La pertinencia o no del diseño de una nueva Carta Magna en el país y el hecho de que a lo largo de su historia el corpus de aquélla ha sufrido diversos cambios, fueron temas discutidos en la mesa Derechos políticos como parte del Coloquio México: ¿Necesita o no una nueva constitución?
Rolando Cordera Campos, profesor emérito de la Facultad de Economía, aseveró que a 100 años de la primera Constitución social del mundo moderno, la desigualdad económica y social marca la historia de nuestro país. En ese sentido, enfatizó que los gobiernos deben ponderar el término de igualdad de oportunidades que permita un desarrollo pleno en todos sentidos.
“El desarrollo y justicia social deben ser vistos como componentes de la misma ecuación fundadora del Estado mexicano moderno, en tanto, representante del interés público”, ponderó.
Cordera Campos mencionó que el acorralamiento que vivieron los Estado nacionales, a partir de las crisis de estancamiento con inflaciones en la década de los setenta, tiene que asumirse como un elemento indispensable de la realidad social moderna, el cual estará marcado por la diversidad y la fractura.
Por su parte, Jacqueline Peschard, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, señaló que en vísperas del centenario de nuestra Constitución política sí es pertinente la pregunta de si México necesita una nueva constitución, porque en este tiempo han sucedido diversos hechos tanto políticos, económicos y sociales.
En el Aula Magna del Instituto de Investigaciones Filológicas, la socióloga observó que la Constitución ha sido reformada en numerosas ocasiones “y solamente 22 de sus 136 artículos no han sido tocados desde 1917”. En ese contexto, dijo que a pesar de todos los cambios que ha sufrido la Carta Magna, las cuestiones básicas sobre nuestro régimen político siguen vigentes.
Peschard Mariscal señaló que a lo largo del tiempo ha habido una tendencia constante de reformas a la Constitución, si se revisa la historia de estas modificaciones hasta 1982 el texto se había reformado 211 veces; mientras que de 2000 a la fecha, es decir, en los últimos tres gobiernos, ha habido “un auténtico alud de reformas constitucionales, 277”.
A pesar de lo anterior, la socióloga consideró que hoy día México no tiene un impacto social y político fuerte para pensar en la creación de una nueva constitución, “pero lo que sí tenemos que hacer es plantearnos cómo darle sistemicidad a todos los cambios que han sufrido las instituciones políticas”, finalizó.