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En la costa de Portugal, la corteza terrestre podría estar despegándose en dos

Algo extraño está sucediendo en la costa de Portugal, y los científicos ahora han propuesto una explicación innovadora.

Durante años, João Duarte ha desconcertado sobre una extensión submarina aparentemente ‘aburrida’ en la costa de Portugal.

En 1969, este sitio generó un terremoto masivo que sacudió la costa y provocó un tsunami, llevándose la vida de una docena de personas. Pero nunca sabría por qué solo mirando la amplia superficie sin rasgos distintivos del fondo marino. Unos 200 años antes, en 1755, se produjo en el mismo sitio uno de los mayores sismos de la Historia (8.7), con un saldo de más de 100.000 víctimas.

Duarte, un geólogo marino del Instituto Dom Luiz de la Universidad de Lisboa, quería averiguar qué estaba pasando.

Ahora, 50 años después del evento, puede que finalmente tenga una respuesta: el fondo de la placa tectónica frente a la costa de Portugal parece estar despegándose de su parte superior.

Esta acción puede proporcionar la chispa necesaria para ver un fenómeno jamás observado hasta ahora: el nacimiento de una nueva zona de subducción. O dicho de otra forma, la laminación, en dos capas diferentes, de una placa tectónica, según las simulaciones por computadora que Duarte presentó en abril en la reunión de la Unión Europea de Geociencias 2019 (EGU).

En otras palabras, la laminación de la corteza se debería, según Duarte, a la presencia de una capa que absorbe agua justo en medio de la placa tectónica. Una capa que podría haber sufrido el proceso geológico llamado serpentinización, en el que el agua que se filtra a través de las grietas hace que una capa de la corteza se transforme en serpentina, un mineral verde y suave.

Ahora, esa capa “blanda” podría estar debilitando la estructura de la placa hasta el punto de que la capa inferior se esté despegando de la superior. Ese proceso de laminación podría llegar hasta fracturas profundas, e iniciar así una nueva zona de subducción.

Duarte presentó algunos argumentos sólidos, dice, pero advierte Fabio Crameri, de la Universidad de Oslo (que no formó parte del equipo de investigación) que asistió a la conferencia de EGU, que el modelo necesita más pruebas; no es una hazaña fácil cuando sus datos provienen de un proceso natural que funciona a la velocidad a la que crecen las uñas.

Las placas tectónicas de la Tierra están constantemente en una marcha a cámara lenta, con algunos bordes que se separan y otros chocan. Al menos tres veces en la historia de 4.540 millones de años de nuestro planeta, las masas de tierra en constante cambio se convirtieron en poderosos supercontinentes, solo para finalmente revertir el rumbo y separarse.

Las zonas de subducción son las principales fuerzas impulsoras detrás de esta cinta transportadora tectónica, ya que empujan la corteza oceánica y el manto superior hasta la profundidad, reciclando las rocas y arrastrando continentes alrededor del proceso.

Fuente: National Geographic y ABC Ciencia