Jocelyn Arellano está por concluir su carrera profesional en la UNAM. A sus 23 años tiene la firme convicción de que la experiencia que ha adquirido, sobre todo en los últimos cuatro años, le ayudará en esta nueva etapa de su vida.
Para la joven estudiante, el conocimiento debe ser transmitido en donde quiera que se esté, de ahí sus ganas estudiar en el extranjero un posgrado en torno al tema financiero-económico que pudiera aplicar en México a su regreso.
El pasado 6 de agosto, la estudiante de Actuaría viajó a Malasia para ser parte de los 600 delegados que participarán en el Harvard Project for Asian and International Relations (HPAIR) 2018, foro de intercambio para estudiantes y jóvenes profesionales que se creó con el fin de debatir y conocer los problemas económicos, políticos y sociales que enfrenta la región de Asia y el Pacífico.
Durante cinco días en Kuala Lumpur, Malasia, Jocelyn y sus compañeros delegados tendrán la oportunidad de asistir a discursos pronunciados por líderes influyentes de la academia, las empresas y el gobierno.
“El objetivo es estudiar el crecimiento exponencial que ha tenido Asia durante los últimos años para hacer más conexiones entre cada uno de los participantes, es decir, qué nos podemos traer a nuestros respectivos países de los casos de estudio que han tenido”.
Este proyecto, que se centra en el tema de la Interrupción Sostenible, se divide en seis pistas que representan temas sobre las relaciones asiáticas e internacionales: arte, medio y cultura; política social y justicia; gobernabilidad y geopolítica; tecnología e innovación; energía y sustentabilidad ambiental; mercados globales y economía.
Este último panel es el que tendrá como escenario para enfrentarse a un Desafío de Impacto que le permitirá abordar problemas del mundo real y estimular ideas respecto a futuros proyectos de colaboración.
Pero “de corridito se escucha bonito”, dijo. El proceso no fue sencillo. Para hacerse de la beca, la joven tuvo que pasar una serie de fases relacionadas con temas económicos. En la misma plataforma del HPAIR solicitó apoyo financiero para solventar su estancia, aparte del que obtuvo en la UNAM con el fin de cubrir los gastos de traslado.
“Además, el poder estar ahí también se debió a la experiencia académica que tengo debido a los proyectos en los que he trabajado, así como la universidad en la que estudio y el saber relacionarme con las personas”, destacó la oriunda de Tehuacán, Puebla.
En 2017, la universitaria viajó a Samara, Rusia, con el fin de participar en el High Technology Manager, donde obtuvo conocimientos sobre innovación y tecnología. Su estancia en la nación más grande del mundo, le permitió profundizar en temas que aún no son tan “sonados” en México, como las economías verdes, objeto de estudio que utilizará en el desarrollo su tesis de licenciatura.
Para ello, antes de su participación en el HPAIR, realizará una estancia de investigación en China con el propósito de recopilar información en torno al tema.
“Los chinos están muy adelantados respecto a América. Todo lo que tiene que ver con economías verdes y financiamiento para el desarrollo sustentable lo puedo hallar allá”, aseguró.
Hace cuatro años Jocelyn vino a la Ciudad de México con el fin de hacer realidad uno de sus mayores sueños: estudiar en la Máxima Casa de Estudios.
“Estoy por concluir mi carrera y creo que han sido los mejores cuatro años de mi vida, porque la UNAM no sólo me abrió las puertas para adquirir conocimiento, me abrió las puertas del mundo”.
Desde su punto de vista, quienes estudian en la UNAM tienen las mismas oportunidades de aprender y obtener todos los beneficios que ofrece.
“Claro que es un privilegio estudiar y ser parte de ella, pero nuestro compromiso como mexicanos es ir más allá, es querer siempre más. Para esta edición, Latinoamérica lleva a cinco representantes, ¿sabes cuántos son mexicanos? Dos, y ambos somos de la UNAM”, concluyó orgullosa.