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Estruendo Multilingüe, música que rompe con los clichés de lo indígena

Un estruendo es el efecto sonoro producido por una colisión y uno de sus efectos es que los elementos involucrados en el choque cambian de trayectoria, de manera que lo que antes se movía de manera predecible termina haciéndolo de formas inimaginadas. El festival internacional Estruendo Multilingüe busca provocar lo mismo al convocar a músicos que se asumen parte de comunidades originarias y crean piezas en su idioma materno o que se inspiran en su cultura. “En sus primeras ediciones hablábamos de música indígena contemporánea, pero a partir de esta (la quinta) preferimos el término música contemporánea en diversas lenguas”, señala Edgar Ruiz Garza, curador de este evento que tendrá lugar del jueves 18 al domingo 21 de octubre, en el Museo Universitario del Chopo.

Sobre por qué hacer esta precisión semántica, el antropólogo detalla que, “en primer lugar, porque no hay necesariamente una relación entre el uso de una lengua y el apego a lo que la cultura nacional define por ser indígena, y, en segundo, porque existen también proyectos que asumen una identidad étnica, aunque usen el español, pues aquí los artistas están en un proceso de recuperación de sus orígenes, un poco como quien recoge los retazos de su pasado para formar algo nuevo. Tal es el caso de muchas bandas de metal prehispánico o rock mexica en la periferia de la Ciudad de México”.

En este quinto festival, que tendrá lugar en el corazón de la Santa María La Ribera, será posible escuchar una fusión de jazz, balcan, blues y paranda, junto con instrumentos tradicionales percutidos o pulsados al ritmo del rap, mombatón, reggaetón o cumbia. En cuanto al multilingüismo habrá propuestas en tzeltal, español, purépecha y hñahñu, y música en lengua garífuna del caribe hondureño y Belice.

“Quienes intentan expresarse por estas vías lo hacen no sólo en las condiciones de precarización que implica el quehacer artístico en México, sino en aquellas que se dan de forma agravada en los pueblos, municipios, regiones, localidades periurbanas y contextos rurales del país, en donde no hace más de medio siglo no había tendido eléctrico y en las que, a veces, sólo el internet pirata posibilita la comunicación con el resto del mundo”.

De ahí la necesidad de abrir escaparates como Estruendo Multilingüe, un espacio que a decir de Ruiz Garza propone una paradoja: “Abogamos por la descentralización, pero lo hacemos en un museo del Centro de la capital. Sin embargo, esto no es un sinsentido, pues buscamos la visibilidad que esto nos brinda para, desde aquí, construir escenas y redes de colaboración en las regiones, los pueblos y las comunidades indígenas de México”.   

A fin de cuentas —se plantea ya desde el nombre mismo del festival— esa es la cualidad principal de todo estruendo, acaparar miradas y volverse el centro de atención, sin importar lo que, desde lo convencional, nos han dicho que debe significar la palabra centro.

Propuestas que hacen ruido

Estruendo Multilingüe, en su edición 2018, es un festival internacional debido a la presencia de  Aurelio Martínez, cantante y guitarrista hondureño que presentará —el jueves 18 de octubre a las ocho de la noche— un set en homenaje a Andy Palacio, quien reimpulsó y difundió a nivel mundial la lengua garífuna, surgida de la diáspora africana en el Caribe y que se fusionó con otros idiomas originarios hasta conformar una identidad propia, a partir de la cual, desde hace más de tres décadas, se hace música contemporánea con base en el género parranda. Aurelio tocará con el grupo Garifuna Collective.

 Al día siguiente, y en el mismo horario, actuará el Colectivo Membda, conjunto del Valle de Mezquital, Hidalgo, recién nominado como Mejor Lanzamiento Internacional en los Aboriginal Peoples’ Choice Music Awards 2018, que cada año se celebra en Winnipeg, Canadá. Este grupo ofrece una fusión de rap en hñahñu con una mixtura de cumbia, trap, hip-hop y mombatón. Su producción discográfica más reciente se titula Hin To’o Ngu Nuga (‘nadie como yo’) y está disponible en plataformas como Spotify. El Colectivo Membda contará con una colaboración en el escenario de Lengualerta, quien desde el rap ha hecho un trabajo notable de crítica social.

El sábado 20 de octubre, a las siete de la noche, Ikal Ajaw (‘Dios del Viento’), de Oxchuc, Chiapas, ofrecerá un set de heavy power metal en tzeltal. Este conjunto, formado hace ocho años, tiene una vasta experiencia en el circuito metalero de Los Altos de Chiapas. Ésta es una de las agrupaciones más representativas del denominado bats’i rock, junto con otras agrupaciones zoques y tsotsiles. Su producción más reciente es Xmuxuk’ Balumilal (centro de la tierra). Ikal Ajaw compartirá el foro con El Cuervo de Poe, de la Ciudad de México. 

Para cerrar, procedentes de las comunidades de Tarejero, Tiríndaro, Téjaro y Sicuicho, y del Conservatorio de las Rosas y de la Escuela Popular de Bellas Artes de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, en Morelia, Eleven Project presenta su más reciente álbum Kétzekua Anapu (‘del barrio de abajo’), una fusión de música purépecha con jazz, blues, balkan, funk y ska. En este espectáculo colaborarán con Kevin García y Zindu Cano, de Ampersan, grupo que recién regresa de una gira por Europa y que define su sonido como etnorock, es decir, como una fusión de géneros e instrumentos tradicionales mexicanos con electrónica, jazz, rock e indie.

En busca de crear redes

Para Edgar Ruiz, haber llegado a la quinta edición obliga a un corte de caja. “Por el momento queda pendiente terminar un CD del tercer festival y no descartamos que de la experiencia de 2018 derive algún material bibliográfico o discográfico, aunque antes debemos evaluar si contamos con los recursos suficientes para ello”.

Lo que sí queda claro para el curador es que, a lo largo de estos años ha habido un proceso constante de aprendizaje y redefinición. “Uno de los objetivos es generar e intensificar vínculos entre escenas donde lo musical y lo lingüístico no deban plegarse a las pautas comerciales. Por ello, más que una amalgama de conciertos, Estruendo le apuesta al intercambio cultural y a los encuentros”.

A fin de tender puentes e iniciar diálogos, el grupo Eleven Project impartirá una clínica sobre la contemporaneidad musical purépecha y habrá otras dos sobre profesionalización, booking y gestión, mientras que Edgar Ruiz disertará sobre el tejido de redes colaborativas entre creadores en diversas lenguas. Estos eventos se realizarán a puerta cerrada, aunque el día del cierre, antes del recital de Eleven Project, habrá un conversatorio con todos los artistas del festival, al que sí podrá acceder el público interesado. 

“El objetivo de la última actividad será hacer un balance en colectivo de la importancia de continuar los vínculos logrados y compartir vivencias, contextos y problemáticas, así como debatir sobre la manera de difundir el trabajo de los músicos en contextos distintos al del centro del país, en donde se concentran los espacios culturales, los recursos, los medios de comunicación y los foros. Será tiempo también de sembrar las semillas de futuras colaboraciones”.