Como un proceso de enamoramiento y combate entre grupos y familias, es como se presenta la polarización en un partido de futbol, y está relacionado en cómo nos identificamos frente a un grupo, “la modificación de cambio de identificación de un grupo es muy sencillo, con tan sólo decir ‘arriba los hombres o arriba los que tienen lentes’”, señaló Ricardo Trujillo Correa, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Para Trujillo Correa, esta identificación de grupo se da única y exclusivamente con el simple hecho de nombrar un evento que establezca una diferencia entre la gente, ese fenómeno aparece cuando se habla de futbol, “cada grupo tiene una particularidad que los identifica con convenciones dadas sin que se transmitan”.
Este mismo modelo se repite en la política, “es cierto que genera polarización pero es normal”, sin embargo, en el momento que se hace referencia a otro tipo de grupo, esa polarización desaparece y aparecen otras.
Expresó que conforme establecemos un grupo, se crean condiciones para pertenecer a él, pero aquéllas pueden cambiar, “pasa exactamente lo mismo en el futbol y en las elecciones, sólo que en escenarios diferentes”.
Sobre la tolerancia a las diferencias, el experto acotó que ésta es un proceso ideológico que evita que haya una memoria colectiva, “una de las desventajas es la amnesia colectiva, porque una vez que pase el evento, específicamente de las elecciones, se nos va olvidar a todos y nada va a pasar”.
En ese contexto, explicó que al no generarse una narrativa colectiva nos lleva a la ausencia de actos sociales que deriven en un cambio social, “si no te involucras no habrá ningún cambio social, no nos damos tiempo de generar una justicia social, hay que debatir las ideas, pero se prefiere el anonimato y éste en las redes sociales no es un acto social”, finalizó.