energía por unidad de masa y responde rápido a los requerimientos de potencia, pero emite gases de efecto invernadero, y por su causa los eventos extremos que pasaban cada 50 años, ahora los vemos frecuentemente.

Cuando se calienta la atmósfera hay más energía y al haberla los huracanes tienen más velocidad, mientras que en el caso de las inundaciones inusuales, se deben a que el agua se evapora más por las altas temperaturas y por eso cae más agua. “El calentamiento global está haciendo que la atmósfera tenga más energía, y ésta se tiene que disipar, generando que estos eventos sean más intensos y frecuentes”, explicó.

Consideró que energías renovables y sustentables deben avanzar de forma paralela y poner las primeras cuidando los aspectos ambientales, económicos y sociales de la implantación de esa tecnología.

Para promover las renovables el experto sugiere ir avanzando por regiones o municipios, pequeños poblados donde se analicen los resultados antes de entrar a grandes ciudades. “Invito a las autoridades municipales a que exploren esta opción, es mucho más fácil hacerlo a escala pequeña y fomentar que los inversionistas apoyen las energías limpias que no contaminan el sitio”.

Respecto al territorio nacional, propuso usar la solar, tanto térmica como fotovoltaica, pues son totalmente viables. “Tenemos un promedio de 5.5 kilovatios de radiación por metro cuadrado, que nos produce al menos 0.5 kilovatios/hora al día. Con cinco metros cuadrados se abastece el consumo de una familia”, ejemplificó.

Destacó que en México hay regiones con una buena componente de viento para impulsar la energía eólica, como Oaxaca, Yucatán y algunas zonas de Jalisco donde hay veletas de agua que giran. “En estos lugares pueden emplearse aerogeneradores que tengan la misma función que un sistema fotovoltaico. Se puede subir el agua o generar electricidad para abastecer el consumo de una casa o un pequeño negocio”.

A lo largo de todo el litoral pueden aprovecharse las brisas del mar para mover aerogeneradores en la mañana y en la tarde y producir energía.

En cuanto a los biocombustibles, cualquier empresa o cooperativa que tenga desechos agroindustriales puede utilizar los desechos orgánicos para crearlos. “En algunos ranchos lecheros de Querétaro se usa el excremento de las vacas. Otros desechos producen biogás y bioetanol en Yucatán. Estas tecnologías se están empleando en diversas zonas del país, aunque necesitan asesoría y personal capacitado para implementarlas con mayor éxito”.

En México pueden utilizarse la solar, tanto térmica como fotovoltaica, pues son totalmente viables, así como la eólica, ya que a lo largo de todo el litoral pueden aprovecharse las brisas del mar para mover aerogeneradores en la mañana y en la tarde y producir energía.

 

Investigaciones del IER

En el IER, con sede en Temixco, Morelos, trabajan con energía solar fototérmica colocando dispositivos para captar la energía del Sol y calentar agua, algún fluido o para deshidratar alimentos (aplicaciones termosolares).

En energía fotovoltaica hay equipos que calculan muy bien la eficiencia de equipos pequeños y grandes, de kilovatios a megavatios.

Un grupo de especialistas del Instituto se dedica a analizar materiales para el almacenamiento de energía o para crear celdas fotovoltaicas. “Tenemos algunas patentes para nuevas celdas fotovoltaicas y para baterías y otros sistemas que almacenan carga eléctrica”, mencionó.

Otro estudia energía geotérmica y evalúa si en algún lugar de la República Mexicana puede haber una instalación que aproveche la energía disponible en el subsuelo de la Tierra.

Respecto a la eólica, se trabaja con las conexiones eléctricas con la red de grandes sistemas eólicos que aprovechan la energía del viento, y también examinan los diseños de pequeños aerogeneradores. “Se analizan las capacidades de regiones completas para ver si podemos instalar parques eólicos o pequeños aerogeneradores arriba de las casas y edificios de ciertos poblados”, agregó.

Un grupo más investiga sobre biocombustibles a partir de desechos. Con algas, bacterias y otros microorganismos, así como combinaciones electroquímicas para convertir desechos en biocombustibles.

Aunque las patentes del IER aún no llegan al mercado, esta entidad universitaria ya colabora con empresas, y están empleando algunos desarrollos tecnológicos hechos por ellos.

“En México es necesario que las autoridades municipales, estatales y federales se convenzan de que lo que puede sacar a la nación de la pobreza energética son las energías renovables. Con su posibilidad de generarlas en forma distribuida, son una opción”, concluyó.